El resultado de Bankia supera impoluto el escándalo de las ‘tarjetas black’
El consejero delegado asegura que “la actividad comercial no se ha resentido”, que el negocio en las oficinas ha crecido el 11,1%
El resultado de Bankia ha superado, sin salpicarse, el escándalo de las tarjetas black. “Este ruido que tenemos en los medios no afecta a la actividad comercial”, ha asegurado el consejero delegado, José Sevilla.
En el banco que fundó Caja Madrid y otras entidades de ahorros, como la valenciana Bancaja, tampoco creen que los agujeros patrimoniales que se investigan, según avanzó Economía Digital, generen incertidumbres, por ejemplo, entre los inversores.
“Si somos capaces de seguir presentando resultados sólidos la acción continuará fortaleciéndose y el grupo podrá devolver las ayudas”, dice la mano derecha de José Ignacio Goirigolzarri.
Repudiando a Rato
El actual equipo directivo, que tomó las riendas después de que el ministro Luis de Guindos lograra que Rodrigo Rato dimitiera de la presidencia del grupo, aprovecha, eso sí, para desmarcarse y, hasta cierto punto, para repudiar la etapa anterior.
“Los hechos hablan por sí mismos: en Bankia enfatizamos que las primeras medidas que tomamos en 2012 fue un cambio total del gobierno corporativo de la entidad; hemos investigado y reclamado los importes, que hemos recuperado”.
En la actualidad, Bankia parece un banco fetén. La ratio de eficiencia representa la evolución que la entidad ha recorrido desde la Caja Madrid de Miguel Blesa y de Rato a la Bankia de Goirigolzarri. De las tarjetas black y de los agujeros patrimoniales en la Bancaja de José Luis Olivas a la reducción de gastos y los mayores volúmenes de negocio que ha logrado Sevilla.
Más eficiencia
Todo lo recoge una cifra: el 45,4% de eficiencia recurrente, con una reducción de 880 puntos básicos respecto al anterior ejercicio. En la etapa de Rato ese nivel era del 62%. El porcentaje actual resume el mejor comportamiento de las oficinas (11,1%), de la productividad de los empleados (17,4%) y de los menores gastos (-7,3%). La rentabilidad sobre recursos propios asciende al 8,4%.
El negocio bancario recurrente crece a ritmos del 3%. Bankia ingresó en comisiones 2.163 millones y el margen bruto mejoró hasta los 2.937 millones. La purga del balance continúa aunque con un ritmo de provisiones sensiblemente menor. Año sobre año caen en el tercer trimestre desde los 781 a los 670 millones.
Resultados previsibles
“Creo que la clave es que trimestre a trimestre el resultado de Bankia es previsible”, explica el director financiero, Leopoldo Alvear. La morosidad se ha reducido en 110 puntos básicos desde el principio del ejercicio (13,6%). Durante el verano, el saldo de dudosos ha retrocedido en 900 millones, 2.300 acumulados hasta septiembre.
A pesar de que el grupo presume de fortaleza, la acción cotiza por debajo (1,43 euros) de los niveles que serían necesarios para que el Estado recupere los 23.000 millones en ayudas. “No somos inmunes a las corrientes del mercado, aunque desde el principio de año Bankia ha subido el 16%; el Ibex, un 4%; y el sector bancario, el 0,4%”.