Un hito convertido en reto: el BCE deberá introducir el euro digital sin trastocar el negocio de los bancos
Las consultoras creen que el "BCE debe ser muy cuidadoso con no introducir ninguna disrupción innecesaria en el entorno bancario"
El euro digital se ha convertido en una de las grandes apariciones en el entorno bancario del Viejo Continente. La que apunta a ser la alternativa digital clara al dinero en metálico está en su fase final. Pese a que los grandes jugadores del entramado financiero consideran que la divisa europea digital es un hito, también creen que es un reto. Y es que, pese a que todo apunta a que los plazos de entrada de la CBDC se cumplirán, el Banco Central Europeo (BCE) deberá trazar una hoja de ruta en la que el euro digital entre de lleno en los bancos, pero sin trastocar sus negocios.
La divisa digital de la eurozona también se ha colado en las ponencias de las jornadas organizadas por la APIE. Pese a que los expertos creen que se trata de una oportunidad única para consagrar la modernización de la economía y dar un paso de gigantes hacia la digitalización monetaria, también coinciden en que la integración de la moneda digital debe ser pausada.
El BCE, cuidadoso con la gestión del euro digital
Preguntado por ECONOMÍA DIGITAL en la tercera sesión de las jornadas de la APIE, Francisco Uría, socio responsable de banca de KPMG, expresó que «el Banco Central Europeo está tratando de ser muy cuidadoso con no introducir ninguna disrupción innecesaria en el entorno bancario«. El experto, quien cree que es una de las principales cuestiones regulatorias que los órganos de gobierno comunitarios deben abordar, considera que la institución liderada por Christine Lagarde «no quiere provocar ningún cambio significativo en el sistema bancario actual».
Aunque sí que piensa que va a cambiar el modelo de pago actual, el socio responsable de banca de la consultora americana considera que «el efecto de la entrada del euro digital va a ser pequeño» en el entorno bancario. Es decir, el experto cree que, por un lado, el BCE plantea la entrada del euro digital de una forma en la que se consagre la moneda, pero sin generar cambios innecesarios en los modelos bancarios.
PwC y Deloitte creen que hacen falta más detalles
PriceWaterhouseCoopers (PWC) y Deloitte se alinearon con la respuesta ofrecida por el experto de KPMG. En el caso de la primera, Pablo Martínez, socio responsable de Deals Sector Financiero en PwC, apeló a la cautela, explicando que «hay que esperar a que se publiquen» los detalles del euro digital para vislumbrar un efecto positivo, o negativo, sobre el terreno bancario.
El experto señaló a este medio de comunicación que «el problema está en cómo se va a diseñar» la moneda digital. Por su parte, José Manuel Domínguez, socios des de Sector Financiero en Deloitte, se suscribió a las palabras de Martínez, y añadió que «faltan detalles» y que, por parte de la banca, no están «ni positivos, ni negativos, aunque puede haber una posición negativa de primeras». Pese a ello, los más sonado por parte del socio de Deloitte es que la banca está «expectante» a que se definan los detalles del que podría ser uno de los grandes hitos de la economía europea.
El 28 de junio, la fecha clave
Por lo pronto, y tras los vaivenes en torno a la oficialización del marco legal de los que informó en primicia este medio, todo parece estar previsto para que el próximo 28 de junio se definan el marco regulatorio del euro digital. La idea es que la moneda virtual eche a rodar a finales de este ejercicio.
Sea como fuere, los expertos de las tres grandes consultoras de cuentas creen que el Banco Central Europeo debe definir la entrada del euro digital sin generar grandes variaciones en el negocio bancario y menos en el momento actual, el cual, pese a ser positivo para las entidades bancarias, sigue copado por las dudas y la inestabilidad macroeconómica. Cualquier contratiempo podría elevar las dudas sobre la entrada del euro digital.
Además de ello, está por ver cómo acopla cada banco el euro digital en su negocio y, por supuesto, cual es la recepción de los clientes. Como poco, el experto de KPMG advierte de que «cambiará los modelos de pago de las entidades financieras».
Cabe destacar que esta divisa tiene por objeto aligerar las transacciones, reducir la presencia en intermediarios en las transacciones y, como explicó Francisco Uría, el euro digital tratará de «eliminar fricción en los pagos transfronterizos».