El primer mes con el nuevo salario mínimo destruye 200.000 empleos
El aumento del SMI a 900 euros coincide con la mayor destrucción de empleo desde 2013. El Gobierno desvincula los fenómenos, pero hay precedentes
El mercado laboral español ha llegado a 2019 con la subida del SMI a 900 euros, pero también con el aumento del paro y la destrucción de más de 200.000 empleos en el primer mes del año.
El Ejecutivo de Pedro Sánchez ha reconocido que los datos «son malos», pero los desvinculan de la subida del salario. Es habitual que en el primer mes del año se destruyan puestos de trabajo debido a la estacionalidad que caracteriza al empleo español.
Sin embargo, la Seguridad Social registra su peor enero desde 2013. La caída en 2019 fue del 1,08%, en 204.865 afiliados respecto a diciembre. Solo el 2 de enero -el 1 de enero es festivo- se despidieron a 606.473 personas, doblando la cifra del 31 de agosto de 2018, cuando se registraron las mayores salidas. No obstante, contando las altas, el saldo final del 2 de enero queda en 124.740 empleos menos.
El Banco de España estima que la subida del SMI a 900 euros costará 145.000 puestos de trabajo
Varios organismos internacionales y nacionales avisaron de que una subida tan pronunciada del SMI acarrea la destrucción del empleo. De hecho, un informe elaborado por varios economistas y publicado el viernes por el Banco de España estima que la subida del SMI a 900 euros costará 145.000 puestos de trabajo.
Ya el 21 de diciembre, tras la aprobación por decreto Ley en el Consejo de Ministros celebrado en Barcelona, las empresas dieron de baja hasta a 274.073 trabajadores los días siguientes. El Ejecutivo, como ha hecho este lunes, desvinculó el movimiento de contratos de la aprobación del nuevo salario mínimo.
Los expertos ligan la subida del SMI con la destrucción de empleos
Enero ha sido el primer mes con el salario mínimo interprofesional de 900 euros al mes, después de que el Ejecutivo de Pedro Sánchez lo incrementara el 22,3% por decreto ley. El Gobierno reconoció que no realizó un estudio del impacto en el empleo de la subida del del SMI.
Es importante tener en cuenta el contexto de ralentización de la economía. Sin embargo, España lleva encadenando cinco años de creación de puestos de trabajo y en 2018 se crearon 566.200 empleos nuevos, casi el 3% más que en 2017 y la mayor cifra en 12 años.
Pese a que no se puede demostrar 100% la relación la subida del SMI con los datos de enero, las cifras reflejan una influencia significativa. Además, los economistas coinciden en que, entre las consecuencias del aumento del salario mínimo, está la ralentización de la creación de puestos de trabajo y la destrucción de empleo.
«La creación de empleo también se verá afectada por el aumento del salario mínimo. Las empresas tenderán a reducir el número de contrataciones para contener los costes salariales», explica Ángel Jiménez, analista de Moody’s.
Los más afectados con el SMI, jóvenes y poco cualificados
Jiménez también añade que la ausencia de un SMI específico para los jóvenes por debajo de los 900 euros puede incentivar a las empresas a contratar trabajadores más experimentados «en detrimento de aquellos que estén buscando su primer empleo».
Cuando se anunció la subida del salario mínimo interprofesional de los anteriores 736 euros a los 900 euros de 2019 los economistas coincidieron en que tendría como perdedores a los jóvenes y a los trabajadores menos cualificados. El desempleo de los menores de 25 años se incrementó en 10.250 personas en enero, el 4,15% más. El año anterior, la cifra de parados jóvenes se redujo en 612 personas.
Los expertos coinciden en que una subida de SMI del 22,3% aumenta el riesgo de fomentar la contratación temporal
«Los más perjudicados por esta medida no serán quienes están ganando salarios alrededor del mínimo, aunque algunos de ellos pueden sufrir pérdidas de empleo o reducción de jornada, sino los trabajadores con más dificultad para acceder al empleo y los más propensos a permanecer en el paro», explica el Instituto de Estudios Económicos (IEE).
Además, de alertar de la destrucción de empleo, coincidían también en el riesgo de fomentar la contratación temporal. La temporalidad del empleo es una de los signos de precarización y características más destacadas del mercado laboral español.
Por su parte, la CEOE calculó que el nuevo salario supondrá en 2019 un desembolso adicional para las empresas de 2.100 millones de euros en concepto de costes laborales que se deberán cubrir de alguna manera.