La factura de la luz se dispara casi un 50% en noviembre, con el IPC en máximos de 29 años
Los alimentos y las gasolinas impulsan los precios un 5,5% la inflación en vísperas de Navidad, aunque el dato es una décima inferior a lo avanzado por el INE
El incremento incesante de los precios no encuentra freno, espoleado por el encarecimiento a nivel internacional del precio de la energía, lo que ha encarecido en noviembre la factura de la luz un 46,7% en España en el último año, un alza que repercute en otras categorías de productos y ha llevado la inflación a dispararse hasta el 5,5% en noviembre , su cota más alta en 29 años.
Aunque el dato interanual de los precios de noviembre es el más elevado desde septiembre de 1992, con once meses consecutivos de tasa positiva, el dato del 5,5% confirmado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) es una décima inferior a lo adelantado por el organismo el pasado 29 de noviembre.
El precio de la electricidad sigue disparado en un momento de crisis energética mundial en el que el coste de la electricidad en el mercado mayorista ha registrado varios máximos históricos, de nuevo este miércoles con 291,73 euros por megavatio hora (MWh), por los elevados precios del gas.
No obstante, tras el plan de choque del Gobierno para bajar la factura, el precio ha descendido un 6,8 a nivel mensual en noviembre, pero un 46,7% a nivel interanual. En lo que va de año el coste de la electricidad ha subido un 43,4%.
El Gobierno se ve obligado a prorrogar ayudas fiscales por la luz
El precio de la luz ha seguido en aumento a pesar de que el Gobierno se vio obligado a tener que adoptar nuevas medidas para evitar su repercusión en el recibo de la luz, más allá de la rebaja del IVA y la suspensión del impuesto de generación eléctrica ya aprobados.
Así, aprobó la prórroga de la bajada del IVA del 21% al 10% hasta 2022, mantener congelado el impuesto a la generación hasta marzo, reducir el impuesto especial a la energía eléctrica del 5,11% actual al 0,5%, lo que podría reducir la factura de la luz en 1.000 millones en el trimestre. A ello se suma un recorte de los beneficios extraordinarios de las eléctricas de 650 millones.
Tras este paquete, el Gobierno se ve obligado a prorrogar las ayudas fiscales a partir del 1 de enero, cuando caducan las actuales ventajas fiscales, ya que las perspectivas de los mercados a futuros para 2022 no son mucho mejor y apuntan a que los altos precios de electricidad podrían continuar.
No obstante, si no se tuviesen en cuenta las últimas bajadas de los impuestos sobre la luz, la subida interanual del precio de la electricidad sería del 67,8% en noviembre, según refleja el IPC a impuestos constantes.
Alimentos y gasolinas impulsan la inflación
En vísperas de la campaña navideña, además del impacto del elevado precio de la electricidad en los hogares españoles, se añade el encarecimiento del 29,4% que registra la gasolina a nivel interanual y el repunte del 32,8% del gasóleo.
A nivel mensual ambos carburantes vuelven a subir un 1,9%, y ello lleva a que en el acumulado del año la gasolina suba un 25,7% y el diésel un 27,8%. Según Estadística, el alza de los carburantes y lubricantes para el transporte personal, junto al aumento de los precios de los alimentos en vísperas de Navidad explican el comportamiento de la inflación en noviembre.
Con todo, la cifra del IPC del 5,5%, con un acumulado del 5,3%, pulveriza las previsiones y refleja que la economía española empieza a interiorizar el aumento de los precios energéticos al trasladarse a la cesta de la compra, por lo que la crisis energética de carácter temporal se está transfiriendo de forma estructural a la economía.
Ello explica que la tasa de inflación subyacente, aquella que excluye los componentes más volátiles (productos energéticos y alimentos no elaborados) subió solo tres décimas, hasta situarse en el 1,7%, 3,8 puntos por debajo de la del IPC general pero la tasa más alta desde julio de 2013.
A nivel mensual (noviembre sobre octubre), los precios de consumo registraron en el undécimo mes del año un alza del 0,3%, una décima menos que el dato adelantado.
Mayores subidas y bajadas
A nivel anual las mayores subidas se han registrado en el precio de los combustibles líquidos (+62,7%), la electricidad (46,7%), el butano y propano (+33,6%), gasóleo (+32,8%), otros aceites (+32,2%) y gasolina (+29,4%). Por el contrario, las mayores bajadas de precios se dan en los peajes y aparcamientos (-22,5%), equipos de telefonía móvil (-53,3%), otros soportes informáticos (-3,4%), vino de uva (-2,1%), el transporte de pasajeros por mar (-2%) y los automóviles de segunda mano (-1,9%).
Estadística explica que en el IPC de noviembre tuvieron una mayor influencia el grupo de alimentos y bebidas no alcohólicas, cuya variación se sitúa en el 3,3%, destacando que los precios de las frutas bajaron en 2020 más que este mes y, en menor medida, que el precio de la carne sube, mientras que disminuyó el año pasado.
También influyó el transporte, que incrementa su tasa más de un punto, hasta el 13,5%, a consecuencia de la subida de los precios de los carburantes y lubricantes para el transporte personal, que bajaron el año anterior, así como de hoteles, cafés y restaurantes, con una tasa del 2,5%, ya que los precios de los servicios de alojamiento bajan este mes menos que en 2020, y a que los precios de la restauración suben, mientras que se mantuvieron estables
el año pasado.
En sentido contrario, la vivienda, con una tasa del 16,8%, casi cuatro puntos menos que en octubre, influyó a la baja en el IPC, por el descenso de los precios de la electricidad, frente al alza en 2020.
Impacto en el poder adquisitivo
La escalada de la inflación continúa así cercenando el poder adquisitivo de los salarios, ya que los salarios pactados en convenio (2.757 convenios registrados para 7,33 millones de trabajadores) subieron de media un 1,49% hasta noviembre, lejos del IPC definitivo del 5,5% en noviembre, según la estadística de negociación colectiva del Ministerio de Trabajo y Economía Social.
También resta poder de compra para el colectivo de los 9 millones de pensionistas y los más de 2,5 millones de empleados públicos cuya subida salarial aprobada para 2021 era del 0,9%.
A pesar de la escalada de precios, instituciones como el Banco de España son optimistas en que la situación se reconduzca a lo largo de la recuperación económica, calculando que el IPC cierre este año en el 2,1%, para moderarse al 1,7% en 2022 y al 1,3% en 2023. El Gobierno prevé que también se modere y la crisis energética se vaya disipando a mediados del próximo año.
Una inflación que cerca a la recuperación
La tendencia alcista de la inflación es uno de los principales factores que ha llevado a los organismos internacionales y nacionales a tener en cuenta a la hora de rebajar las previsiones de recuperación económica en España.
Este punto, junto a la crisis de suministros y de forma notable la revisión a la baja del crecimiento del segundo trimestre por el INE ha provocado una ola de rebaja de previsiones, tanto la Comisión Europea, OCDE y FMI, como el Banco de España, Funcas, BBVA Research y la Cámara de Comercio de España.
A pesar de ello, el Gobierno defiende sus previsiones de un avance del PIB del 6,5% este año y del 7% en 2022, estimación base para los Presupuestos de 2022, y la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, insiste en que las cifras son “prudentes” y pese al contexto menos favorable se cumplirán los pronósticos de reducción de déficit y de deuda en ambos ejercicios.
Eso sí, Calviño ya advirtió de que la escalada de precios de la luz junto a la crisis de suministros internacional podría suponer un freno a la recuperación.