España, atrapada entre Rehn y Schaüble
La Comisión Europea pide que se facilite el crédito y Alemania ofrece ayuda a las pymes
Olli Rehn tiene un blog. El vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de asuntos económicos y monetarios ha querido ofrecer su propia visión de la crisis europea. Y lo hecho rechazando una falsa dialéctica entre los defensores de las políticas de austeridad y los que desean una expansión de la política fiscal. Reclama que países como España intensifiquen las reformas pendientes, pero exige también fórmulas que faciliten el crédito.
En un momento de desasosiego del gobierno español, muy tocado por las cifras de paro de la última EPA, las indicaciones de Ollin Rehn son oportunas para dibujar una posible salida de la crisis. En el otro lado, España se encuentra con la pared que supone Alemania. Aunque se ha abierto alguna puerta.
Ayudas a las pymes, con capital alemán
El ministro alemán de Economía, Wolfgang Schaüble, se reunió este lunes con su homólogo español, Luis de Guindos, en Granada, y se mostró favorable a poner en marcha “fórmulas de inversión” de capitalistas alemanes para que entren en el capital de pymes españolas.
Se trataría de un plan bilateral, sin pasar por la Comisión Europea, que mostraría la confianza de Alemania en España. Y, más allá de las concreciones, ofrecería un clima de confianza con un valor intangible para la economía española.
El ‘no’ alemán a incentivar la demanda
Pero Schaüble rechazó otros planes. El ministro alemán se negó a ofrecer estímulos de crecimiento, ni en la propia Alemania. “No compartimos la opinión de que si en Alemania impulsáramos un crecimiento fuerte esto disminuiría los problemas de otros. Hay mucho dinero en circulación, mucho dinero del BCE, y muy poca inversión. Ese es el problema. No creemos que sea adecuada la idea de pedir a otros países que arreglen los problemas propios”, aseguró.
Y en ese terreno entra Ollin Rehn. El gran problema del Gobierno español, y del conjunto de la sociedad española, es que es urgente que se tomen medidas para atajar la sangría del desempleo. Pero la Comisión Europea tiene sus propios planes, que coinciden con los de Alemania.
No hay, por tanto, una disyuntiva entre lo que defiende Schaüble o Bruselas, aunque sí hay diferencias, ahora sí, en la intensidad de la aplicación de esos planes.
Los mercados responden
Fuentes de la Comisión Europea admiten que la idea ahora es ofrecer más margen, porque los mercados lo permiten, a la hora de cumplir con los objetivos de déficit. Pero sin renunciar a las reformas. Al revés. Olli Rehn lo deha muy claro en su blog. “Hace falta mantener el camino de las reformas en interés de los europeos y por el bien del crecimiento sostenible y la ocupación”, asegura.
Los mercados, es cierto, ofrecen esa tregua: la rentabilidad del bono español a diez años cayó este lunes hasta el 4,1%. La prima de riesgo, en comparación con el bono alemán a diez años bajó de los 300 puntos, y alcanzó los 296. Y la Bolsa experimentó una subida del 1,85%, situándose en 8.450 puntos.
La reflexión del vicepresidente de la Comisión Europea esclarece la situación para entender qué se quiere conseguir de España.
Reducir el déficit, venga de donde venga
Afirma que el nivel de crecimiento bajo o negativo de Irlanda o España no es el resultado de un déficit público alto (importante ese reconocimiento). Por otro lado, “tanto el bajo crecimiento como la elevada deuda son el resultado de las crisis financieras y bancarias que siguieron a una acumulación insostenible de la deuda privada”.
En cualquier caso, Rhen indica que “surja de donde surja, el déficit público elevado seguirá teniendo un impacto en el crecimiento en los próximos años, especialmente si los inversores que exigen altas primas de riesgo por la deuda consideran que puede ser insostenible”.
Ante eso, a España no le queda otra que hacer las cosas al mismo tiempo. Y todas. Bajar el déficit público, afrontar las reformas pendientes para ser una economía productiva y sostenible, y buscar políticas de ayuda al crecimiento. ¿Imposible?
El gran problema del crédito
Rhen ve un gran problema: la financiación de las empresas, que Alemania tratará ahora de solucionar. Según el comisario europeo, “la trampa de la liquidez es, de hecho, la trampa de la financiación, en la que el crédito o bien no está disponible o bien está disponible a unos tipos de interés prohibitivos.
Rhen concluye que “hay que hacer todos los esfuerzos posibles para resolver esta prioridad urgente, de forma que los negocios que exportan y crean puestos de trabajo obtengan la financiación que necesitan para dar apoyo al crecimiento y a la ocupación”.
En eso está la Comisión Europea. Pero Mariano Rajoy necesita ya ayudas tangibles.