Lecciones aprendidas tras 10 años de que el euribor activara la gran crisis
Hace una década, poco después del estallido de la crisis económica, el euríbor marcó su máximo histórico: un 5,393%
Este mes de julio, el euríbor celebra una curiosa efeméride: se cumple la primera década desde que el índice de referencia de las hipotecas españolas marcó su máximo histórico, cuando alcanzó el 5,393%, como recuerdan desde el comparador financiero HelpMyCash.com.
Naturalmente, se siente como un recuerdo lejano, no solo por el paso de una década, sino también porque el índice ya lleva dos años y cuatro meses en terreno negativo. Y, aunque el euríbor ha empezado a subir, todo apunta a que ahí seguirá hasta el próximo año, por lo menos.
En estos 10 años, el euríbor se ha convertido en un interés muy atractivo por su cuota reducida a la que algunos ya se han acostumbrado aunada a los diferenciales bajos que ofrecen actualmente las mejores hipotecas. Pero el euríbor no siempre fue un aliado.
El máximo del euríbor estalló con la crisis
Corría julio de 2008. El estallido de la crisis económica meses antes hizo que el paro empezara a dispararse y creciera en cada estadística pública. En ese momento, concretamente la tasa de desempleo cerró el mes en el 11,1% del total de la población activa en España, una cifra que iría empeorando hasta superar el 25% en 2012 y 2013.
Al escenario de destrucción de empleo y de crecimiento de la inflación se le sumó la necesidad de los bancos de disponer de capital, por lo que se endurecieron las condiciones para conceder dinero, incluso entre ellos.
Por esta y otras razones, el euríbor que tomamos como referencia para las hipotecas, que simplificadamente es el interés al que se prestan dinero a un año los principales bancos de Europa, se disparó.
En julio de 2007, con el euríbor en 4,564%, algunas familias pagaban hasta 630,61 euros mensuales
Así pues, los hipotecados no solo vieron que en muchos casos los ingresos de su unidad familiar descendían, sino también que la cuota de su préstamo hipotecario se disparaba, pese a que en ese momento los diferenciales estaban realmente bajos.
Desde HelpMyCash.com ponen como ejemplo una familia con una hipoteca de 120.000 euros a 30 años y un diferencial del 0,25%. En julio de 2007, con el euríbor en 4,564%, la cuota que pagaban era de 630,61 euros mensuales.
Un año más tarde, cuando el índice de referencia alcanzó su máximo histórico, la mensualidad subió hasta los 692,15 euros, un incremento de casi un 10% que, en aquel momento, suponía un fuerte esfuerzo económico.
El euríbor mostró el riesgo de la financiación al 100%
La subida de las cuotas de las hipotecas y el descenso de ingresos hizo que muchas familias no pudieran hacer frente a sus deudas y perdieran la casa.
Si tenemos en cuenta que, además, antes del estallido de la crisis era habitual pedir hipotecas 100 o incluso 100 más gastos, en muchas ocasiones no solo perdieron su vivienda, sino que además siguieron debiendo una gran cantidad de dinero al banco.
Precisamente, una de las grandes lecciones que se han aprendido de la crisis económica y también de la volatilidad que ha mostrado el euríbor en los últimos años es el gran riesgo que conlleva la financiación al 100%.
Por el momento, las hipotecas 100 siguen siendo un producto muy exclusivo
Por ello, estos productos han estado durante mucho tiempo desaparecidos de las ofertas de las entidades bancarias y las pocas que se atrevieron a volver a ofrecerlas abiertamente a las pocas semanas dieron un paso atrás.
Y es que si bien es cierto que hay voces de alarma que señalan que actualmente los criterios de concesión se han relajado ligeramente, por el momento las hipotecas 100 siguen siendo un producto muy exclusivo.
Así, la única manera de conseguirlas es tener un perfil financiero excelente que dé total seguridad al banco de que podremos devolver la deuda contraída u optar por comprar un piso de banco y ayudar a las entidades a aligerar su cartera de viviendas, engrosada de manera excesiva a causa de los embargos.
El auge de las hipotecas fijas
Desde HelpMyCash.com señalan que, otra consecuencia de la situación vivida durante los peores años de la crisis, es que quienes buscan una hipoteca saben cada vez más que es recomendable hacer cálculos de cómo quedaría la cuota de una hipoteca variable en diferentes escenarios de euríbor.
El objetivo es asegurarse de que, ante una nueva subida del índice de referencia, se podría hacer frente a la cuota sin dedicar más del 35% de los ingresos familiares.
Otro punto que cabe destacar es que, si bien las variables antes representaban más del 90% de las nuevas firmas, actualmente apenas superan el 60%.
Muchas de las hipotecas actuales no obligan a la fuerte vinculación ni cobran muchas comisiones, como hace 10 años
Un cambio que ha beneficiado a las hipotecas fijas, que no solo ofrecen más seguridad tanto al hipotecado como al banco al ofrecer una cuota que no varía con el euríbor, sino que además actualmente son mucho más atractivas que hace unos años.
Así, no es complicado encontrar hipotecas fijas con tipos por debajo del 3% o incluso del 2% para plazos más cortos. Un abanico de ofertas muy interesantes que, además, en muchos casos no vienen acompañadas de una fuerte vinculación o de muchas comisiones, como ocurría antes.