El precio de las cebollas se disparan hasta un 75% por el impacto de la guerra en Ucrania
Las principales cadenas de supermercados están sufriendo un alza imparable en el coste de sus productos desde que se desató el conflicto bélico
La invasión de Rusia a Ucrania así como la huelga de los transportistas, iniciada el pasado 14 de marzo que está afectando a la cadena de suministro de toda España, está provocando una fuerte subida en el coste de la materia prima agrícola, y en consecuencia, una fuerte subida de los precios de numerosos productos, entre ellos, la cebolla. Las grandes cadenas de supermercado han disparado su valor hasta un 75%.
Según ha comprobado ECONOMÍA DIGITAL, al menos Carrefour y Eroski, trasladaron el encarecimiento de la cebolla a sus clientes. Lo hicieron debido a las dificultades de la tendencia de suministros que está llevando al límite las reservas de estos establecimientos debido, en gran parte, al conflicto bélico de gran escala que ha sacudido globalmente el mercado por el alza de los precios de la energía que han desembocado en el parón del transporte.
De esta manera, en las estanterías de Eroski los efectos de la guerra son claros. Si un mes antes del estallido de la guerra en Ucrania tras la ofensiva rusa, las cebollas de la marca de la entidad se vendía a 0,85 euros el kilo, a día de hoy lo hace a 1,43 euros, lo que quiere decir que se ha incrementado casi un 70% en tan solo dos meses y que deberán sufrir los bolsillos de los consumidores.
Hacer la compra se ha vuelto más complicado pero no solo en los supermercados españoles, también grandes grupos como Carrefour se han visto sumergidos en la marea de esta crisis. En el mes de enero, la compañía ofrecía las cebollas de marca blanca a o,82 euros el kilo, mientras que este mismo domingo 27 de marzo, el precio, según precisa su página web, escaló hasta los 1,44 euros, lo que supone un incremento de hasta un 75%.
Desabastecimiento de los productos perecederos
Y es que, la huelga de transportistas se cebará con el sector de los productos perecederos, con plazos de entrega mucho más justos que el resto de la cadena alimentaria. Así lo advirtió la Asociación de Empresarios Mayoristas de Frutas y Hortalizas de Barcelona (Agem), que aglutina a 150 empresas del sector hortofrutícula de Mercabarna. Aunque no hay un desabastecimiento generalizado todavía, las semana pasada ya se comenzó a notar la caída de la actividad.
La organización avisó de que los efectos de la huelga «redujeron considerablemente» la entrada de camiones cargados de frutas y verduras al centro de distribución catalán. Especialmente impactados se vieron los transportistas procedentes del sur de España, donde se concentra buena parte de la agricultura del país, que procede de Almería, Granada, Huelva y Málaga.