Los mejores clientes también retrasan el pago de hipotecas
Un 4% de la cartera hipotecaria de Bankinter se ha acogido a una moratoria a pesar de que sus usuarios cuentan con ingresos por encima de la media
Bankinter ha abierto la temporada de resultados de la banca con la primera pista concreta del impacto que la pandemia del coronavirus puede tener sobre la morosidad de los clientes particulares. La entidad que lidera María Dolores Dancausa explicó este jueves que hasta el momento había recibido peticiones de moratorias hipotecarias equivalentes a un 4% de su cartera y de un 3% en el caso de los préstamos al consumo. El primero de los dos porcentajes debería convertirse en el suelo del primer semestre, salvo que algún competidor dé una sorpresa positiva.
Así, si se cumplen las previsiones de los analistas, Bankinter será el banco español que acumulará menos solicitudes de moratorias entre todos los del IBEX en esta crisis, aunque la cifra ha quedado bastante por encima de las estimaciones iniciales. En este sentido, Barclays anticipaba a mediados de mayo que equivaldrían al 0,5% del total de la cartera de crédito para la compra de vivienda. La cifra ha sido notablemente más alta.
Uno de los puntos fuertes de Bankinter es el perfil de su cliente. Tradicionalmente, los usuarios del banco -con rentas más altas que la media-, habían sido más resistente a los impagos. Sin embargo, las particularidades de la crisis del coronavirus, donde muchos españoles se han visto envueltos en un ERTE-, podría haber alterado esa resistencia al menos en un primer momento.
Para los trabajadores con sueldos más altos la inclusión en un expediente de este tipo supone una merma muy considerable de ingresos, que puede alterar de manera significativa su solvencia, ya que habitualmente su estructura de gastos fijos es más alta.
La petición de una moratoria se considera un primer termómetro para medir hacia dónde puede evolucionar la morosidad en los próximos meses. Una recuperación rápida de la economía debería controlar que la proporción de créditos que caigan en impago sea menor, pero si el desempleo se dispara porque la reactivación es floja, los impagos aumentarán con más fuerza.
La evolución de la morosidad empresarial es otro capítulo, pero por el momento está enmascarada porque los créditos ICO se han concedido en muchos casos con periodos de carencia; por lo que los problemas son por ahora difíciles de detectar.
Según María Dolores Dancausa, la mayoría de los clientes que han solicitado la moratoria hipotecaria al banco, quedaba fuera del sistema de protección estatal, diseñado como medida de apoyo para las rentas más reducidas. De hecho, sólo un 1% de los 922 millones en hipotecas que se han acogido a las peticiones para retrasar pagos (230 millones) en el caso de Bankinter formarían parte de este colectivo protegido. El resto, 690 millones, se englobarían dentro de las soluciones voluntarias que el banco ha dado a sus clientes.
Esta proporción es diferente a la que ha ido difundiendo el Banco de España. Aunque no son totalmente comparables porque el supervisor engloba tanto las moratorias de hipotecas como de crédito al consumo voluntarias en los datos que engloban las operaciones voluntarias, se han concedido retrasos en los pagos obligados por decreto por 20.370 millones. En contraste, el importe de los voluntarios era inferior; al ser de 18.071 millones. Es decir, que, a diferencia de Bankinter ganaban las operaciones obligatorias para colectivos vulnerables.
La proporción de crédito total que se había acogido tanto a las medidas aprobadas por el Gobierno de Pedro Sánchez, como a los programas voluntarios de cada banco, ascendían a 41.160 millones; más de un 6% del saldo de crédito de España, que rondaría los 655.000 millones.
Si el mejor llega al 4%, ¿qué será del peor?
La cartera hipotecaria y de crédito al consumo de Bankinter es pequeña comparada con otras entidades más grandes como Banco Santander, Caixabank o BBVA. De los datos correspondientes al primer semestre se desprende que la entidad que lidera Dancausa atesora 23.000 millones en hipotecas vivas y 1.800 millones en crédito al consumo en España.
De acuerdo con Barclays, justo los tres bancos más grandes en el mercado serán también los que sufrirán mayores peticiones de moratorias por volumen y en términos porcentuales tanto en el caso de la entidad que preside Ana Botín, como la de su homólogo Jordi Gual.
En mayo, el banco de inversión británico calculaba que el caso del Banco Santander las peticiones de moratoria podrían llegar al 10,6% de la cartera hipotecaria; al 8,4% para Caixabank y al 5,3% para BBVA.