España y Holanda se alían para pedir en Bruselas una relajación de las reglas fiscales
España y Holanda han aprovechado el Eurogrupo para presionar con el fin de lograr un marco fiscal renovado con relajación de las reglas fiscales y estrategias para cada país dada la crisis por la guerra en Ucrania
España y Países Bajos han presentado este lunes un documento conjunto para impulsar la reforma de las reglas fiscales europeas y la integración de los mercados financieros ante el actual contexto de impacto de la guerra de Ucrania y todavía marcado por la respuesta a la pandemia, por lo que proponen una relajación de dichas normas y crear «colchones fiscales» con planes específicos a medio plazo para cada país.
El documento es de calado en el ámbito comunitario al ser inusual la coincidencia de posicionamiento en materia fiscal por parte de España y Holanda, tal y como ha admitido la propia vicepresidenta, Nadia Calviño, en declaraciones en el marco del Eurogrupo, en el que ambos países han planteado la adaptación del Pacto de Estabilidad y Crecimiento a los retos actuales, la culminación de la Unión Bancaria y la Unión de Mercados de Capitales.
En el escrito ambos Estados miembros subrayan que ante la actual coyuntura «es el momento de la unidad y la determinación para reforzar la integración económica, monetaria y de los mercados financieros» y disponer así de un marco adecuado para abordar las inversiones públicas y privadas, así como reformas estructurales necesarias para la autonomía estratégica de la Unión Europea en el nuevo contexto geopolítico.
“Podemos lograr mucho más actuando juntos que de manera individual. Este mensaje sigue siendo crucial, especialmente teniendo en cuenta la injustificada agresión de Rusia contra Ucrania”, afirma el documento, presentado por las vicepresidentas y ministras de Economía y Hacienda con ocasión de la reunión del Consejo de Ministros de finanzas europeo, en el que proponen definir los requisitos mediante una regla de gasto y reforzar el papel de las instituciones Fiscales independientes (AIReF, en el caso español).
El documento alerta de que “Europa vive tiempos inéditos, con graves consecuencias para la inflación, el crecimiento económico y las finanzas públicas, incluidas las necesidades futuras de inversión», por lo que «merece toda nuestra atención y subraya la necesidad de seguir progresando en los asuntos prioritarios para el medio plazo”.
Así, ambos países consideran importante alcanzar en 2022 un consenso sobre las cuestiones prioritarias para seguir fortaleciendo la Unión Europea: un marco fiscal renovado que sea adecuado para los retos presentes y futuros, una hoja de ruta para completar la Unión Bancaria y el fortalecimiento de la Unión de Mercados de Capitales.
Estrategias «realistas»: más inversiones y colchones fiscales
En una comparecencia conjunta con la ministra de Finanzas de Países Bajos, Sidrid Kaag en los márgenes del Eurogrupo, en Luxemburgo, la vicepresidenta Nadia Calviño ha abogado por «dejar atrás los debates divisivos y construir sobre la base del fuerte consenso existente sobre las acciones prioritarias para fortalecer la economía europea y hacer frente a los retos de presente y futuro”.
Así, España y Países Bajos llaman a acelerar el trabajo del Eurogrupo durante 2022 en los ámbitos de las reglas fiscales, Unión Bancaria y Unión de Mercados de Capitales para reforzar la sostenibilidad fiscal de manera «más eficiente y efectiva», mediante estrategias de consolidación específicas por país, que sean «realistas, graduales, pero ambiciosas y compatibles con el crecimiento económico y la creación de empleo, inspiradas en la gobernanza de los instrumentos Next Generation EU».
Además, el nuevo marco fiscal debería a su juicio impulsar inversiones y reformas, ser «más simple, transparente, creíble y asegurar un tratamiento igualitario para todos los Estados miembros«, con salvaguardas claras para asegurar la aplicación de las reglas. La relajación de las reglas fiscales que piden España y Holanda se sustenta en la previsión de que todos los Estados Miembros deberán promover un mayor esfuerzo inversor público y privado en los próximos años, especialmente para abordar la transición verde y digital y reforzar la autonomía estratégica de Europa. Por último, es crucial acordar una hoja de ruta clara para culminar los proyectos de la Unión Bancaria y la Unión de los Mercados de Capitales.
Ambos países consideran que los Estados Miembros deben comprometerse de forma “creíble” a construir colchones fiscales que permitan responder al próximo shock mediante estrategias de consolidación específicas para cada país, “realistas, graduales, pero ambiciosas, así como compatibles con el crecimiento económico y la creación de empleo”, lo que requiere «un esfuerzo reformador continuo, inversiones públicas de alta calidad y una mejor composición de las finanzas públicas».
En este sentido, defienden que «la reducción de la deuda no dependa únicamente de la consolidación presupuestaria”. Además, España y Países Bajos abogan por unas reglas «más transparentes, de aplicación efectiva, contracícilicas y aseguren un tratamiento igualitario entre Estados miembros» y que tengan en cuenta el significativo esfuerzo inversor necesario para cumplir los ambiciosos compromisos de la Unión Europea, en particular para las transiciones verde y digital, en el contexto del despliegue de los Planes de Recuperación.
Siguiendo el modelo de gobernanza de los Planes de Recuperación, los gobiernos nacionales podrían proponer planes fiscales a medio plazo específicos por país, con el fin de reforzar la sostenibilidad fiscal de forma favorable al crecimiento, incluso mediante compromisos ambiciosos de inversión y reformas que sean creíbles y verificables. Eso sí, junto a salvaguardas adecuadas y estándares mínimos que aseguren que las estrategias fiscales contribuyen al objetivo central del Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
Completar Unión Bancaria y reforzar la Unión de Mercado de Capitales
El non-paper aboga, en segundo lugar, por completar los trabajos en el área de la Unión Bancaria, con el fin de mejorar la resiliencia económica y la arquitectura financiera de la Unión Europea, que proteja a los depositantes y contribuyentes europeos, que proporcione un marco de largo plazo para financiar las transiciones verde y digital y refuerce el papel internacional del euro.
Los dos Estados Miembros apuestan también por fortalecer la Unión de Mercados de Capitales, y consideran que el sistema financiero de la Unión Europea puede “desempeñar un papel crucial” en el desarrollo de las transiciones verde y digital, proporcionando la financiación necesaria para que las empresas europeas, en particular las pymes, innoven y crezcan.
“El desarrollo de los mercados de capitales de la UE debería aprovechar los beneficios de los mercados locales e ir acompañado de normas claras, una supervisión eficaz y una protección adecuada de los inversores, para aumentar la confianza de los ciudadanos en los mercados de capitales y promover las inversiones transfronterizas”, concluye el texto.