Fedea propone eliminar el descuento de 20 céntimos de la gasolina

La Fundación de Estudios de Economía Aplicada también avisa de "problemas legales" e "inseguridad jurídica" de los impuestos a las eléctricas y la banca

Ángel de la Fuente, director de Fedea. EFE/Javier Lizón

Ángel de la Fuente, director de Fedea. EFE/Javier Lizón

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) ha publicado este martes un análisis de seguimiento de la situación económica firmado por Ángel de la Fuente, economista y director de Fedea, en el que critica algunas de las medidas tomadas por el Gobierno para paliar los efectos de la guerra en Ucrania.

En concreto, De la Fuente considera que es necesario eliminar la bonificación general al precio de los carburantes y las rebajas de los impuestos sobre la electricidad porque «estas medidas tienden a estimular la demanda de energía y a ralentizar el ajuste de empresas y familias ante la nueva situación». El economista argumenta que los recursos ahorrados por esta vía deberían redirigirse hacia medidas de apoyo a rentas, «especialmente las bajas y medias y las de productores especialmente afectados por el alza de los precios de determinados insumos».

En el caso de los hogares, detalla, las ayudas podrían canalizarse a través de «una reducción transitoria del IRPF para los tramos inferiores de renta» y, quizás, «mediante la reflactación de la tarifa del impuesto con la inflación acumulada».

Por otra parte, Fedea echa en falta un esfuerzo «mas decidido» por negociar un pacto de rentas que facilite un «reparto ordenado y equitativo de los costes de la guerra» y ayude a evitar una espiral de precios y salarios que agravaría la pérdida de competitividad.

¿Hay ‘beneficios caídos del cielo’?

Respecto a la introducción de los nuevos impuestos a las eléctricas y a la banca anunciados por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Debate del estado de la Nación, De la Fuente afirma que, a la espera de la letra pequeña de ambos tributos, «conviene resaltar que la introducción de impuestos ‘a la carta’ sobre determinados sectores o empresas no suele ser una buena idea» porque «plantea problemas legales y de equidad e introduce un elemento de inseguridad jurídica que no contribuye precisamente al fomento de la actividad económica».

Fedea considera que se estarían introduciendo «diferencias de trato arbitrarias entre sectores» y, por tanto, entre sus respectivos stakeholders  (accionistas, consumidores y trabajadores), sobre los que recaerá en última instancia la carga efectiva del tributo.

En este sentido, De la Fuente concluye que los «supuestos ‘beneficios extraordinarios'» de los bancos provendrían de las subidas de tipos de interés, aunque tiene distinta opinión para los de las energéticas. «Aquí sí podría hablarse con cierta propiedad de “beneficios caídos del cielo”, especialmente en el caso de los generadores eléctricos que no utilizan combustibles fósiles, cuyos costes no han subido mientras sus precios de venta en el mercado spot han llegado a multiplicarse por seis en meses recientes», argumenta el economista.

Sin embargo, defiende que el diseño de los posibles «mecanismos de extracción de rentas» ha de hacerse con cuidado por varios motivos, uno de ellos, porque parte de los presuntos beneficios caídos del cielo «pueden no haberse materializado» o haberse trasladado a otros sectores «a través de contratos a plazo con precios fijados antes del shock o mediante coberturas de futuros». Otro es que, dado que está en vigor el llamado tope al gas «no está nada claro que un impuesto adicional sea necesario» en el caso de las eléctricas. Y, por último, señala que la minoración de los beneficios de las eléctricas reduce los incentivos de las empresas energéticas para invertir en la generación no fósil.

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp