Europa y Estados Unidos estudian prohibir la compra del petróleo ruso
Pese al golpe a la economía rusa, la posible medida podría perjudicar a la economía mundial al provocar una subida de precios de la energía, ya altos de por sí
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha revelado que este domingo están estudiando junto con sus aliados de Europa imponer una nueva sanción al Gobierno de Vladímir Putin en represalia por su ofensiva en Ucrania. Esta vez se trata de la prohibición de la compra de petróleo procedente de Rusia, lo que privaría al Kremlin de una importante fuente de ingresos.
Desde el inicio del conflicto bélico en Ucrania, los gobiernos occidentales han ido aislando a la economía rusa a través de diversas sanciones. Asimismo, muchas grandes empresas internacionales han anunciado a lo largo de esta que dejan de vender sus productos en Rusia, suspenden sus operaciones o incluso abandonan el país, tratando de hacer su propio boicot a Rusia, más allá de las limitaciones que ha puesto la Unión Europea u otras instituciones.
«Estamos ahora conversando con nuestros aliados europeos y nuestros aliados para mirar de manera coordinada a la posibilidad de prohibir la importación de petróleo ruso mientras nos aseguramos de que hay una oferta suficiente de petróleo en los mercados globales. Las conversaciones son muy activas», ha avanzado Blinken, que se encuentra en Moldavia, tras abordar la cuestión con el presidente estadounidense, Joe Biden, y otros miembros del Gobierno.
Sin embargo, pese al golpe a la economía rusa, la posible medida podría perjudicar a la economía mundial al provocar una subida de precios de la energía, ya altos de por sí, por lo que, de momento, los gobiernos occidentales se han resistido a adoptar esta sanción. De hecho, cabe resaltar que este próximo lunes, España batirá su máximo histórico en cuestión del precio de la luz, que se dispara hasta los 442,54 euros por megavatio por hora (Mw/h), un valor sin precedentes desde que existen registros.
A pesar de este posible impacto económico a escala mundial, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, que se reunió este sábado de manera virtual con 280 miembros del Congreso de Estados Unidos, ha exigido también que se prohíba la importación de petróleo ruso, ante lo que muchos legisladores expresaron su respaldo, presionando aún más a Joe Biden para que tome la decisión.
Por su parte, la Unión Europea sigue barajando todos los escenarios posibles, evitando por el momento expresar sobre la medida en cuestión. Aunque la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que se encuentra en Berlín, reiteró su deseo de que Europa deje de depender de Rusia, diversifique sus fuentes de energía y acelere su inversión en energías renovables, ha rechazado declarar acerca de la conversación con Washington sobre el petróleo ruso.
Y es que, el club comunitario depende, con gran margen de diferencia respecto a Estados Unidos, del suministro de Rusia, debido a que, según los últimos datos del año 2019 aportados por Eurostat, se importa el 41% del gas natural y el 27% del petróleo que consume del territorio ruso. En cambio, Estados Unidos, de acuerdo a la Administración de Información Energética de Estados Unidos, solo importa el 7,9% de petróleo de ese país.
De esta manera, para el país de Joe Biden resulta más fácil tomar la decisión de aventurarse a imponer la prohibición del suministro ruso, ya que tiene capacidad para producir su propio gas y petróleo gracias a la fracturación hidráulica y otras formas de extracción. Eso sí, Estados Unidos sigue importando energía de otros países porque su consumo doméstico es mucho mayor que la producción interna.