España podría reducir 60.000 millones de gasto público ineficiente y mantener servicios públicos
España empeora en eficiencia del gasto público y se sitúa por debajo de la media europea y de la OCDE y el Instituto de Estudios Económicos (IEE) estima que su normalización recortando un 14% el gasto público pero manteniendo servicios ahorraría 60.000 millones
La ineficiencia de parte del gasto público en España es uno de los asuntos que organismos y analistas llevan denunciando años pero que no termina de abordarse de lleno a pesar de que España podría llegar a reducir este gasto público ineficiente un 14%, en alrededor de 60.000 millones de euros, sin rebajar la calidad de los servicios públicos que presta gracias a la mejora de la eficiencia.
Este es el cálculo que realiza el Instituto de Estudios Económicos (IEE), según han señalado en rueda de prensa su presidente, Íñigo Fernández de Mesa, y su director general, Gregorio Izquierdo, quienes se han mostrado una vez más contrarios a eventuales subidas de impuestos, máxime en el actual contexto de ralentización de recuperación por la guerra de Ucrania, y han remarcado la necesidad de mejorar la eficiencia del gasto público.
Tras la presentación la semana pasada del Libro Blanco de la reforma tributaria por parte del comité de expertos designado por el Ministerio de Hacienda, Fernández de Mesa ha subrayado que no es el momento de llevar a cabo una reforma fiscal que implique subir impuestos tras años de aumento de presión fiscal, ni de hacer anuncios de posibles futuras subidas, sino, al contrario, bajar impuestos, sobre todo los que recaen sobre las empresas.
En ese comité los expertos también instan a acometer una mejora de la eficiencia del gasto público. En líneas generales, recientemente la vicepresidenta del Gobierno, Nadia Calviño, ya dijo ver un margen «muy limitado» para reducir el gasto público al destinarse la mayoría a Sanidad y Educación.
Empeora la eficiencia del gasto: España, por debajo de la media de la UE y la OCDE
El índice IEE de Eficiencia del gasto público elaborado por el IEE revela que España no obtiene una posición favorable en lo que se refiere a eficiencia del gasto público en un contexto internacional, ya que obtiene una puntuación de 74,4 y se sitúa en la posición 29 de 37 países analizados, en la zona media baja de la tabla, claramente por debajo de la media de la UE (98,6 puntos) y también alejado de la media 100 de la OCDE.
Además, España ha mostrado un deterioro de unos diez puntos desde el año 2019, lo que denota una pérdida relativa de eficiencia en comparación con otros países de la OCDE, según el Índice IEE. Ante este escenario, el IEE ve «evidente» que España tiene un amplio margen por delante para tratar de mejorar la eficiencia de su gasto público, lo que redundaría en beneficio de la Administración pública y de toda la sociedad española en general.
El IEE estima que España podría reducir su gasto público en un 14% y seguir ofreciendo el mismo nivel de servicios públicos si lograra mejorar su eficiencia hasta alcanzar niveles similares a los de la media de la OCDE, lo que supondría un ahorro de recursos del orden de unos 60.000 millones de euros, aunque podría ser mayor en la actualidad, ya que los datos que utilizamos son de 2019 y se ha producido un deterioro de la eficiencia del gasto público en España en los años recientes.
De esta forma, con este ahorro de gasto público derivado de igualar los niveles de eficiencia de gasto público de España a los del promedio de la OCDE, podría lograrse la necesaria consolidación fiscal sin recurrir a subidas de impuestos, ya que, tal y como ha dicho Fernández de Mesa, la mejora de la eficiencia del gasto permitiría avanzar en la reducción del déficit público e incrementar el crecimiento de la economía e incluso una disminución de la economía sumergida.
Medidas para mejorar el gasto público: transparencia y externalización de servicios
Con el fin de mejorar la eficiencia del gasto público el IEE propone la implementación de mecanismos de transparencia y de rendición de cuentas, por ejemplo en lo referido a la contratación y las licitaciones; así como evitar una gestión pública politizada intentando que sea regida por profesionales independientes.
El ‘think tank’ de CEOE también insta a mejorar el diseño y el funcionamiento de los programas, así como la toma de decisiones en la asignación de recursos mediante una evaluación constante de las políticas públicas, mediante una mayor cultura evaluadora, en paralelo al fomento de la colaboración público-privada. El IEE defiende que la externalización permite aprovechar la mayor especialización, eficiencia y potencial de innovación de las empresas y, ello, se traslada a una mayor calidad en los servicios prestados, junto con un ahorro de costes y mayor flexibilidad.
Otra de las propuestas del IEE es favorecer la corresponsabilidad fiscal mediante la descentralización fiscal por el lado del gasto y de los ingresos, evitando situaciones de «ilusión fiscal» para el contribuyente y «riesgo moral» para el gestor público. Mejorar la colaboración y cooperación entre organizaciones públicas y reducir la burocracia para evitar duplicidades es otro de los puntos necesarios a abordar para el IEE.
Igualmente, insta a trabajar por una mayor flexibilidad y orientación al mérito en el empleo público con incentivos y las posibilidades de una mayor carrera profesional dentro de la Administración para atraer talento, además de un presupuesto basado en desempeño, con incentivos de eficiencia y eficacia para los gestores públicos.
Por último, recomienda el tratamiento de los usuarios de los servicios públicos como clientes, cambiando la relación de las administraciones con ciudadanos y empresas, así como una «apuesta decidida» por la digitalización de las administraciones públicas.