Las eléctricas disparan el número de servicios adicionales que cuelan a los clientes
Seguros de pago, certificados... las empresas eléctricas han sabido desde hace meses incorporar nuevos elementos a la factura
Recibo de la luz.
La energía se ha convertido en un tema de conversación recurrente entre los ciudadanos españoles. Al mismo nivel, o más, que los cambios en el Consejo General del Poder Judicial, si atendemos a la fina ironía que muestra el Gobierno sobre este asunto. Aunque la realidad es más compleja. La contratación de servicios eléctricos es esencial, y muchos consumidores no tienen claro lo que contratan.
Así se refleja en la última oleada del Panel de Hogares que publica la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Esta encuesta, una de las más exhaustivas del ámbito energético, refleja que en apenas dos años ha crecido en 10 puntos el porcentaje de hogares con servicios adicionales facturados sobre el total del mercado libre.
En concreto, ha pasado de un 25% de consumidores en 2019 a un 34% en el segundo semestre de 2022. Una variación enorme que se produce, además, un con mercado en pleno auge donde se están produciendo miles de cambios de compañía, así como de condiciones en la tarifa, debido a la crisis de precios.
De esta forma, en el trasiego de usuarios, cambios de condiciones, nuevas promociones, ofertas para escapar de facturas más caras… ha dado como resultado una explosión de este tipo de servicios aledaños al propio recibo de la luz que, en muchos casos, apenas genera un valor añadido real sobre los servicios que un consumidor necesita.
La situación ha podido pasar desapercibida para muchos clientes porque la mayoría de cambios se han producido del mercado regulado (PVPC) al mercado libre. Estos movimientos, vitoreados por las empresas, llegaban bajo el reclamo de pagar menos debido a la volatilidad de los mercados que tanto ha impacto en las tarifas reguladas. De ahí que añadir ciertos servicios haya podido no recibirse como algo negativo.
¿Se necesitan servicios añadidos?
La realidad de todos estos servicios es que, en muchos casos, no llegan a ser del todo necesarios. Entre ellos, por ejemplo, se encuentra el mantenimiento de las instalaciones. Y es que son muchas las compañías las que ofrecen este tipo de servicio adicional, especialmente las más grandes.
Uno de esos servicios cuestionables es la protección de electrodomésticos. Este servicio adicional cubre las averías del frigorífico y la lavadora. Puede que se solape con tu seguro de hogar y estés pagando dos veces por el mismo servicio.
También están los seguros de pagos. Este sobrecoste en la factura garantiza cubrir la factura de luz en caso de que no podamos hacerles frente. En cualquier caso, advierten desde las organizaciones de consumidores, conviene revisar las condiciones, tal vez se esté pagando por algo que el día de mañana no se pueda disfrutar.
Otro ejemplo son los certificados de eficiencia energética. Algunas comercializadoras incluyen entre sus servicios extras la emisión de un certificado de eficiencia energética, a aquellos clientes que quieren alquilar o vender su vivienda.
Por último, uno de los añadidos más llamativos son los servicios de urgencia. Pero tenerlo contratado no garantiza que la distribuidora restituya el suministro a al usuario antes que a los vecinos que no lo tienen en caso de que exista algún problema.
