Escrivá defiende su propuesta de cotizaciones pese a la oposición frontal de los autónomos
Afirma que dos de cada tres autónomos pagarán menos y prevé que "muy pocos" ERTE acabe en ERE
La propuesta realizada por el Gobierno para el nuevo sistema de cotizaciones por ingresos reales de los autónomos, con un modelo progresivo de nueve años que dejaría unas cuotas entre 90 y 1.220 euros mensuales, ha encontrado la oposición firme de las principales organizaciones de autónomos, sobre todo de ATA, al considerar “intolerable” la propuesta porque muchos “trabajarán para el Estado”.
Sin embargo, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, parece dispuesto a seguir adelante con el planteamiento que defiende bajo los argumentos de que “dos de cada tres pagarán menos” y servirá para que coticen por sus ingresos reales y obtengan mejores pensiones, tal y como llevaban en sus programas los partidos políticos.
Escrivá ha defendido en una entrevista en Cope que con el sistema de cotizaciones por ingresos reales se responde a uno de los mandatos del Pacto de Toledo, ya que los autónomos tienen una pensión un 70% inferior a la de los asalariados porque “han cotizado muy poco en su vida”.
“Se trata de que coticen por sus ingresos reales”, ha indicado Escrivá, quien ha recordado que dos tercios tienen unos ingresos netos por debajo de la cotización mínima actual de 280 euros, por lo que con el nuevo sistema podrían cotizar menos si quisieran y el tercio restante de forma “muy progresiva” cotizarán más y obtendrán una pensión más alta.
“Las cotizaciones no son impuestos”
En esta línea, ha señalado que actualmente un autónomo que gane 3.000 euros está pagando 285 euros que es la cuota mínima, mientras que el nuevo modelo “le va a liberar de cotizaciones ampliamente”, insistiendo en que pagarán menos “dos de cada tres autónomos”.
De hecho, ha defendido que las cotizaciones no son impuestos y ha apuntado que si se sumasen los impuestos y las cotizaciones de los asalariados se alcanzaría en torno al 45% de la renta. “Los autónomos con contribuyen más que los asalariados y el resto cuando sumas impuestos y cotizaciones, enmarcadas para pagar las pensiones posteriores”, ha apostillado.
Preguntado sobre si la tabla de cuotas planteada es innegociable, Escrivá ha respondido que está “acostumbrado” a negociar los ERTE y hay una forma que no le gusta que pasa por decir que algo es “tremendo” pero finalmente se llega a acuerdo. A su juicio, se está en esa etapa del proceso de negociación sobre un asunto que se lleva abordando desde octubre y al que en enero se incorporaron al a mesa sindicatos y patronal.
“La cosa se tranquilizará tras unos días”
“Llevamos hablándolo desde hace meses, acercando posiciones y hay consenso de ir a cotización por ingresos reales, estaba en todos los programas”, ha aseverado Escrivá, quien ha concretado las discrepancias al ritmo de su implantación, ya que algunos abogan ir más lento y otros más rápidos. “Dejemos que pasen unos cuantos días y verán cómo la cosa se tranquiliza”, ha añadido.
Ante la posible desventaja en las cotizaciones de los autónomos respecto a la de los asalariados, que sufraga en parte la empresa, Escrivá ha afirmado incluso que “el autónomo es su propio empresario” y se trata de un colectivo “extraordinariamente heterogéneo”, al haber, por ejemplo, un millón de autónomos societarios con realidades “extraordinariamente distintas”.
En cualquier caso, ha insistido en que dos de cada tres autónomos cotizarán menos de lo que cotizaban antes y ha explicado que el hecho de que no se haya acometido la reforma hasta ahora tras varios intentos desde 2020 es por motivos técnicos ya que el cruce de datos de la Seguridad Social y la Agencia Tributaria no casaba del todo. “Ya los hemos casado y estamos preparados”, ha agregado.
“El sistema de pensiones es absolutamente sostenible”
El ministro de la Seguridad Social ha indicado que la reforma de pensiones que ultima el Ejecutivo con los agentes sociales en una primera fase, en la que se encuadra el nuevo sistema de cotización de los autónomos, incluirá la revalorización de las mismas con arreglo al IPC y la eliminación de ‘gastos impropios’ de la Seguridad Social que pasarán al Estado.
Además, ha defendido que se promoverá alargar los periodos de jubilación, ya que está es “complementario” a la reducción del paro juvenil, en paralelo a un endurecimiento de los coeficientes reductores que se aplican a las jubilaciones anticipadas. Así, ha apuntado que se trabaja con “discreción” y se dispone de un texto “bastante avanzado” que una vez consensuado y aprobado volverá al Parlamento a modo de “norma concreta”, algo que ha subrayado que hay que hacer “muy próximamente”.
De cualquier forma, ha afirmado que el sistema de la Seguridad social se surtirá de fondos vía cotizaciones, mientras que el resto de gasto se sufragará a través del Estado vía impuestos, y ha asegurado que con el nivel de cotizaciones “relativamente alto” que hay actualmente es “suficiente” para sufragar las pensiones.
Actualmente el gasto en pensiones en España representa en torno al 12% del PIB, frente al 17% de Italia o Francia. De hecho, Escrivá ha apuntado que en países como Francia lleva la reforma enquistada más de un año para pasar de 62 a 64 años la edad de jubilación y tienen 47 regímenes especiales. “En España tenemos una situación bastante confortable de partida”, ha asegurado.
El problema, ha insistido, era que se ha sobrecargado de gastos al sistema con políticas “legítimas” para políticas activas de empleo o la tarifa plana que no le correspondían a la Seguridad Social y ahora pasan a pagarse con impuestos.
“La Seguridad Social no está quebrada en absoluto”, ha afirmado tajante Escrivá, detallando que el déficit que presentaba antes de la asunción por parte del Estado de los ‘gastos impropios’ era de 17.000 millones en 2019, y se han identificado gastos impropios por 21.000 millones. Este año el Estado ya ha asumido 14.000 millones y en el acuerdo hay un compromiso de cerrar completamente esa brecha antes de final de legislatura”.
Cree que habrá “muy pocos” ERTE que pasen a EREs
Por otra parte, sobre la posibilidad de que los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) acaben en expedientes de regulación de empleo (ERTE), es decir, en despidos, ha dicho que ha habido “muy pocos” y aunque “necesariamente” se producirá cierto trasvase de los primeros a los segundos, la cantidad no es reseñable.
En este sentido, ha indicado que la “prueba” de ello es que cada vez que se conoce un ERTE tiene “muchísima repercusión” y “pasan días y días hasta el siguiente”. Por ello, cree que no se registrará un gran trasvase de ERTE a ERE, ya que la composición de los primeros está “muy concentrado” en hostelería y turismo “abrumadoramente”.
El ministro ha cifrado en 580.000 el número de trabajadores que permanecían hasta el día de ayer, lunes, bajo un ERTE, lejos de los 980.000 que se alcanzaron en el pico de la tercera ola y los más de 3,6 millones de abril del año pasado.
En todo caso, ha admitido que puede haber algún sector con reestructuración, como el sector aéreo, que presenta 15.000 trabajadores en ERTE, pero confía en que se recupere el nivel de actividad estructuralmente. “Después de una crisis como ésta, el impacto ha estado más focalizado y limitado de lo que esperábamos”, ha subrayado.