España emitirá otros 75.000 millones de deuda en 2022 y modificará estrategia con los préstamos europeos
El coste medio de las emisiones de deuda cerró 2021 por primera vez en negativo y el Tesoro prepara una nueva sindicación a 10 años y reabrirá la emisión del bono verde
Prudencia ante una escenario de «elevada incertidumbre». Esta es la filosofía que ha llevado al Tesoro Público a mantener una previsión de emisión de deuda neta en 75.000 millones este año, prácticamente la misma cifra que el año pasado (75.138 millones), aunque previsiblemente se acometerán reducciones de dicha emisión a lo largo del ejercicio, y uno de esos momentos podría ser cuando España solicite los préstamos de los fondos europeos.
El secretario general del Tesoro y Financiación Internacional, Carlos Cuerpo, ha detallado durante la rueda de presentación de la Estrategia de Financiación del Tesoro para 2022 la estimación cauta de las necesidades de financiación netas de España, que prefiere pasarse en la previsión y optar por eventuales retiradas de emisiones del calendario a lo largo del ejercicio, en línea con lo sucedido en 2021, en un contexto de «favorable acceso a los mercados financieros» a pesar de la progresiva retirada de estímulos monetarios por parte del BCE.
La emisión bruta de deuda, que incluye los vencimientos de títulos que se refinancian, se reducirá este año un 10%, hasta los 237.498 millones de euros, por las menores amortizaciones de deuda concentradas en instrumentos a medio y largo plazo. Las amortizaciones disminuirán también 14%, hasta los 162.498 millones de euros en 2022.
Con 48 subastas programadas para el conjunto del ejercicio, el organismo acelerará de nuevo las emisiones en la primera mitad del año y una vez más el grueso de las emisiones netas provendrá de las emisiones a medio y largo plazo (80.000 millones) frente a la emisión negativa de letras (-5.000 millones).
Aunque la emisión neta es prácticamente la misma que la de 2021, al reducirse solo en 138 millones, se inicia una senda decreciente al partirse del valor de llegada de 2021, que per sé es un 25% inferior al de inicio de año y un 32% inferior respecto a los 110.000 millones de deuda emitidos en 2020, cuando se elevó un 10% para atender a las necesidades de financiación de las políticas económicas diseñadas para paliar los efectos de la crisis sanitaria.
La previsión del Ejecutivo recogida en los Presupuestos es que la deuda pública se sitúe a finales de año en el 115,1% del PIB, cuatro puntos por debajo del cierre estimado para 2021 (119% del PIB), aunque los últimos datos hasta octubre rondaba el 121% del PIB.
Fondos europeos y amortización del rescate bancario
La política conservadora del Tesoro se desarrollará en un contexto de consolidación de la recuperación económica gracias a la vacunación y de despliegue del Plan de Recuperación a una «velocidad de crucero», con un total de 20.225 millones de ingresos provenientes del Fondo de recuperación europeo recogidos en los Presupuestos de este año, ha apuntado Cuerpo.
El secretario general del Tesoro también ha explicado que el contexto vendrá determinado por el inicio de la normalización gradual de las condiciones de la política monetaria por parte del Banco Central Europeo (BCE). Este año también comienza la amortización del préstamo del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) acordado en 2012 para la recapitalización del sistema financiero.
De los 41.333 millones de euros iniciales, el Reino de España ha amortizado ya anticipadamente 17.612 millones, por lo que está previsto que los 23.721 millones restantes se amorticen en seis desembolsos anuales entre 2022 y 2027.
Pese al impulso de los recursos europeos, ha indicado que la ejecución necesita ser «flexible» para adaptarse a la evolución de las necesidades del contexto de «elevada incertidumbre», dejando entrever que habrá modificaciones en las cifras de emisión.
Uno de esos momentos podría ser cuando se culmine la adenda prevista de incorporación este año al Plan de Recuperación para realizar la petición del tramo de préstamos ligados a los fondos ‘Next Generation UE’. «Conforme tengamos finalizado este documento y un perfilado de los proyectos específicos haremos una traslación a las previsiones de la estrategia de financiación», ha avanzado Cuerpo.
Nuevo bono sindicado a 10 años y reapertura del bono verde
Entre las novedades para este, año el secretario general ha avanzado que el Tesoro seguirá recurriendo a las sindicaciones bancarias para las emisiones de determinadas obligaciones del Estado. De hecho, el organismo ya trabaja en la sindicación de una nueva referencia a 10 años que se anunciará en breve.
Adicionalmente, el Tesoro reabrirá el bono verde emitido en 2021, que obtuvo una demanda de 60.000 millones, con el finde alcanzar en los próximos años un volumen similar al del resto de referencias de la curva y seguir contribuyendo a la financiación de los proyectos de transición ecológica.
Desde el Tesoro también han querido lanzar un mensaje de tranquilidad respecto al gradual cambio en la política monetaria implementada por el BCE, al augurar que la prima de riesgo continúa sin «sobresaltos» como el año pasado. La diferencia entre tl tipo de interés del bono español a 10 años y el alemán se mantuvo entre los 60 y los 70 puntos básicos en 2021, en línea con los niveles prepandemia.
El BCE prevé poner fin en marzo a su programa de compra de deuda vinculado a la pandemia (PEPP, por sus siglas en inglés), que inyectó con 1,85 billones de euros, y a ello se sumará que los líderes de la UE negocian un cambio en las reglas fiscales.
El coste medio de emisiones cerró 2021 por primera vez en negativo
El secretario general del Tesoro ha destacado en las «favorables condiciones» de acceso a los mercados financieros, lo que unido al alza de los ingresos tributarios (+14%) y a la llegada de los 19.000 millones de fondos europeos permitieron reducir en 25.000 millones la financiación captada en 2021.
Asi, el Tesoro completó su programa de financiación el año pasado con una emisión neta de 75.138 millones de euros y una emisión bruta de 264.312 millones de euros, un 25% por debajo de lo previsto al inicio del año, en un contexto de elevadas necesidades de financiación para dar respuesta a la pandemia.
Según Cuerpo, se mantuvo la confianza de los inversores internacionales, que ostentan en torno al 44% de la deuda española, lo que ha contribuido a que por primera vez en la historia el coste de financiación medio de las nuevas emisiones haya sido negativo, del -0,04%, con más de 60% de transacciones emitidas a tipo negativo.
Esta reducción ha permitido también que haya seguido bajando el coste medio del conjunto de la deuda, que se situó en el 1,64%, 22 puntos menos que en 2020, al tiempo que se incrementó la vida media de la deuda española, hasta alcanzar por primera vez los 8 años.
Para 2022 el Tesoro prevé que continúe la tendencia a la baja del coste medio del conjunto de la deuda, incluso en un escenario de normalización de la política monetaria. España redujo la carga financiera del Estado con un ahorro en el pago de intereses de 1.281 millones de euros respecto a 2020, lo que supone en torno al 1,95% del PIB.