Escrivá confía en cerrar esta semana un acuerdo de pensiones para 25 años
El ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, espera cerrar ya el acuerdo de pensiones y se alinea con la vicepresidenta Nadia Calviño y ve preferible aplazar la subida del Salario Mínimo al ver "margen" para un aumento "sustantivo" en los próximos meses
Cuenta atrás para que el Gobierno y los agentes sociales (patronal y sindicatos) cierren definitivamente el preacuerdo para el primer paquete de la reforma de las pensiones que el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, confía en que se alcance esta semana y tenga una duración de 25 años, hasta finales de la década del 2040.
“Es razonable pensar que cerraremos un acuerdo esta semana; tengo las mayores expectativas sobre los encuentros que vamos a celebrar a lo largo de esta semana”, ha afirmado Escrivá durante su intervención en el Nueva Economía Fórum coincidiendo con la reunión clave de los agentes sociales para dicho acuerdo.
Escrivá ha indicado que se trata de una reforma “extensa y prolija que requiere darle vueltas al texto normativo”, motivo por el que se han celebrado numerosas reuniones para aproximar posturas y mejorar el texto definitivo con “aportaciones de todos”.
Alargar la edad de jubilación
Asimismo, ha afirmado que la reforma está pensada para que dure 25 años, hasta finales de 2040, ya que a partir de los años 2025 y 2026 se producirá una “enorme” entrada de trabajadores de la generación conocida como ‘baby boomers’ en edad de jubilación.
Ante esa intensificación “enorme” del proceso de jubilaciones y el “cambio radical” en el mercado de trabajo, ha remarcado que la reforma tiene que tener en cuenta las dinámicas poblacionales y transitar progresivamente hacia un modelo en el que de forma gradual se extiende el periodo en el que las personas se mantienen el mercado de trabajo.
Por ello, la reforma incluirá incentivos voluntarios para alargar la edad de jubilación, y hacer frente al pensamiento generalizado en España favorable a propiciar la jubilación anticipada frente a su a alargamiento al considerar que podría haber cierta sustitución de trabajadores senior por jóvenes si se alarga la edad de jubilación.
En esta línea, Escrivá ha apuntado que España es de los países donde la tasa de actividad en las personas activas de entre 55 y 70 años es de las más bajas debido a esa “cultura arraigada” sobre el hipotético perjuicio para el empleo juvenil de extender la edad de jubilación, por lo que los incentivos se irán desplegando y tendrán su efecto máximo a finales de la presente década.
No hay que cambiar la edad de jubilación de 67 años desde 2027
A colación de esto, ha dicho ver “perfectamente asumible” la edad de jubilación de 67 años que se instaurará en España en el año 2027, que considera que «no hay cambiar para nada», si bien ha precisado que “desafortunadamente” no todos los trabajadores desempeñan sus funciones en actividades que les permite extender su periodo en activo.
Aboga por tanto por establecer una edad de jubilación en ese “entorno” con “excepciones”. “Me parece lo razonable”, ha ahondado, al margen de que quien quiera trabajar más tiempo pueda contar con mecanismos de incentivos para extender su vida laboral más allá de la edad de jubilación y contribuir a la sostenibilidad del sistema.
Sobre la sostenibilidad de la Seguridad Social ha dicho que con el nivel de ingresos actual y de gasto propios “no tendría por qué visualizar ese déficit”, de 18.000 millones en la actualidad, en un contexto de un aumento de los gastos por la pandemia que son “transitorios y en un par de años habrá desaparecido”.
Se alinea con Calviño: hay margen para subir el SMI en los próximos meses
Por otra parte, se ha pronunciado sobre el debate sobre la conveniencia o no de subir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en 2021, tal y como aboga la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y la comisión de expertos designada por Trabajo, que propuso elevar este año el SMI a entre 962 y 969 euros y situarlo entre 1.011 y 1.049 euros en 2023, horquilla que consideran el 60% del salario medio.
Escrivá ha enfatizado que ha habido una convergencia de posiciones del mundo académico y económico sobre el hecho de que el SMI es probablemente el mecanismo de presdistribución de renta “más potente que existe”, teniendo en cuenta que España tiene un problema “claramente” de redistribución de renta.
Según Escrivá, el problema se encuentra en la parte más baja de la distribución salarial, ya que hay ahí hay salarios “extraordinariamente bajos”, por lo que ve “absolutamente fundamental” impulsar esos sueldos bajos, siendo objetivo del Gobierno conseguirlo “lo más rápidamente posible”.
Eso sí, ha apuntado sobre el “complejo” tema de los efectos de subir el SMI en el empleo que los efectos negativos son «bastante pequeños y reducidos”, pero no se puede esperar que con una media de este calado no haya “ningún efecto”, por lo que cree que hay que buscar mecanismos compensatorios.
De cualquier forma, se ha alineado de nuevo con la vicepresidenta segunda, Nadia Calviño, al considerar que es preferible esperar y buscar el momento preciso para que la subida del SMI sea “significativa y sustantiva”. “Para eso todavía tenemos margen para ir pensando en los próximos meses cuál es el mejor momento para realizarlo”, ha zanjado.
Natalidad: ayudas, cambios en IRPF y escuela de 0-3 años gratuita
En cuanto al problema de la natalidad en España, Escrivá considera que tiene que ver fundamentalmente con la precariedad y para abordarlo hay dos modelos de éxito en Europa, reducir la precariedad y fomentar el empleo sostenible e indefinido e los jóvenes o crear condiciones que favorezcan la conciliación.
Ha abogado por trabajar en España en las dos direcciones, puesto que “probablemente hagan falta más ayudas a la natalidad” y hay que dar “una vuelta” los incentivos en la Renta, pero ha hecho hincapié en el problema de la vivienda como factor relevante para la natalidad, para lo que en el marco del Plan de Recuperación se trabaja en medidas que logren precios de vivienda «asequibles».
Por último, ha instado hacer obligatoria la escolaridad de 0 a 3 años y aumentar el gasto para ir haciéndola progresivamente gratuita, ya que ello “ayudará a crear condiciones más favorables a tener hijos”.