España castiga a los autónomos que menos ingresan con la mayor cuota de entre sus socios europeos
Con la nueva reforma, la tarifa mínima será de 230 euros y la máxima de 500 euros, a partir de 2023
Los trabajadores por cuenta propia contarán a partir del próximo año con un nuevo sistema de cotización que pretende que los autónomos paguen a la Seguridad Social en función de sus ingresos reales. Dividido en quince tramos, el nuevo sistema establece una cuota mínima de 230 euros para 2023 y una máxima de 500 euros.
Estas cuotas se irán ajustando hasta 2025. Entonces, la mínima será de 200 euros, para aquellos autónomos que ganen hasta 670 euros al mes y de 590 euros si ganan más de 6.000 euros al mes. En cualquier caso, la cuota mínima para los trabajadores por cuenta propia sigue siendo de las más altas de entre las principales economías europeas.
Según los datos proporcionados por ATA, «seis de cada 10 autónomos, va a pagar en los próximos 3 años menos que lo que está pagando actualmente. Un 18-20% va a pagar igual y otro 20% aproximadamente va a pagar un poco más».
No obstante, pese a los cambios introducidos, la cuota mínima de este nuevo sistema sigue estando muy por encima de la que se paga en otros países comunitarios. Cabe señalar, que la protección social también varía en cada país de la Unión Europea.
Comparar los costes que asume un trabajador autónomo entre los distintos países de la Unión Europea no es una tarea sencilla. En algunos se establece una cuota fija y, en otros, los empleados pagan un porcentaje de sus ingresos. Pero existen otras opciones, una cuota fija vinculada a los rendimientos o directamente, un pago a través de los impuestos vinculados a la renta.
Portugal y Francia
En los dos países vecinos, Francia y Portugal, optan porque los autónomos paguen un porcentaje relativo a sus ingresos. En el caso de Portugal, la cuota se calcula realizando una media de los ingresos trimestrales a la que se aplica un cargo impositivo del 21,4% que se paga en el trimestre siguiente, según los datos del sistema de Seguridad Social portugués. La cuota mínima para los trabajadores por cuenta ajena en este país es de 20 euros si no han obtenido ingresos en un periodo determinado. La máxima es de 1.138 euros.
En Francia, las cuantías a abonar varían en función de los ingresos y del tipo que actividad que se realice. Los autónomos pagan un 12% de sus ingresos anuales si se dedican a actividades comerciales, el 18,3% para actividades liberales (que precisan del reconocimiento y cualificación profesional) y el 21,3% si la actividad del trabajador tiene que ver con los servicios. Además, existe una categoría específica para microemprendedores, con limitaciones de facturación.
En ambos países, durante el primer año de actividad los autónomos están exentos de estos pagos. En España, tras la reforma aprobada este jueves por el Congreso, los trabajadores podrán acogerse a una tarifa plana de 80 euros mensuales durante los primeros 12 meses. Esta se prorrogará para aquellos autónomos cuyos ingresos estén por debajo del salario mínimo interprofesional (SMI).
Cuota fija en Países Bajos
En los Países Bajos los autónomos tienen una cuota fija de 50 euros, independientemente de su volumen de negocios. Sin embargo, a través del impuesto sobre la renta se realizan contribuciones para recibir protección social.
Impuestos en Italia y Alemania
Ni en Italia ni en Alemania existe una cuota para los trabajadores autónomos como tal. En ambos países, los empleados por cuenta propia contribuyen al estado del bienestar a través de los pagos que realizan del impuesto sobre la renta.
En el caso de Italia, los tramos varían desde el 23% para aquellos que ingresen hasta 15.000 euros al año y llegan hasta el 43% para los que cobren una cuantía superior a los 75.000 euros al año. Los autónomos que perciban 4.800 euros al año o menos no pagan este impuesto.
En Alemania, la exención del impuesto sobre la renta se amplía hasta los 9.984 euros anuales. Entre esta cuantía y los 57.918 euros al año, el tipo impositivo es del 14%. Entre los 57.918 y los 274.612, el tipo es del 42% y si es superior a esta cifra, sube hasta el 45%.
Más protección en España
No obstante, pese a que las condiciones económicas son más ventajosas en otros países, lo cierto es que el sistema español ofrece mayor protección social a los autónomos. Con la nueva reforma, se amplían las modalidades del cese de actividad y se adapta a los autónomos la protección que proporciona a los asalariados el mecanismo RED establecido en la reforma laboral para situaciones de crisis cíclicas o sectoriales.
Ya no será necesario el cierre total del negocio para acceder a las prestaciones, como apuntó el ministro José Luis Escrivá en el Congreso. Además, los autónomos podrán cambiar de tramo cada dos meses en función de la evolución de su actividad, es decir, podrán realizar hasta seis cambios al año.
La reforma del sistema de cotización de autónomos se aprobó en el marco del diálogo social con el apoyo de las principales asociaciones de trabajadores por cuenta propia. Además, forma parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.