La factura de la luz se dispara un 63% en un año y la gasolina un 30%
La inflación subió al 5,4% en octubre, su mayor tasa desde 1992 por el encarecimiento de la electricidad y los combustibles
El incremento incesante de los precios no encuentra freno, espoleado por el encarecimiento a nivel internacional del precio de la energía, lo que ha encarecido la factura de la luz un 62,8% en España en el último año, un alza que repercute en otras categorías de productos y ha llevado la inflación a dispararse hasta el 5,4% en octubre, su cota más alta en 29 años.
En vísperas de la campaña navideña, además del impacto del elevado precio de la electricidad en los hogares españoles, se añade el encarecimiento del 26,5% que registra la gasolina a nivel interanual y el repunte del 30,5% del gasóleo, según los datos definitivos de IPC publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En un momento de crisis energética mundial en el que el coste de la electricidad en el mercado mayorista ha registrado varios máximos históricos en las últimas semanas, a pesar de que el plan de choque del Gobierno para bajar la factura, el precio ha subido un 10% a nivel mensual. En lo que va de año el coste de la electricidad ha subido un 53,8%.
El precio de la luz ha seguido en aumento a pesar de que el Gobierno se vio obligado a tener que adoptar nuevas medidas para evitar su repercusión en el recibo de la luz, más allá de la rebaja del IVA y la suspensión del impuesto de generación eléctrica ya aprobados.
Así, aprobó la prórroga de la bajada del IVA del 21% al 10% hasta 2022, mantener congelado el impuesto a la generación hasta marzo, reducir el impuesto especial a la energía eléctrica del 5,11% actual al 0,5%, lo que podría reducir la factura de la luz en 1.000 millones en el trimestre. A ello se sumará un recorte de los beneficios extraordinarios de las eléctricas de 650 millones.
No obstante, si no se tuviesen en cuenta las últimas bajadas de los impuestos sobre la luz, la subida interanual del precio de la electricidad sería del 86,3% en octubre, según refleja el IPC a impuestos constantes. Al impacto de la luz se suma el alza del 30,5% del gasóleo y del 26,5% de la gasolina en el último año, agudizado tras elevarse un 5% y un 2,9% a nivel mensual, acumulando en lo que va de año unos alzas del 25,5% y del 23,3%, respectivamente.
El IPC marca su mayor tasa desde 1992
El dato de inflación del 5,4% es una décima inferior al 5,5% del dato adelantado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) el pasado 28 de octubre, si bien supone la tasa interanual más alta desde septiembre del año 1992, de la que tiraron la electricidad y las gasolinas, tras subir un punto y medio por encima del mes previo.
De esta forma, se confirma que el IPC acumula diez meses consecutivos con tasas positivas, si bien el índice a impuestos constantes, es decir, sin tener en cuenta la bajada del IVA de la electricidad del 21% al 10% aprobada en agosto ni la suspensión del Impuestos sobre el Valor de la Producción de Energía Eléctrica del 7%, ni la bajada del impuesto especial sobre la electricidad, refleja que la inflación interanual habría sido aún mayor, del 6,1%.
Con todo, la cifra pulveriza las previsiones y refleja que la economía española empieza a interiorizar el aumento de los precios energéticos al trasladarse a la cesta de la compra, por lo que la crisis energética de carácter temporal se está transfiriendo de forma estructural a la economía.
Ello explica que la tasa de inflación subyacente, aquella que excluye los componentes más volátiles (productos energéticos y alimentos no elaborados) suba apenas cuatro décimas, hasta el 1,4%, la tasa más alta desde julio de 2017.
A nivel mensual (octubre sobre septiembre), los precios de consumo registraron en décimo mes del año un alza de 1,8 puntos respecto al mes, por lo que la tasa mensual del IPC ha aumentado siete meses en lo que va de año, aunque es dos décimas inferior la dato adelantado por el INE.
Impacto en el poder adquisitivo
La escalada de la inflación continúa así cercenando el poder adquisitivo de los salarios, ya que los salarios pactados en convenio (2.603 convenios registrados para 6,5 millones de trabajadores) subieron de media un 1,55% hasta octubre, lejos del IPC definitivo del 5,4% en octubre, según la estadística de negociación colectiva del Ministerio de Trabajo y Economía Social.
También resta poder de compra para el colectivo de los 9 millones de pensionistas y los más de 2,5 millones de empleados públicos cuya subida salarial aprobada para 2021 era del 0,9%.
A pesar de la escalada de precios, instituciones como el Banco de España son optimistas en que la situación se reconduzca a lo largo de la recuperación económica, calculando que el IPC cierre este año en el 2,1%, para moderarse al 1,7% en 2022 y al 1,3% en 2023. El Gobierno prevé que también se modere y la crisis energética se vaya disipando a mediados del próximo año.
Mayores subidas y bajadas
A nivel anual las mayores subidas se han registrado en el precio de la electricidad (+62,8%), combustibles líquidos (+57,1%), otros aceites (+33,6%), el butano y propano (+33,4%) , el gasóleo (+30,5%) y la gasolina (+26,5%). Por el contrario, las mayores bajadas de precio se han dado en los peajes y aparcamientos (-22,4%), los equipos de telefonía móvil (-7%), los vuelos nacionales (-3,5%), otros soportes informáticos (-3%), los juegos y aficiones (-2,5%) y los frutos secos (-2,4%).
Estadística explica que en la subida interanual de 1,5 puntos los grupos que más han influido son vivienda, con un alza del 20,5% a consecuencia del aumento de los precios de la electricidad; y en menor medida los precios del gasóleo para calefacción y el gas. También ha influido el transporte, que incrementa su tasa dos puntos y medio, hasta el 12,3%, principalmente por el aumento de los precios de los carburantes y lubricantes para el transporte personal.
A ello se sumaron las comunicaciones (-0,5%), con una tasa dos puntos superior al mes pasado por el precio de los servicios de telefonía y fax; y los hoteles, cafés y restaurantes, con una tasa del 2%, al bajar los precios de los servicios de alojamiento menos que el año pasado. En menor medida influyeron los precios de la restauración.
Por último, el ocio y la cultura, con una variación del 1,5%, se debió casi en su totalidad al menor descenso de los precios de los paquetes turísticos.
Una inflación que cerca a la recuperación
La tendencia alcista de la inflación es uno de los principales factores que ha llevado a los organismos internacionales y nacionales a tener en cuenta a la hora de rebajar las previsiones de recuperación económica en España.
Este punto, junto a la crisis de suministros y de forma notable la revisión a la baja del crecimiento del segundo trimestre por el INE ha provocado una ola de rebaja de previsiones, tanto del FMI, como el Banco de España, Funcas, BBVA Research, la Cámara de Comercio de España y ayer mismo Axesor y Bruselas.
La Comisión Europea anunció sus previsiones de otoño que reducen en 1,6 puntos porcentuales su pronóstico de crecimiento de España para este año, hasta el 4,6%, y en ocho décimas la de 2022, hasta el 5,5%. Para 2023 reduce el repunte del PIB hasta el 4,4%.
A pesar de ello, el Gobierno defiende sus previsiones de un avance del PIB del 6,5% este año y del 7% en 2022, estimación base para los Presupuestos de 2022, y la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, insiste en que las cifras son «prudentes» y pese al contexto menos favorable se cumplirán los pronósticos de reducción de déficit y de deuda en ambos ejercicios.
Eso sí, Calviño ya advirtió de que la escalada de precios de la luz junto a la crisis de suministros internacional podría suponer un freno a la recuperación.