Esta es la alternativa a la hipoteca si quieres comprar una vivienda barata
Pedir un préstamo personal para comprar la vivienda es recomendable si necesitamos menos de 100.000 euros, aunque no es la mejor opción para todos los perfiles
Los préstamos hipotecarios llevan meses encareciéndose como consecuencia de las tres subidas de los tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE): una en julio, de 50 puntos, otra en septiembre, de 75 puntos y una más en octubre, por otros 75 puntos.
En este contexto, las hipotecas variables que se renueven aumentarán sus cuotas, mientras que las nuevas hipotecas (ya sean fijas o variables) ya están siendo contratadas de inicio con tipos de interés de entre el 2 y el 3%, según los últimos datos del INE.
Ventajas e inconvenientes de cada tipo de préstamo
En ciertos casos puede ser atractivo pedir un préstamo personal para comprar la vivienda, aunque solo es recomendable si necesitamos menos de 100.000 euros porque al amortizar el préstamo en pocos años terminaremos pagando menos intereses que con una hipoteca de más de dos décadas.
Los préstamos personales tienen tipos de interés mucho más elevados que los hipotecarios y plazos de amortización menores, pero tienen menos costes de gestión, notaría, registro y evitan pagar la tasación de la vivienda.
En el otro lado, los préstamos al consumo tienen tipos de entre el 5% y el 8%, frente al 2,5% en el que se mueven, de media actualmente, los hipotecarios, y suelen requerir amortización en 10 años. Además, el importe máximo de estos préstamos suele estar en el entorno de los 75.000 euros.
Por tanto, la financiación hipotecaria es, por ahora, más económica a largo plazo, pero más costosa al inicio. Además, al estar pensada para una devolución a largo plazo, permite mayor comodidad en las cuotas, por lo que esta opción es la más recomendable si no se dispone de suficiente liquidez para un desembolso grande.