España es el único país de la Unión Europea en la OCDE con impuesto sobre la riqueza
Se trata de un impuesto progresivo que oscila desde el 0,2% al 3,75% para aquellos con un patrimonio superior a 700.000€
Vista de la sede de la Delegación Especial de la Agencia Tributaria en Madrid. Foto: Efe/David Fernández/Archivo
España es uno de los tres países europeos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), junto a Noruega y Suiza, que todavía cobran impuestos sobre el patrimonio neto. Así, esta es una realidad de la que se ha hecho eco el think tank estadounidense Tax Foundation.
En el caso de España, explica que es un impuesto progresivo que oscila desde el 0,2% al 3,75% para aquellos con un patrimonio superior a 700.000 euros, si bien matiza que hay diferencias entre las comunidades autónomas, y cita el caso de la Comunidad de Madrid, donde está bonificado al 100%, por lo que ningún contribuyente lo paga. Además, como informa el diario nacional El País, la obligación de abonar el tributo incluye también a los no residentes con activos en España.
De esta manera, en el pasado año 2019, España recaudó con este impuesto 1.219 millones, y Madrid dejó de ingresar 989 millones. Por su parte, en Noruega, el umbral desde el que se aplica es más bajo y tiene más tradición: el impuesto, en vigor desde 1892, es del 0,95% para los patrimonios que superen las 1,7 millones de coronas noruegas, es decir, 180.000 euros.
Concretamente, de este 0,95%, el 0,7% va a las corporaciones locales y el 0,25% al Gobierno central. Asimismo, aquellos que sumen más de 20 millones de coronas, lo que serían 2,1 millones de euros, tienen que aportar más proporcionalmente: pagan una tasa del 1,1%.
Emmanuel Macron abolió en 2018 el impuesto sobre la fortuna
Por último, en Suiza, el tributo lleva existiendo también largo tiempo, desde 1840. Y como sucede en España, varía mucho de un lugar a otro, aunque la fundación no concreta los tipos que se pagan.
En este caso, el impuesto incluye los activos en todo el mundo (excepto los inmuebles y los negocios ubicados en el extranjero). Además, como apunta la entidad, hay otros tres Estados en el continente que mantienen algún tipo de tasa sobre la riqueza, pero solo abarca una parte de ella: Francia mantiene un impuesto sobre el patrimonio inmobiliario que supere los 1,3 millones de euros, pero el actual presidente, Emmanuel Macron, abolió en 2018 el llamado impuesto sobre la fortuna, que gravaba todo el patrimonio en ese mismo porcentaje, lo que le granjeó críticas de sindicalistas y parte de la oposición por beneficiar a los más privilegiados.
Italia y Bélgica también cobran algún tipo de impuesto al patrimonio total
De hecho, los llamados chalecos amarillos, que protestaron en las calles francesas durante meses principalmente por la fiscalidad del combustible, estuvieron entre los que exigieron sin éxito su restablecimiento. Junto a Francia, Italia y Bélgica también cobran algún tipo de impuesto a la riqueza.
La primera grava al 0,2% los activos financieros en el extranjero sin intermediarios italianos, y al 0,76% las propiedades inmobiliarias fuera de sus fronteras. Mientras que Bélgica introdujo en 2021 un impuesto de solidaridad o impuesto sobre las cuentas de valores del 0,15% sobre aquellas que alcanzan o superan el millón de euros dentro del país o en el extranjero.
