La facturación de las grandes empresas se frena y alerta sobre la crisis en otoño
Las ventas del comercio minorista y de los suministros energéticos contribuyen a la rebaja
Las ventas diarias de las grandes empresas fueron de media de 3.706 millones de euros entre el 13 de julio y el 9 de agosto, lo que supone un descenso con respecto a los periodos de 28 días anteriores. En términos interanuales, la facturación creció un 29,3%, lo que a su vez indica que el crecimiento es menor al que se registró la pasada semana.
Estos datos corresponden al seguimiento semanal de las ventas interiores diarias que publica la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT). En esta estadística, se recoge la evolución de las empresas incluidas en el sistema de suministro inmediato de información, es decir, aquellas con un volumen de operaciones superior a los 6 millones de euros, los grupos de IVA y las acogidas al registro de devolución mensual del IVA.
Según la información de la AEAT, la facturación media diaria de las grandes empresas ha ido en descenso desde las últimas cinco semanas. Entre el 15 de junio y el 12 de julio, las ventas medias ascendían a 3.730 millones de euros, un 0,6% más que el último dato.
No se trata de un descenso muy abultado, pero sí que durante semanas se ha ido mermando la facturación de las grandes compañías. En el último periodo, que comprende del 13 de julio al 9 de agosto, los mayores descensos interanuales se han producido entre las empresas de suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado, y en el comercio minorista.
Si se observa el detalle por sectores, varias industrias experimentan un retroceso de su facturación en comparación con periodos anteriores. Las ventas de la industria textil pasan de una media diaria de 19,4 millones a los 16,7, en cinco semanas. La química retrocede de los 60,5 a los 56,7 millones y la metalurgia y la industria de hierro y acero pasa de los 76,9 a los 69,9 millones.
Crisis en otoño
Las cifras publicadas por la Agencia Tributaria avanzan una realidad que ya advierten patronales, sindicatos y el propio Gobierno, que la situación económica puede tensarse todavía más en otoño. Tras el impulso del consumo y el turismo en verano, la CEOE ya señaló con los datos de empleo del mes de julio que se estaba produciendo una «desaceleración».
La pasada semana, el presidente de Madrid Foro Empresarial, Hilario Alfaro, avanzaba que el otoño será “bastante más duro de lo que pensamos” al ser preguntado sobre la posibilidad de una recesión económica, y ha anticipado que en invierno habrá una “tormenta perfecta”, dada la crisis energética en la que está inmersa principalmente Europa a causa de la guerra en Ucrania.
Por su parte, el Ejecutivo busca evitar consecuencias económicas a una posible falta de suministro energético si Rusia decide cortar el gas que exporta a países de la Unión Europea. Este jueves es una fecha clave para el Gobierno, ya que espera lograr el apoyo del resto de grupos políticos en el Congreso de los Diputados al decreto de ahorro energético. La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, aseguró este miércoles que los votos favorables están garantizados.
Teresa Ribera aseguró que los votos favorables al decreto de ahorro energético están garantizados
Si bien desde el punto de vista energético el impacto de un corte de suministro por parte de Rusia no sería muy grave para la economía española, sí sufriría de forma indirecta si Alemania u otras economías comunitarias entran en recesión.
Los principales organismos que realizan previsiones macroeconómicas descartan que en España se produzca una recesión durante este año. Sin embargo, el modelo de predicción de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) sí ha abierto la puerta a esta posibilidad.
Riesgos para la economía española
Una guerra más larga de lo previsto, que complique la situación energética y que, a su vez, impulse los precios del gas y el petróleo al alza, suponen los mayores riesgos para la economía española. Además, volviendo a los datos de empleo, cabe recordar que en julio se produjo la primera destrucción de puestos de trabajo de toda la serie histórica en este mes.
La inflación en el 10,8%, según el dato publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), supone que los hogares están perdiendo poder adquisitivo, ya que las subidas salariales no alcanzan el nivel de crecimiento de los precios. Además, también supone un incremento para los costes empresariales, una situación que obliga a las compañías a moderar sus márgenes.
Con todo, si la economía logra mantenerse en terreno positivo en los dos trimestres que quedan de año, la previsión del Gobierno, de un crecimiento interanual del PIB del 4% estaría más cerca de cumplirse. Sin embargo, el Ejecutivo ya prepara un plan de contingencia que podría activarse si el escenario internacional se complica.