España cerró 2021 con una inversión extranjera en negativo de 11.600 millones
El superávit de la balanza por cuenta corriente disminuyó un 9,7%, hasta los 8.400 millones, pese a los mayores ingresos por el turismo, que siguen alejados de los niveles prepandemia, aunque se constata una vuelta paulatina de las inversiones de no residentes a España
Paulatina vuelta a la normalidad en la financiación exterior de la economía española. España logró mejorar los flujos de financiación con el exterior en 2021 a pesar del contexto de crisis por la pandemia, ya que la incipiente recuperación permitió mejorar un 30% su capacidad de financiación, aun que sigue un 40% por debajo de antes de la pandemia y las inversiones del exterior registraron todavía un saldo negativo de 11.600 millones de euros.
Así se desprende de los datos de la balanza de pagos de cierre del ejercicio 2021 elaborados y publicados por el Banco de España, que refleja cómo la economía española logró mejorar y volver a una senda paulatina de normalidad el año pasado con motivo del inicio de la recuperación, aunque todavía le queda un trecho importante para recobrar los niveles previos a la pandemia, en un contexto en el que el PIB creció un 5%, 1,5 puntos de lo estimado por el Gobierno.
En concreto, el saldo agregado de las cuentas corriente y de capital, que determina la capacidad o necesidad de financiación de la economía española, marcó un superávit de 18.300 millones de euros en el conjunto del año, lo que supone un 33,6% más que los 13.700 millones del año previo.
Sin embargo, en diciembre se dio un déficit de 1.300 millones de euros, frente al superávit de 900 millones del mismo mes del año previo. De hecho, la capacidad de financiación de 18.300 millones supone que España ha conseguido recuperar un 60% el nivel de capacidad que tenía antes de la pandemia, por lo que aún le queda por avanzar un 40% en una coyuntura complicada marcada por la guerra de Rusia y Ucrania.
El director general del Instituto de Estudios Económicos (IEE), Gregorio Izquierdo, explica a Economía Digital que se ha registrado una mejora de la capacidad de financiación de la economía productiva porque el crecimiento de España, sin embargo la mejora no se ha traducido en una mejora de la cuenta financiera frente al exterior, que se ha deteriorado.
«España lleva con capacidad de financiación desde 2013 de forma ininterrumpida«, ha valorado Izquierdo, apuntando que en 2020 se registró el mínimo de dicha capacidad, pero ya en 2021 volvió a elevarse, aunque todavía con margen de mejora en inversión directa y de cartera.
Inversiones del exterior: saldo negativo
En cuanto a los datos referidos al flujo neto de salida, que podría aproximarse a la salida de capitales entendiéndose como el saldo resultante de tener en cuenta lo que los residentes españoles invierten fuera del país y lo que los extranjeros destinan a España en ese mismo periodo, se registró un saldo negativo (salida) de 11.600 millones.
En cualquier caso, se trata de una mejora del 88% respecto a la notable salida que se produjo el año 2020, marcado por la pandemia, cuando el saldo negativo fue ni más ni menos que de 98.200 millones de euros. Las cifras parecen apuntar a una vuelta a la normalidad, ya que la inversión directa presenta unos niveles bastante similares en activos y pasivos y en cartera los movimientos son superiores a los del año pasado, sobre todo en pasivos (inversiones de no residentes hacia España).
La caída de las inversiones extranjeras en 2021 refleja la incertidumbre de la pandemia y en cierta medida aún cierta desconfianza de los inversores del exterior, aunque ha mejorado la confianza de los extranjeros en la economía española. Según los datos del organismo supervisor, el año pasado entraron en el país 2.100 millones en inversiones directas, frente a la marcha de 19.600 millones del año anterior, y se acumularon 14.600 millones en inversiones de cartera, frente a la pérdida de 19.600 millones de un año antes.
La salida inversora se debe sobre todo a la fuga en lo referido a «otra inversión»; que incluye préstamos, repos y depósitos (20.700 millones), así como a derivados financieros (7.600 millones).
Baja el superávit: mejoran los ingresos por turismo aunque sigue lejos de 2019
De cualquier forma, la balanza por cuenta corriente, que mide los ingresos y pagos al exterior por intercambio de mercancías, servicios, rentas y transferencias, registró un superávit de 8.400 millones de euros en 2021, el noveno año consecutivo en superávit pero un 9,7% menos respecto a los 9.300 millones del año anterior por el aumento de déficit de las rentas primaria y secundaria, en contraste con la mejora del superávit de la balanza de bienes y servicios, sobre todo por los ingresos del turismo.
En detalle, la balanza de rentas primaria (rentas de trabajo, de la inversión, impuestos sobre producción y la importación y subvenciones) y secundaria (transferencias personales, impuestos corrientes, cotizaciones y prestaciones sociales, etc.) presentó un desajuste de 8.600 millones de euros, por encima del déficit de 7.300 millones entre enero y diciembre de 2020.
A su vez, la balanza de bienes y servicios presentó un superávit de 17.100 millones de euros en 2021, frente a los 16.500 millones del año anterior, destacando que el superávit de turismo y viajes se disparó más de un 130%, hasta los 19.900 millones, frente a los 8.600 millones de 2020, marcado de lleno por la pandemia. Pese a la mejora de los ingresos por el turismo, aún se queda muy lejos de los más de 43.000 millones que presentaba antes de la pandemia.
El saldo de la cuenta de capital, por su parte, elevó su superávit entre enero y diciembre del año 2021 hasta los 9.900 millones, frente a los 4.500 millones de euros del ejercicio previo.