El precio de las PCR amenaza la llegada de los turistas británicos a España en verano
El nuevo semáforo del coronavirus obligará a todos los turistas internacionales de Reino Unido a someterse al menos a dos pruebas PCR para poder viajar al extranjero
El Gobierno de Boris Johnson presentó la semana pasada su semáforo del coronavirus para organizar los viajes internacionales desde Reino Unido a partir del próximo 17 de mayo. El protocolo abre la puerta por primera vez a que los británicos puedan librarse de realizar una cuarentena tras visitar las zonas con baja incidencia de la Covid-19, sin embargo obliga a someterse a al menos dos pruebas PCR a todos los viajeros que abandonen el país.
La patronal de las agencias de viaje británicas teme ahora que estos requisitos frenen la salida de viajeros rumbo al extranjero debido al elevado precio de los diagnósticos. «Las pruebas van a ser una barrera importante para viajar este verano, necesitamos que el Gobierno se involucre con la industria sobre cómo podemos reducir el precio», ha expresado Luke Petherbridge, el director de asuntos públicos de la Asociación de Agentes de Viajes Británicos en una entrevista en Sky News.
Esta condición puede suponer un duro hándicap para el sector turístico español que se aferra a la campaña de verano para comenzar a revertir las pérdidas provocadas por la crisis sanitaria. Apenas 3,17 millones de británicos visitaron España en 2020 como consecuencia de las restricciones internacionales de viaje, lo que representa un hundimiento del 82,4%. Reino Unido protagonizó la caída más acuciante de los grandes mercados emisores de turistas y cedió su puesto a Francia como el primer país de origen de los visitantes que recalan en el territorio español.
«No podemos entender por qué los países de la categoría verde deben requerir una prueba de PCR»
Luke Petherbridge
La patronal de las agencias de viaje ha criticado con fuerza el protocolo del Gobierno británico por la obligatoriedad de realizar pruebas de diagnóstico que elevan el coste del viaje para los turistas, un protocolo similar al que impera en España desde hace meses. Pero también exigen que se aclaren algunos de los puntos, como si las personas inmunizadas podrán liberarse de estas restricciones. «No dice nada sobre el tratamiento de las personas vacunadas y si estarán o no exentas de los requisitos de las pruebas. No se habla de si los niños requerirán una prueba o no«, ha enfatizado Petherbridge.
Como alternativa, algunos colectivos sindicales ya están presionando para que el Gobierno de Boris Johnson aplique una bonificación para que la prueba tenga coste cero para todos los trabajadores de primera línea que se han encargado de combatir la Covid-19 durante los últimos meses. Un premio por su constancia en forma de vacaciones.
España se aferra a entrar en el nivel verde del semáforo británico
La realización de una prueba PCR a la salida de Reino Unido y otra a su regreso sería el mejor de los escenarios posibles para que los turistas británicos recalasen en España. Pero eso solo sucedería si el país se encuentra en la clasificación verde del semáforo, que estará condicionado por indicadores como la incidencia acumulada de coronavirus, el porcentaje de la población vacunada o la prevalencia de nuevas variantes de la enfermedad.
Si estos valores empeoran de cara a la campaña estival, España podría pasar a la categoría ámbar, lo que limitaría mucho las posibilidades de que vengan los turistas. En estos casos, el protocolo obligará a los británicos a realizar una cuarentena obligatoria de diez días en sus hogares y a someterse hasta tres pruebas PCR distintas: una a la salida, otra a la llegada y una última al octavo día de regreso en el país.
El escenario más duro es el rojo, que obliga a pasar el periodo de cuarentena en un hotel para garantizar el correcto aislamiento de la población y a realizarse el mismo número de pruebas de diagnóstico.
El Gobierno de Boris Johnson todavía no ha aclarado cuáles son los países que forman parte de cada categoría actualmente, lo que deja en el aire la posición que ostentará España, que ha experimentado un repunte de la incidencia acumulada en las últimas semanas, entre tambores de una cuarta oleada. Buena parte del protocolo parece estar abocado a que se cumplan los compromisos de la campaña de vacunación.