La falta de mano de obra en España pone en riesgo la ejecución de los fondos europeos
España registra más de 109.000 puestos de trabajo sin cubrir y las patronales de pymes y construcción alertan del peligro de cierre de empresas y una intensificación de la despoblación
Alerta empresarial por la escasez de mano de obra ante el perjuicio que está produciendo ya la falta de trabajadores en España para cubrir determinadas vacantes, sobre todo en las pequeñas y medianas empresas, lo que puede poner en riesgo la consecución de las reformas e inversiones comprometidas para la recepción de los fondos europeos.
La voz de alarma la han lanzado las principales de pymes (Cepyme), la construcción (CNC), la logística (UNO Logística), el metal (Confemetal), el campo (Asaja) o la empresa de trabajo temporal Randstad, que han alertado sobre el elevado número de vacantes sin cubrir que presenta España, cifrado en 109.000 puestos, la gran mayoría en las pymes, según los últimos datos del INE.
Y todo ello a pesar de que España sigue liderando el nivel de paro en la Unión Europea, con más de 3,1 millones de desocupados, lo que según el sector empresarial refleja que el mercado laboral español presenta problemas estructurales al no ser capaz de cubrir un buen número de vacantes pese al alto nivel de paro.
El presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, incidió en que casi el 70% de las vacantes de empleo que hay en estos momentos en España están en empresas de menos de 200 trabajadores y afecta a todos los sectores, desde la agricultura a la industria, pasando por la construcción y los servicios.
Desde la patronal explican que la especial afectación en las pymes de la escasez de mano de obra se debe a la no disponibilidad de recursos para atraer a los trabajadores que estas empresas necesitan. «Se trata de un problema que ralentiza la recuperación y supone un gran desafío para el futuro de nuestra economía, poniendo en riesgo buena parte del tejido productivo, sobre todo en zonas despobladas”, alertó Cuerva.
El Plan de Recuperación, en juego
Estas dificultades de las empresas a la hora de encontrar trabajadores para determinadas vacantes, sobre todo personal cualificado, pone en riesgo la ejecución de las reformas e inversiones comprometidas con Bruselas para la recepción de los hasta 154.000 millones de euros de fondos europeos que recibirá España entre subvenciones y préstamos hasta 2026.
La Confederación Nacional de la Construcción (CNC) supedita el cumplimiento del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia a la mejora de aquellos oficios que permitan la capacitación de estos empleados en áreas como la digitalización o la transición ecológica, sobre todo teniendo en cuenta que en torno a siete de cada diez euros de estos recursos europeos los canalizará el sector de la construcción.
En este sentido, CNC reclama al Ejecutivo la puesta en marcha de un Plan de Choque para combatir el paro juvenil, que actualmente supera el 30% y es uno de los más altos de la Unión Europea, e incorporar a 700.000 nuevos profesionales en los próximos años a través de la Fundación Laboral de la Construcción (FLC), una entidad tripartita gestionada por CNC, CCOO y UGT que forma cada año a 80.000 alumnos en el más de medio centenar de centros distribuidos por toda España pero tiene potencial para incrementar esa cifra hasta los 200.000.
Según el primer informe sobre el Estado de la mano de obra elaborado por la CNC entre casi medio millar de compañías asociadas, el 65% de las constructoras ve “extremadamente difícil” contratar encargados de obra. Entre los perfiles más difíciles de contratar también estarían los capataces, albañiles, encofradores y operarios de puesta en obra de hormigón, así como los carpinteros, instaladores de fachadas técnicas, montadores de prefabricados estructurales, especialistas en trabajos verticales u operadores de grúas, montacargas y de maquinaria similar de movimiento de materiales.
Por el contrario, el informe muestra que entre los perfiles que menor dificultad presentan para las constructoras a la hora de contratar destacan, por este orden, pintores y empapeladores, cristaleros, peones de la construcción de edificios, peones de obras públicas y operadores de carretillas elevadoras. El estudio muestra también que la gran mayoría de las constructoras en España tendrá dificultades para encontrar trabajadores cuando se contenga la escalada de los precios de la energía y los materiales, que sigue siendo la principal amenaza para el sector.
El presidente de la CNC, Pedro Fernández-Alén, estima que la construcción necesitará en los próximos años a «cientos de miles de trabajadores», sobre todo jóvenes y mujeres, para impulsar las transiciones digital y ecológica y para acelerar la recuperación. Actualmente, el número de afiliados del sector de la construcción supera los 1,3 millones de trabajadores y con la incorporación del potencial en formación podría incluso superar los dos millones.
Cierre de pymes y despoblación
El problema de la falta de mano de obra se palpa también en las agencias de colocación. El director de Randstad Research, Valentín Bote, estimó que España tiene un problema de déficit de talento, puesto que un 56% de empresas está teniendo problemas de búsqueda de perfiles, tanto de alta cualificación como de baja cualificación.
Más allá del impedimento para la recepción de los fondos europeos, entre las consecuencias de la falta de mano de obra destacan el agravamiento de la despoblación, el cierre de pymes y el recorte en la productividad de las empresas, ya que la falta de personal impide a las compañías desarrollarse e innovar. Asimismo, el déficit de trabajadores se convierte un freno de la actividad y de la inversión.
El presidente de UNO Logística, Francisco Aranda, remarcó la importancia de la formación, sobre todo en digitalización y el uso del Big Data, ya que «las empresas que hacen uso intensivo de los datos tienen 19 veces más posibilidades de ser rentables”, al tiempo que el presidente de Confemetal, José Miguel Guerrero, incidió en la importancia de la formación profesional ante la falta de trabajadores cualificados en las distintas ramas de industria, servicios y comercio, algo en lo que coincidió también el presidente de AMETIC, Pedro Mier.
El director general de ASAJA, Juan José Álvarez, lamentó que la falta de empleo en el campo es un mal que se arrastra desde hace muchos años, lo que ha llevado al sector a tener que recurrir a la contratación en otros países a través de distintos convenios”. «Esta situación se ve agravada por la regulación en materia laboral que no tiene en cuenta la realidad y necesidades del sector y las características de temporalidad y estacionalidad que le son propias», criticó.