El Popular diluye su presencia en Portugal
La entidad fusionará su actividad bancaria con la de España, cerrará 47 sucursales y despedirá a 300 empleados
Como parte de sus estrategias para bajar costes, el Banco Popular ha anunciado la unificación de sus negocios de España y Portugal, un proceso en el que la actividad bancaria de la entidad del país luso se integrará en la de España.
Los consejos de administración de ambas entidades han aprobado una «escisión parcial transfronteriza intracomunitaria» del Banco Popular Portugal, en beneficio del Banco Popular Español.
Con esta fusión, la sede española abrirá una sucursal en territorio portugués para ejercer su actividad, y el Banco Popular Portugal, que cambiará su tipo societario en una sociedad de arrendamiento financiero, mantendrá esta actividad y la de patrimonio inmobiliario.
El objetivo de esta fusión es reducir los costes operativos del banco, una de las medidas que busca cerrar Ángel Ron antes de delegar la presidencia en Emilio Saracho. En este sentido, el banco cerrará 47 sucursales en territorio portugués y despedirá a 295 empleados.
Otra de las patas de este ajuste, además del ERE que ha protagonizado el año pasado y que implicó la salida de casi 2.600 trabajadores, es la separación de la actividad bancaria de la inmobiliaria, sobre todo en la «reducción de activos no productivos» y en la rentabilización del negocio inmobiliario.