Escrivá reduce ahora a 40.000 millones la recaudación prevista con la subida de cotizaciones
El ministro avanza la intención de que la pensión máxima suba lo mismo que la cotización máxima prevista para la segunda parte de la reforma de pensiones en 2022
Los ingresos que aportará polémico Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) suscrito de forma bipartita entre el Gobierno y los sindicatos al Fondo de Reserva de las pensiones será inferior a lo estimado inicialmente, con un ‘colchón’ de algo más de 40.000 millones de euros en la década de 2030.
Esta es la previsión reducida a la baja que ha dado este miércoles el ministro de Inclusión, Seguridad Social, José Luis Escrivá, en la rueda de prensa para avanzar los datos de afiliación de noviembre, después de que expertos consultados por este medio de Fedea, Funcas y BBVA Research, rebajen las expectativas de 50.000 millones anunciada el lunes por el ministro a casi la mitad.
El nuevo cálculo de Escrivá se sitúa igualmente por debajo de las estimaciones de estos organismos principales organismos, ya que, tal y como adelanta Economía Digital, sitúan el ‘colhón’ para las pensiones entre 20.000 y 30.000 millones de euros mediante el alza de cotizaciones.
De esta forma, la corrección del déficit del sistema público de pensiones y el pago de las mismas podría seguir comprometido en el futuro a pesar de la controvertida medida.
Variación en función de la referencia de rentabilidad de la ‘hucha’ de pensiones
Escrivá ha justificado la diferencia de previsión con el cálculo que realizan los expertos a la referencia que se utilice sobre las rentabilidades asociadas al Fondo de Reserva a periodos de 25 años «difíciles de calcular».
En este sentido, ha abogado por utilizar referencias históricas de remuneración de este tipo de carteras en modelos similares, lo que arroja que históricamente la ‘hucha de las pensiones’ ha tenido una rentabilidad de en torno al 4,5%, análoga a la de países similares.
Haciendo uso de esa forma «más razonable» de realizar una proyección a tan largo plazo, Escrivá ha asegurado que la dotación del fondo a principios de la década de 2030 deberá estar «por encima de los 40.000 millones de euros», inferior a los 50.000 millones que avanzó hace dos días tras el acuerdo con los sindicatos.
El lunes había anticipado que el incremento de las cotizaciones de 0,6 puntos porcentuales entre 2023 y 2032 a asumir en un 80% por las empresas (0,5 puntos porcentuales) y el resto (0,1 puntos) por los trabajadores para afrontar el mayor gasto de la jubilación de la generación del ‘baby boom’ elevaría a 50.000 millones de euros el ‘colchón’ para las pensiones, frente a los poco más de 2.000 millones de los que dispone actualmente.
Fondo «contingente»: el gasto dependerá de las proyecciones de Bruselas en 2024
De cualquier forma, en cuanto a si ese colchón será suficiente para afrontar el gasto de la jubilación de los 14 millones de nacidos entre 1958 y 1977 (generación ‘baby boomers’) ha indicado que se trata de un fondo «contingente» y que el gasto será la referencia que se evalué en el año 2031 para aplicar en 2032.
En concreto, será la que se derive de la proyección del informe de envejecimiento que elabore la Comisión Europea en el año 2024 y que ya incorporará el efecto de todas las medidas adoptadas por el Ejecutivo. «Esa proyección es una referencia sostenible del gasto en pensiones», ha apuntado Escrivá.
Según Escrivá, la previsión de gasto en 2024 «claramente» va a ser inferior porque ya se notará el efecto de las medidas de la reforma de pensiones, especialmente la de mayor relevancia: acercamiento de la edad efectiva de jubilación a la edad legal. Ha destacado que ello da «muchas esperanzas» e instrumentos relevantes para reforzar el sistema por el lado de los ingresos.
El pacto bipartito entre Gobierno y sindicatos fija que si a partir de 2033 se apreciara en los Informes de Envejecimiento (Ageing Report) de la Comisión Europea una desviación de la previsión de gasto en pensiones a 2050 respecto al informe de 2024 (que se usará como referencia), se utilizará este Fondo, con un límite de disposición anual del 0,2% del Producto Interior Bruto (PIB).
En el caso de que la disposición de activos del Fondo de Reserva no fuera suficiente, el Gobierno negociará con los interlocutores sociales para su elevación al Pacto de Toledo, de acuerdo con sus recomendaciones, una propuesta que, de forma “equilibrada”, se dirija bien a reducir el porcentaje de gasto en pensiones en términos de PIB, bien a incrementar el tipo de cotización u otras fórmulas alternativas para aumentar los ingresos.
La ‘paguilla’ de pensiones costará menos de 2.000 millones
El ministro también ha mantenido el cálculo del Gobierno de que la paga extra de las pensiones para compensar la diferencia de la subida del 0,9% con la inflación estimada para el conjunto del año (2,3%-2,4%), la conocida como ‘paguilla’ de las pensiones, vaya a costar menos de 2.000 millones de euros.
«No puede cambiar mucho, la inflación es muy volátil por el precio de la energía y hay que ser cautelosos», ha apuntado Escrivá, quien ha dejado claro que la revalorizacíon de la inflación media de noviembre de 2020 con la de noviembre de 2021″, por lo que es «razonable» pensar que el coste será inferior a los 2.000 millones.
La pensión máxima subirá lo mismo que la cotización máxima
De igual forma, Escrivá ha confirmado la intención de que el incremento de la base máxima de cotización a la Seguridad Social, el conocido como «destope» de las cotizaciones, irá ligado a una subida equivalente de la pensión máxima.
La segunda parte de la reforma de las pensiones que destopará las cotizaciones y las pensiones máxima se someterá a diálogo social en 2022 con el objetivo de una implementación gradual en los próximos 30 años, tal y como se recoge en el Plan de Recuperación.
«Todo lo que aumente la base llevará aparejado un aumento equivalente de la pensión», ha avanzado Escrivá, destacando el. objetivo de elevar la contributividad al sistema para asegurar el pago de las pensiones futuras.
Noviembre: 90.000 afiliados más y la cifra de trabajadores en ERTE baja a 140.000
El titular de la Seguridad Social ha adelantado que la afiliación crece en noviembre por séptimo mes consecutivo y cerrará con unos 90.000 empleos más, creándose más de 730.000 desde mayo.
Esto implica, según Escrivá, un nivel de creación de empleo que duplica a lo que es habitual entre mayo y noviembre de otros años y se constata una tendencia «mucho más positiva» que otros años, que será, en todo caso, limitada en el tiempo ante el efecto de la comparativa con el año pasado, afectado por las restricciones y los ERTE.
En paralelo a la creación de empleo la cifra de trabajadores en ERTE continúa disminuyendo, hasta 140.572 personas en noviembre, con 50.146 menos en los últimos 15 días (-26%), la mitad que hace tres meses h un 16% por debajo de los que había en el máximo de febrero. Del total, 47.619 trabajadores se encuentran en un ERTE de suspensión parcial y la mayoría, 92.953 empleados, en un ERTE total.