La eólica marina española celebra su congreso con grandes empresas, pero todavía sin regulación
Bilbao será el foco de las renovables 'off shore' la próxima semana, pero España no acaba de avanzar en su apuesta
Falta la novia, pero la boda se celebra. Algo así sucederá en Bilbao la próxima semana (22-23 noviembre) durante la celebración del ‘I Congreso Eólico Marino’ que reúne a las principales empresas del sector para abordar el futuro del negocio, pero lo hace cuando todavía no existe un marco regulatorio estable y, además, tampoco está establecido en qué lugares se podrán desarrollar proyectos.
Es decir, la eólica marina en España de momento se escribe en negro sobre blanco con proyectos que esperan su aprobación. Y lo paradójico de la situación es que las grandes empresas del sector ya han mostrado su hambre inversora en este segmento renovable. Pero falta por establecer un marco jurídico que ayude de verdad a empezar.
Será un buen momento para conocer de primera mano qué se está cocinando en los hornos del Ministerio para la Transición Ecológica, puesto que la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, tendrá la palabra en la inauguración institucional. Muy atentos estarán Naturgy, Iberdrola, Capital Energy, Acciona Energía; o empresas internacionales como RWE u Orsted.
De este modo, se podrán intuir los márgenes temporales de las tres cuestiones clave: regulación, periodos de subasta y POEM (planes de desarrollo del espacio marítimo). La santísima trinidad que necesita en tierra -el mar, en este caso- la eólica marina para empezar a construir y que, de momento, solo se encuentra en ese ámbito de las ideas futuras.
No obstante, desde la organización del congreso, que recae en la Asociación Empresarial Eólica (AEE), son conscientes de la situación. Advierten en la presentación del evento que «es urgente disponer de un marco regulatorio y de una planificación concreta en el medio y largo plazo, que active en los próximos meses los trabajos de desarrollo de los parques que estarán en funcionamiento en 2029. Los trabajos de desarrollo implicarán puestos de trabajo en ingeniería, estudios, planificación industrial, consultoría ambiental, prestación de servicios desde las comunidades costeras, generando además un componente de empleo inducido muy significativo».
Eólica marina en clave temporal
Una de las claves en el negocio de la eólica marina tiene que ver con los tiempos. Los proyectos en este ámbito son mucho más largos que la ‘eólica onshore’, por lo tanto, se debe empezar de manera urgente si se pretende llegar a 2030 de manera efectiva con los compromisos realizados.
Por el momento todos los asuntos relacionados con la eólica marina acumulan medio año de retraso, puesto que la tipología de subasta iba a estar disponible para hace meses, al igual que el resto de cuestiones regulatorias. El último marco temporal fijaba el otoño como punto final. Falta solo un mes para incumplir un nuevo límite.
Sin olvidar los problemas administrativos
En cuanto al procedimiento de autorización, y por la experiencia en relación con otras instalaciones de energía renovables que se ubican sobre el territorio, resultará crítica en la agilización del proceso para la puesta en marcha de los futuros parques eólicos marinos. La existencia de puntos viables de conexión a la red eléctrica, los cuales se deberán emplazar en tierra firme.
Por otra parte, está por ver si con este nuevo marco normativo se podrá conseguir una eficiente coordinación entre las autorizaciones relativas. Tanto a las infraestructuras marinas (aerogeneradores, cableado, subestación eléctrica marina) como las terrestres (cableado, subestación eléctrica terrestre y conexión a la red). Donde necesariamente intervienen diferentes Administraciones con competencias sobre el territorio (Costas, Entidades Locales, Confederaciones hidrográficas y Puertos, en su caso).