El parón judicial esconde el golpe de la pandemia sobre las empresas
Los concursos cayeron un 41% en el segundo trimestre. El INE reconoce que la inactividad judicial durante el estado de alarma quita visibilidad al dato
Los procesos concursales continuaron cayendo con fuerza durante el segundo trimestre de 2020, más incluso que el primero, pero este dato podría no ser del todo realista. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística (INE), entre el 1 de abril y el 30 de junio, el número de deudores en concurso cayó un 41% respecto a 2019. La cifra es chocante con la realidad ecónomica española, que durante esos meses tuvo completamente parada su actividad, derivando en la mayor contracción económica en tiempos de paz para España, pero sin afectar a la solvencia de las empresas.
El propio INE reconoce que el dato podría no estar reflejando del todo la realidad, porque el parón del sistema judicial le ha obligado a recabar menos datos los habituales.»La declaración de estado de alarma recogida en el Real Decreto 463/2020 ha limitado la actividad de los Juzgados en el segundo trimestre de 2020. Este trimestre, la tasa de respuesta de los Juzgados se ha situado en el 55%», revela el instituto. «En próximos trimestres, cabría esperar que la Estadística del Procedimiento Concursal refleje paulatinamente los deudores concursados que se hayan visto afectados por esta situación», avanza el INE.
Como sucedió con el muestreo para el IPC, que pasó a ser telefónico, el INE se ha visto obligado a cambiar el sistema de recogida de datos de concursos y ha recurridol «a la información proporcionada por los Juzgados a través de la información publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) hasta recoger información del 85% de los Juzgados que habitualmente colaboran con el INE», explica.
La resistencia del tejido empresarial, clave para la reactivación
Desde que se decretara el estado de alarma, una de los mantras que han defendido Gobierno y la banca era salir al auxilio del sector empresarial con crédito justo para evitar una caída en cascada de empresas por problemas de liquidez, que pudiera multiplicar las quiebras.
Este sistema comenzó a operar en abril, pero se desconoce hasta qué punto la financiación ha llegado a todas las empresas, aunque la concesión de crédito, y de financiación con aval del ICO, se ha expandido con fuerza. El Banco de España, en sus modelos para fijar el impacto final en el PIB de la pandemia, tiene en cuenta el «éxito» de las medidas puestas en marcha por el Gobierno; una de ellas convertir al Estado en avalista de la financiación empresarial. La otra, son los ERTE, que están ganando puntos para continuar vivos al menos lo que queda de año.
Este plan de medidas, que ha ganado oxígeno con los programas de rescate europeos, buscaba sostener a cuántas más empresas mejor -aunque los bancos ya están lanzando la idea que solo se deben respaldar a las viables-, para que evitar que los efectos del golpe económico sean más significativos.
Sostener un negocio puede ser más barato que cerrarlo. Puede que no vuelva a abrirse.