Estado hipertrófico: mantiene a más personas que el sector privado
Unos 13,7 millones de personas dependen del sector público en España, 700.000 personas más que del sector privado
La tendencia ha cambiado. Factores como el envejecimiento de la población o la reactivación del sector público hacen que el número de personas que dependen del sector público supere en 700.000 a las que lo hacen del privado.
En total, los empleados públicos, por un lado, y los pensionistas y desempleados con derecho a prestación por otro, suman 13,7 millones de personas frente a los 13 millones de asalariados del sector privado, según una información de El Mundo.
Hace diez años, en 2008, era al revés. Había 13,8 millones de personas dependientes del sector privado frente a 12,5 del público. En España hay 8.771.782 pensionistas; 1.802.670 parados y 3.130.400 empleados públicos que dependen del sector público.
«Esta situación es incompatible en el medio y largo plazo con la sostenibilidad de las finanzas públicas y con el aumento del PIB per cápita», aseguran en el informe realizado por la consultora Freemarket que cruza datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la Encuesta de Población Activa y el Ministerio de Trabajo.
Situación preocupante
En 2013 se produjo la mayor diferencia entre los sectores. Las personas dependientes de lo público superaron los 14,24 millones y sumaron 2,8 millones más que los 11,4 con salario privado. Esto se entiende en parte por las ayudas al desempleo.
Por ello, a medida que se fue creando empleo la brecha ha ido disminuyendo. En el último año, la cifra de los que cuentan con ingresos públicos ha roto su racha descendente y ha vuelto a subir tras el regreso de oferta de empleo público en todos los niveles de las administraciones.
Pese a que la gran mayoría de los que reciben ingresos públicos también contribuyen con impuestos, el informe defiende que el desequilibrio es preocupante para el futuro económico del país.
El estudio asegura que una de las consecuencias es la presión constante a elevar el gasto público
«Las consecuencias de esa España subvencionada y mayoritaria son una presión constante a elevar el gasto público del que se benefician y los impuestos que lo financian (…) constituye además una tentación irresistible a quienes desean ganar las elecciones», explica el texto.
Además añade que esos segmentos de la población española son «los grandes beneficiarios de un modelo político, social y económico en el que la principal industria nacional es la extracción de rentas de la España productiva hacia la improductiva».