Los expertos piden al Gobierno no subir el Impuesto de Sociedades ante el pacto global
Los expertos estiman que el acuerdo global para fijar un tipo mínimo del 15% del Impuesto de Sociedades aportará entre 800 millones y 1.200 millones de euros en ingresos a España
El próximo mes de octubre se darán a conocer los detalles del acuerdo alcanzado en el marco de la OCDE , el G7 y el G20 para impulsar un tributo mínimo del 15% sobre las multinacionales a escala internacional y que paguen allí donde operan aunque no tengan sede física, pero hasta que llegue los expertos piden al Gobierno no subir el tipo actual del 25% ni incluir medidas recaudatorias en la reforma del tributo.
Dos de los principales expertos en materia del Impuesto de Sociedades, el ex subdirector de Impuestos sobre las Personas Jurídicas, Eduardo Sanz Gadea, y el profesor de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Jorge Onrubia, han coincidido en que la competencia fiscal entre Estados no hace recomendable nuevas medidas recaudatorias en este tributo.
Así lo han señalado en un acto organizado por el Consejo General de Economistas (CGE) y el Registro de Economistas Asesores Fiscales (Reaf), en el que se ha debatido sobre las posibles propuestas de cara al comité de expertos designado por el Ministerio de Hacienda para la futura reforma fiscal en profundidad del sistema tributario español.
Los economistas han coincidido también en que la fiscalidad de España no es demasiado atractiva a la inversión extranjera y el tipo de gravamen no resulta competitivo, por lo que consideran que no debería aumentar y la reforma inevitable del tributo, ante el pacto global, no debería incorporar medidas recaudatorias.
España ingresará hasta 1.200 millones por el acuerdo global sobre Sociedades
El pacto global alcanzado en el marco de la OCDE, el G7 y el G20 contempla un primer pilar que abarca a las multinacionales con ingresos globales superiores a los 20.000 millones de euros y una rentabilidad por encima del 10%, salvo empresas extractivas (petroleras o mineras) y de servicios financieros.
Con el consenso internacional se establecerá que las multinacionales tributen por los ingresos que se obtengan en las jurisdicciones donde se consuman los bienes y servicios. Entre tanto, el segundo pilar incluye a las empresas con una facturación de 750 millones de euros o más a nivel global, fijando un tipo mínimo del 15% en todas los Estados que se sumen al acuerdo.
Sanz Gadea ha valorado la aportación del pacto global a la justicia fiscal pero ha apuntado que la recaudación será «poca» y no superará los 700 u 800 millones de euros aproximadamente con el primer pilar, en línea con lo estimado por el Observatorio Fiscal de la Unión Europea hace meses cuando empezó a fraguarse el acuerdo.
Más optimista se ha mostrado el profesor de la UCM, Jorge Onrubia, que calcula unos ingresos de entre 1.000 millones y 1.200 millones, al restar importancia al impacto de la eliminación del impuesto a determinados servicios digitales.
El impacto del fin de la ‘tasa Google’ española
Tal y como avisaron varios expertos desde hace meses, el pacto global sobre imposición a multinacionales conllevará la eliminación de la conocida como ‘tasa Google’ española, pero según Onrubia el impacto no será notable ya que las previsiones iniciales de recaudación estaban sobrevaloradas.
En este sentido, ha considerado. que «en ningún caso» se superarán los 3.000 millones de recaudación en España con el efecto del nuevo pacto global, ya que además de la afectación del fin de la ‘tasas Google’ española hay que restar los ingresos de los cuatro grandes grupos cuya tributación se tendrá que repartir a terceros países.
Sanz Gadea y Onrubia han apuntado, no obstante, la dificultad de concretar el impacto hasta que se publiquen los trabajos en octubre en el seno de la OCDE, sobre todo en lo referido al cálculo del beneficio al que se aplicará el tipo mínimo, y creen que los cambios en España vendrán dados por las modificaciones «ambiciosas» que se fijen en la UE
En cualquier caso, han asegurado que en el medio plazo es posible volver a recaudaciones anuales en torno a 25.000 millones de euros, pero han insistido en que no sería recomendable que se intentara conseguir a través de medidas de corte exclusivamente recaudatorio, porque ello haría que la tributación de las empresas no fuera competitiva a nivel internacional.
Los problemas del impuesto vigente
Los expertos ven «inviable» poder volver a una recudación récord de casi 45.000 millones como la obtenida en 2007, en medio de la burbuja inmobiliaria, pero señalan que el nivel de ingresos previo a la pandemia, de en torno al 2,3% del PIB, se sitúa en consonancia con el 2,9% de la UE.
Respecto a los problemas del impuesto de Sociedades vigente, Sanz entiende que el mayor defecto desde hace tiempo es que «no es equitativo», porque regula unos beneficios fiscales selectivos –I+D+i, empresas cinematográficas, arrendamiento de viviendas, adquisiciones en régimen de arrendamiento financiero-, a la vez que penaliza a empresas endeudadas o con resultados cíclicos.
De su lado, Onrubia opina que uno de los principales problemas es su limitada capacidad recaudatoria, las restricciones a la compensación de pérdidas –con las tensiones financieras que acarrea para entidades con difícil acceso a la financiación–, las limitaciones a la deducción de gastos financieros y que los coeficientes de amortización, especialmente los de activos vinculados a la digitalización, son demasiado conservadores“.
El presidente del CGE, Valentín Pich, ha subrayado que el Impuesto sobre Sociedades español es homologable al del resto de países del entorno, pero necesita corregir algunos aspectos técnicos, y cree posible que «la recaudación se incremente al rebufo de los cambios que se producirán a nivel internacional y a medida que aumenten los beneficios empresariales”.