Los españoles entierran el teléfono fijo: la mitad de los usuarios no lo usa nunca
El auge de la mensajería, e incluso la irrupción de las videollamadas, ha terminado por eliminar del imaginario colectivo el denominado teléfono fijo
Los milenial han sido la última generación que ha usado las cabinas o el teléfono fijo de una forma intencionada y necesaria. Sin embargo, los que han llegado detrás, la Generación Z, a duras penas se acuerda ya de ninguna de esas cosas, y los datos lo refrendan.
Es decir, no se trata de ninguna novedad que las llamadas telefónicas han dejado paso a otro tipo de acciones comunicativas. Pero cuando los datos se reflejan en negro sobre blanco el impacto es mayor.
Así lo confirma la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que en su informe anual del sector de las telecomunicaciones da sepultura, prácticamente, al uso del teléfono fijo. En concreto, respecto al tráfico originado en red fija, en 2022 sigue la tendencia del año anterior con una reducción aproximada del 18% respecto al 2021.
Los tráficos con destino numeración fija y móvil, que representan la gran mayoría del tráfico de telefonía fija disminuyeron de forma significativa, un 22,4% y un 15,8% respectivamente y, según datos del Panel de Hogares de la CNMC, el 42% de los españoles nunca usa la telefonía fija frente al 39% declarado el año anterior.
De acuerdo con estos datos, a final de 2022, las llamadas desde el teléfono fijo han sido relegadas a un segundo plano comparadas con otros métodos de comunicación.
Así, cuatro de cada diez españoles nunca realizan llamadas desde teléfonos fijos y éstas se han visto superadas por las llamadas o videollamadas online en lo que se refiere a usos más frecuentes, (30% usan la telefonía fija al menos semanalmente mientras que un 38% usa el servicio online con esta frecuencia).
Así, la mensajería instantánea es el servicio más utilizado para comunicarse por más de la mitad de los españoles, que la emplean varias veces al día (67,9%) seguido por la telefonía móvil (32,3%). En ambos casos las cifras son muy superiores al uso diario de las llamadas de telefonía fija (6,6%).
La segunda vida de los SMS
Al contrario del teléfono fijo, los SMS parecen tener una segunda vida. Aunque no sea a nivel particular. En concreto, en 2022, el uso del servicio de mensajería aumentó un 2,5%.
La principal razón de este incremento se debe al creciente uso de mensajes profesionales A2P (‘Application to Person’). Esta cifra evidencia que, en la actualidad, es frecuente que las empresas utilicen masivamente este tipo de mensajería para comunicarse con sus clientes. De este modo, el tráfico de este tipo representó el 86,8% del tráfico total de mensajería, mientras que los SMS entre abonados fueron tan solo el 11,2% de los mensajes enviados en el mismo periodo.
En este sentido, el envío de mensajes entre abonados se redujo un 12% en 2022, manteniendo la tendencia bajista registrada en los últimos años.
Por lo que respecta al servicio de mensajes de valor añadido, su tráfico registró una significativa caída interanual del 38%. El volumen de mensajes MMS se ha situado en 7,2 millones, cifra que supuso una caída de su demanda del 18% en el último año. El uso de mensajes MMS se ha contraído drásticamente en los últimos años hasta convertirse en un servicio de consumo residual.
El uso predominante de la banda ancha móvil y las tarifas libres de datos en los terminales de voz ha propiciado un intenso proceso de sustitución de los SMS enviados entre abonados por los servicios de mensajería instantánea online, como WhatsApp, Telegram y otros.
Además de no suponer para los usuarios costes adicionales a los de la conexión de banda ancha móvil, estos servicios ‘over-the-top’ (OTT) tienen prestaciones similares e incluso superiores a las de los SMS, dado que permiten no solo enviar y recibir mensajes sino también la comunicación entre los miembros de un grupo de individuos y la transferencia gratuita de todo tipo de archivos como fotografías, vídeos y mensajes de voz.