El Sabadell descarta comprar ninguna entidad con riesgo inmobiliario
Oliu esperará a ver después de septiembre el mapa de las entidades de crédito antes de plantear colaboraciones a nivel nacional
Banc Sabadell no prevé comprar ningún banco o caja que tenga en su balance riesgos inmobiliarios. Tampoco se plantea ninguna operación que no acreciente el valor para los accionistas. Así lo dijo, Josep Oliu, presidente de la entidad vallesana, en el almuerzo previo a la celebración de la junta de accionistas.
Oliu fue preguntado por el interés que pudiera tener el Sabadell en adquirir la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) y negó la mayor: “A la caja es a la que le corresponde buscar su solución”. Y fue categórico al indicar que desde el Sabadell no hay interés en realizar una operación corporativa “y menos con la CAM”, afirmó.
Pero, con su tradicional prudencia, Oliu sí que insinuó una vía a partir de la cual el banco podría abrir sendas de colaboración con otras entidades financieras. En primer lugar, el banco esperará a ver como culmina la reestructuración de las cajas de ahorros. Este punto podría quedar despejado en septiembre próximo. A partir de ahí se darán casos de cajas de ahorros que serán propietarias, en parte o totalmente, de nuevos bancos que cotizarán en bolsa y tendrán un valor cierto. Con estas entidades se “podrían establecer proyectos a nivel nacional” dejó caer.
En relación con el propio Banc Sabadell, Oliu auguró que a partir de 2012 volverá a aumentar sus resultados netos. Ello a pesar de que antes el banco ha debido afrontar diversos retos. Uno fue la liquidez, con captación masiva de pasivo por unos 13.000 millones. El segundo gran esfuerzo fue la unión con el Banco Guipuzcoano y el tercero ha sido incrementar el capital propio pasando de poco más del 6% a un 8,2%, con lo que cumple las exigencias del Banco de España. Todo ello junto a los problemas genéricos de la crisis, que han lastrado la generación de beneficios, aseguró.
Guerra del pasivo
El presidente del Sabadell se refirió tangencialmente a la política que algunas entidades han puesto en marcha captando fondos con altas remuneraciones. Así, se mostró favorable a que “el regulador limite la capacidad de pago a los depósitos a plazo”. Así se evitaría entrar en lo que Oliu llamó “el suicidio colectivo” de la guerra del pasivo.
Sobre las posibilidades de que la cotización de la acción del Sabadell en los próximos meses se vea afectada por la competencia fruto de la salida al mercado de ofertas bancarias como las de Bankia o CaixaBank, Josep Oliu le quitó importancia al entender que el valor de las acciones del banco subirá cuando crezcan sus beneficios. Pero admitió que “la banca no volverá a ser lo que era” fruto de la exigencia de más capital y del “tsunami regulatorio” nacido de la crisis.
En referencia a la situación económica general, Oliu indicó que “España ha quedado al margen del castigo que sufren los países periféricos en lo referente a riesgo”. No obstante, la credibilidad internacional de la economía española está bajo observación. “Es como cuando se ha de pasar un examen cada tres meses”, aseguró.
España, al margen de los países periféricos
Las reformas afrontadas desde España han merecido el elogio moderado de Oliu. Este ha comparado los resultados de las reformas en nuestro país con lo sucedido en Portugal. “Si se miran los datos de antes de la crisis de la deuda en Portugal, y los actuales vemos que no han hecho nada. Por contra, aquí se ha actuado y las cifras cantan: el déficit corriente en España era antes de mayo del 11% del PIB y ahora está en un 6% y la tasa de ahorro estaba en 6% antes de la crisis y ahora se ha situado en el 13% tras haber subido al 18%, afirmó. Reconoció que aún existen rigideces que “se han de solventar”, especialmente respecto a la negociación colectiva y en aspectos clave del mercado laboral.