El espejismo de la inflación: toca suelo en junio pero rebotará hasta diciembre
Los expertos alegan que el efecto base que ha permitido que la tasa caiga tanto va a desaparecer en la segunda mitad del año, relanzando el IPC al 4%
MADRID, 13/06/2023.- El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado este martes que la tasa anual de inflación de España se situó en mayo en el 3,2 %, nueve décimas inferior a la registrada en abril y la más baja en casi dos años, por el abaratamiento de los carburantes y la menor subida de los alimentos y bebidas no alcohólicas. La inflación de los alimentos se moderó al 12 %, con lo que retrocede al nivel de hace un año gracias a la bajada de precio mensual de la leche, el queso, los huevos, el pescado y el marisco, y a la estabilidad del pan y los cereales. En la imagen, vista de una carnicería en el Mercado Maravillas de Madrid. EFE/ Javier Lizon
El dato adelantado de la inflación de junio ha situado a España como la primera de las grandes economías del euro en caer por debajo del 2% interanual, el objetivo del Banco Central Europeo: en concreto, el 1,9%. Un recorte de 1,3 puntos porcentuales en comparación con el dato de mayo, aunque con la subida de precios subyacente -sin contar los alimentos frescos y la energía, más volátiles- todavía enquistada en el 5,9%.
El Gobierno ha celebrado los datos, que son buenos, pero tienen un pero: si ha caído tantísimo la inflación en el mes de junio es, precisamente, porque el mes de junio pasado subieron mucho. En concreto, los precios de la energía, que subieron mucho en 2022, mientras este mes se han mantenido relativamente estables, como indican desde CaixaBank Research.
«De cara a los próximos meses, este efecto de base debería desaparecer. Con ello, todo lo que está restando la energía a la inflación general desaparecerá, volviendo a empujar las tasas de inflación alrededor del 4% a final de año», estima el economista de la entidad Javier Ibáñez de Aldecoa.
El efecto base disparará la inflación
Es el ‘efecto base’, la comparación de un año con los precios disparados con otro donde permanecen estables, lo que explica el frenazo que ha sufrido la inflación en los próximos meses y lo que explicará que vuelva a repuntar de cara a fin de año. Así lo apunta la economista senior de Funcas, María Jesús Fernández, en conversación con Economía Digital: «Luego volverá a ascender porque en la segunda mitad del año pasado los precios energéticos bajaron mucho. Ese efecto de comparación con el nivel del año pasado ya no va a ser tan favorable. No va a restar tanto como está restando ahora en junio y restará en julio».
La inflación alcanzó su pico el verano pasado con datos históricos no vistos desde los años 80. Así, en junio fue del 10,2% y escaló hasta el 10,8% en julio. Sin embargo, entonces la subyacente se mantenía más moderada y, ahora, son los datos subyacentes, la llamada ‘inflación núcleo‘, los que preocupan a los expertos.
«Es motivo de gran preocupación: si quitas lo volátil, estamos observando una resistencia a la baja de la inflación más importante«, asegura en conversación con este medio el catedrático de Fundamentos del Análisis Económico en la Universidad de Valencia e investigador asociado de Fedea, José Emilio Boscá. «Eso quiere decir que, si la subyacente sigue alta, la general no va a mantenerse tan baja, salvo que tuviéramos una sorpresa muy grande en los últimos meses», apunta.
Las últimas previsiones del Banco de España indican que el año cerrará con una inflación en el entorno del 3,2%. Otros organismos, como los que recoge el Panel de Funcas, elevan ligeramente la tasa hasta el 4% de media hasta finales de año.
Las últimas medidas que ha prorrogado el Gobierno también van a tener un efecto decisivo a la hora de mantener estable la tasa. «Según nuestras estimaciones, el mes en el que se ejecute el reajuste del IVA de alimentos y el fin de la bonificación al trasporte público -tanto si es en noviembre como si es en enero- llevará a que la tasa de inflación de dicho mes incremente en tres décimas«, detalla el economista de CaixaBank Research Ibáñez de Aldecoa.
Por su parte, el Banco de España ya advirtió este jueves que la inflación está mostrando cierta resistencia a pesar de la política monetaria del Banco Central Europeo, por lo que ha abierto la puerta a seguir aplicando subidas de tipos de interés, aunque de manera más moderada. Unos datos que enfriarían más la economía española, a pesar de que se esté comportando mejor que las de los países de nuestro entorno.
Además, es una política que aún no está dejando ver todos sus efectos en el tejido económico: «Se debe a elementos más exógenos, relacionados con la contención de los precios de la energía, la distensión de las presiones de costes sobre las empresas y a que el recorrido al alza de los precios agroalimentarios se está agotando, tras el fuerte ajuste al alza que hemos vivido a raíz de la menor oferta en el mercado (por la sequía y la guerra)», zanja Ibáñez de Aldecoa.
