Las empresas no financieras mejoran su beneficio un 7,4% en el primer trimestre
Las empresas no financieras lograron mejorar su beneficio hasta marzo por primera vez desde la pandemia gracias a las menores provisiones, aunque continuó cediendo su actividad y empleo
Primeros síntomas de alivio en las empresas no financieras que lograron cerrar el primer trimestre del año con un aumento de sus beneficios por primera vez desde el inicio de la pandemia, según datos de la Central de Balances del Banco de España.
En concreto, las empresas no financieras lograron mejorar un 7,4% su resultado ordinario neto en el primer trimestre en comparación al del año pasado, cuando registró una fuerte caída del 63,9%. Esta mejora se produjo en un contexto de caída del PIB, que cerró con una merma del 0,4% el trimestre, según los datos del INE.
Ello se explica en parte por el efecto estadístico de la comparativa con el primer trimestre del año pasado, en el que la segunda mitad de marzo estuvo marcada por el parón de la actividad por el confinamiento, y por el inicio de la reactivación económica desde el término del primer trimestre de este año.
Menores provisiones y amortizaciones
El organismo explica que la actividad de las empresas siguió contrayéndose con respecto al mismo período de 2020 pero a un ritmo «sensiblemente menor», si bien la evolución favorable de las amortizaciones y provisiones de explotación, que cedieron un 7,4%, fundamentalmente por menores provisiones por deterioro de existencias, permitió una recuperación de los resultados ordinarios y un aumento de los niveles medios de rentabilidad.
Por su parte, los gastos e ingresos atípicos ejercieron un impacto negativo sobre el resultado final, debido fundamentalmente a deterioros en el valor de algunos activos fijos, lo que unido al gasto por el impuesto de sociedades, llevó a que el resultado neto final presentara un valor reducido, aunque positivo y unas tres veces superior al del primer trimestre de 2020.
Expresado en porcentaje sobre el valor añadido bruto (VAB), se situó en un 2,1%, frente al 0,7% del ejercicio precedente. Asimismo, los ingresos financieros experimentaron una caída trimestral del 21,3%, mientras que los gastos financieros bajaron en menor medida, un 2,5% en dicho período.
Cae la actividad pero remonta en sectores como la industria
En cualquier caso, para poder analizar estrictamente la actividad de explotación de las empresas cabe el análisis el valor añadido bruto al coste y el resultado económico bruto, ya que no incluyen ni gastos e ingresos financieros, ni amortizaciones y provisiones.
En ambos casos, estos excedentes siguen cayendo, con unos retrocesos del 1,5% y el 0,5%, respectivamente, aunque en mucha menor medida que las mermas del 13,6% y el 28,4% del mismo periodo del año pasado.
El detalle sectorial evidencia una elevada heterogeneidad en cuanto a la evolución de la actividad entre enero y marzo, ya que en el sector industrial aumentó el VAB un 52,9%, frente al retroceso del 34,1% de un año antes, gracias a la contribución de todos los subsectores, sobre todo refino, industria química y fabricación de material de transporte.
El sector de la energía en cambio siguió cayendo (-1,7%), como también lo hizo el de la información y comunicaciones (-13,1%), mientras que la actividad repuntó un 0,9o% en el comercio y la hostelería.
El alza de los beneficios ordinarios permitió que las ratios de rentabilidad ordinaria mejorasen, con un alza de una décima, hasta el 1,6%, de la rentabilidad ordinaria del activo, y algo mayor, de tres décimas, hasta el 1,6%, de la rentabilidad sobre recursos propios.
Entre enero y marzo de 2021 se redujo la ratio media de liquidez de las empresas de la muestra de la CBT, tras el fuerte repunte de 2020. Por sectores, en la industria y la energía se observaron retrocesos de este indicador, mientras que en otros, como el de comercio y hostelería, y especialmente en el de información y comunicaciones, se mantuvo la tendencia ascendente del año pasado.
El empleo cae un 4%
En lo que respecta al empleo, las empresas no financieras marcaron una reducción trimestral del 4% en el volumen de empleo, principalmente por el efecto más acusado de recorte de plantilla experimentado al cierre del trimestre.
La Central de Balances refleja que la disminución del empleo siguió concentrándose fundamentalmente en el colectivo de trabajadores temporales, con una reducción del 14,4%, mientras que el personal fijo también se redujo, pero de forma más moderada, un 2,2%.
En este contexto, el porcentaje de empresas que redujeron sus plantillas efectivas (ya sea tanto por despidos como por tener trabajadores en ERTE) se elevó algo más de 10 puntos porcentuales en comparación con un año antes y se situó en un 52,6%.
De cualquier forma, el descenso del empleo fue casi generalizado y afectó a todas las ramas de actividad, excepto a la industria, que aumentó su empleo un 1,1%, frente a la caída de un 2,8% de hace un año. Comercio y hostelería (-6,1%) y resto de actividades (-5,2%) fueron los sectores con una mayor caída de empleo, a los que se sumaron el de información y comunicaciones (-1,4%) y energía (-1,8%).
Como consecuencia de la caída del empleo, los gastos de personal cayeron un 2,2%, evolución que se explica por el descenso de las plantillas medias efectivas, que solo fue parcialmente compensado por el incremento de las remuneraciones medias.
Los salarios suben un 1,9%
Entre tanto, las remuneraciones medias crecieron un 1,9% en el primer trimestre de 2021, frente al 0,4% de un año antes. El desglose sectorial evidencia que fue en el sector de comercio y hostelería en el que estos costes crecieron más, un 3,9%.
En gran parte se debería esta evolución a que la fuerte caída del empleo en este sector se habría concentrado en el personal con salarios más bajos (lo cual eleva los salarios medios a través de
un efecto composición), explica el Banco de España.
En sentido contrario, en la rama de industria y. comunicaciones los salarios se mantuvieron estables, y en el resto de sectores subieron un 0,3%, en tanto que en el de la energía un 1,9%