Escrivá enfada a los sindicatos con su filosofía de trabajar hasta los 75 años

José Luis Escrivá ha protagonizado el enésimo enfrentamiento con los sindicatos. El ministro de Seguridad Social se ha llevado una lluvia de críticas por su reflexión sobre la necesidad de que España realice un «cambio cultural» para que los trabajadores se acostumbren a trabajar incluso hasta los 75 años, como en otros países europeos.

El ministro socialista ha explicado en una entrevista en el Diari Ara que el mercado laboral español representa una «anomalía europea» por el poco volumen de personas que continúan en activo una vez que han superado los 55 años. «En estas edades, por razones demográficas y de calidad de vida, se puede trabajar más», ha argumentado.

Sus declaraciones han provocado un rechazo inmediato de los principales sindicatos del país, que ya tienen colocado a Escrivá en el punto de mira de sus críticas por no haber acudido a las últimas mesas de negociación en las que se ha debatido el futuro sobre los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).

UGT y CCOO critican las reflexiones de Escrivá

El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha aprovechado su participación en la conmemoración del centenario del Partido Comunista (PCE) para calificar las palabras del ministro como un «despropósito absoluto». «Es una falta de respeto para las personas que llevan trabajando 30, 40 o 45 años», ha subrayado.

También ha denunciado sus palabras el líder de Comisiones Obreras, Unai Sordo, que ha negado ante los medios de comunicación que llevar la edad de jubilación hasta los 75 años sea una medida que se haya puesto sobre la mesa en las negociaciones por parte de ningún participante, ni siquiera del Gobierno.

«Todos los mensajes que confundan en ese sentido, son mensajes que no aportan nada», ha sentenciado el representante sindical.

Escrivá vuelve colocarse en el punto de mira de la oposición

No es la primera vez que Escrivá protagoniza una polémica con los sindicatos. A principios de julio, ya se colocó en el centro de las críticas, cuando insinuó que la generación del Baby Boom sufriría un recorte en sus pensiones cuando alcanzara la edad de jubilación. «Podrán elegir entre un ajuste pequeño en su pensión o alternativamente podrían trabajar algo más«, afirmó.

Sus declaraciones produjeron la condena tanto de los sindicatos como de los partidos de la oposición, lo que obligó al ministro a retractarse de sus propias palabras en menos de 24 horas. «Ayer no tuve mi mejor día», remarcó. Ahora, la situación se repite de nuevo con el horizonte de la edad de jubilación como el foco del conflicto.