Las empresas registran su mayor caída mensual de facturación desde finales de 2020
La facturación de las empresas modera su crecimiento interanual al 23,2% en marzo y encadena 13 meses consecutivos de ascensos
La presión de la inflación, el alto coste de las materias primas, los cuellos de botella y la crisis energética agravada por la guerra han generado una alta incertidumbre que está teniendo ya su reflejo en la facturación de las empresas, con una caída mensual en el mes de marzo del 0,9%, la mayor desde noviembre del año 2020.
La caída se debe al desplome de las ventas en las industrias extractivas y manufacturera (-6,1%) y en el comercio (-3,9%), ambos afectados por los cuellos de botella y los altos precios energéticos, mientras que los servicios no financieros de mercado elevaron su facturación a nivel mensual un 0,6% y el suministro de energía eléctrica y agua, saneamiento y gestión de residuos repuntó un 8,6%.
Con todo, la facturación de las empresas aumentó un 23,2% en el mes de maro respecto a hace un año, impulsadas por el alza de las ventas del sector energético, que se más que duplicaron en plena crisis energética, según los últimos datos publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Las ventas de las empresas en España sufrieron en 2020 el impacto de la pandemia de la Covid-19 que llevó a una contracción del 14,2%, el mayor descenso desde 2009, y arrancó el ejercicio 2021 con caídas también en enero y febrero por la incidencia de la tercera ola. pero desde entonces ha remontado por el efecto de la comparativa y encadena ya 13 meses consecutivos de tasas interanuales al alza.
Pese al retroceso mensual, en lo que va de año la facturación de las empresas repunta un 27% de media, sobre todo debido a que en las empresas de suministro de energía eléctrica, agua y residuos la facturación se ha disparado ni más ni menos que un 115%.
El sector eléctrico factura un 128,9%% más en plena crisis energética
Por sectores, los que encabezaron la mejora en su facturación fueron sobre todo los de suministro de energía eléctrica y agua, saneamiento y gestión de residuos, con un alza 128,9% en marzo, en plena crisis energética que ha llevado al Gobierno a tomar medidas como la disminución del IVA del 21% al 10% hasta final de año y la suspensión del impuesto de producción eléctrica del 7%.
El sector de servicios no financieros de mercado repuntó un 22,5%. No obstante, el sector del comercio también continúa con una progresiva mejora en sus ventas, al anotarse una subida del 16,2%, al tiempo que la facturación de las industrias extractivas y manufacturera crecieron un 13,2%.
De esta forma, en el primer trimestre del año todos los sectores logran mejorar su facturación, lo que les permite recuperar en parte lo perdido durante la pandemia.
El retraso en las ayudas
El Gobierno aprobó el pasado 12 de marzo el nuevo paquete de ayudas de 11.000 millones de euros para la solvencia de las empresas, cuyo reparto ha despertado las críticas de la oposición, las CCAA y las organizaciones empresariales y de autónomos por la demora en la firma de los convenios y las dificultades burocráticas para la tramitación de las mismas en la legislación autonómica de cada región.
El paquete de ayudas contempla una línea de 7.000 millones de euros para ayudas directas a empresas y autónomos destinadas al pago de gastos fijos y deudas con proveedores y otros acreedores, a gestionar por las CCAA y cuyo reparto ha generado polémica. Este es el fondo que ha flexibilizado Hacienda para que las CCAA puedan incluir más sectores.
También se recoge una línea de 3.000 millones para que el ICO pueda acompañar los procesos de reestructuración de deuda financiera, y un fondo de 1.000 millones para la recapitalización de las empresas afectadas. Ante las dificultades denunciadas por asociaciones y CCAA, sobre todo las del PP, el Gobierno amplió 4 meses el plazo de cobertura de las ayudas directas.
Las orgnanizaciones de autónomos denunciaron el “fiasco” de las ayudas. Desde la Federación Nacional de Autónomos (ATA) señalaron a Economía Digital que si las ayudas no llegan al final muchos autónomos tendrán que cerrar porque buena parte del colectivo está aumentando su endeudamiento. Según cálculos del Banco de España, solo habrían llegado alrededor de 5.000 millones de euros.
Las ayudas podrán compensar hasta un 40% de la caída adicional de ingresos para las micropymes y los autónomos y hasta un 20% del resto de empresas. Se establece una cantidad fija de 3.000 euros para los autónomos que tributan por módulos y un rango entre los 4.000 y 200.000 euros por empresa para el resto.