El MWC descafeinado hará otro ‘roto’ millonario a la economía de Barcelona
Los hoteles siguen sin registrar las reservas que en condiciones normales tendrían cerradas. Se espera, en el mejor de los casos, menos asistentes y recaudación
La cascada de cancelaciones de grandes empresas y expositores del Mobile World Congress, ya sea para borrarse por completo o para participar solo vía online, amenaza con dejar a la ciudad de Barcelona otro año más sin la recaudación millonaria esperada. Ahora mismo la sensación de incertidumbre no solo la tienen los organizadores de la feria, sino quienes beben de ella durante los días que dura el certamen.
«Todavía no tenemos reservas para el Mobile. A estas alturas lo normal es que estuviéramos con el cartel de completos», explica Manel Casals, director general del Gremi d’Hotels, a Economía Digital. Con todo, Casals matiza que no se puede concluir que la falta de reservas sea la antesala a la cancelación del Mobile, aunque sí asegura tener la sensación de que el pronóstico sobre el número de participantes para esta edición (50.000 asistentes) errará. «Serán muchos menos», asegura.
El sector hotelero está muy expuesto a la feria. Un informe de la consultora BRIC Consulting previo a la pandemia del coronavirus alertaba de que los precios medios no se habían recuperado en 2019 desde la crisis institucional desatada por la causa independentista (2017). El terremoto político se había traducido en un retraso en las reservas y una disminución del precio medio.
La restauración también está entre las grandes beneficiadas de la celebración del MWC en Barcelona. La Federación Catalana de Asociaciones de Actividades de Restauración y Musicales (Fecasarm) calculó en 2019 que el gasto medio diario de los visitantes al congreso rondaría los 275 euros. La facturación alcanzaría los 118 millones de euros, siendo optimistas.
Golpe al transporte
Otro sector al que golpea de lleno el éxito o el fracaso del MWC es el transporte. El taxi y la VTC, los vehículos que utilizan plataformas como Uber y Cabify, hacen su agosto durante los días del Mobile. Fuentes cercanas a la startup española explican que en 2018, penúltimo año de celebración (en febrero de 2019 Cabify había dejado de operar), el número de viajes creció de manera considerable.
«Durante la semana del MWC de 2018, la demanda creció por encima del 38% respecto a las semanas anteriores, destacando el repunte en movilidad urbana que se produjo entre lunes y jueves del 42%. Además, el aumento de los viajes desde y al aeropuerto crecieron por encima del 20% entre el fin de semana anterior hasta inicios del fin de semana siguiente.
Desde Foment del Treball también se muestran preocupados por el clima de incertidumbre que crece por días, aunque aseguran que apoyan la celebración del MWC en las condiciones previstas, siempre y cuando la situación epidemiológica lo permita. «Trabajamos con nuestras comisiones durante todo el año para apoyar la organización del evento», asegura la directora de innovación, María Mora.
5.300 millones desde 2006
Aunque es muy difícil calcular cuánto dinero dejará de ingresar este 2021 la ciudad de Barcelona por esta atípica edición, sí hay datos de qué supone una celebración en condiciones normales: 473 millones de euros. De no llevarse a cabo, el profesor de Economía Financiera de la Universidad de Castilla-La Mancha, Francisco Jareño, afirmó que el impacto negativo sobre el PIB español podría alcanzar el 0,2%.
La cifra rozaría la friolera de los 1.000 millones de euros en ingresos no percibidos durante dos años si no fuera por que este año ya se ha recortado el aforo a casi la mitad. Al mismo tiempo, la organización ha priorizado sus fuerzas en retransmitir a través del canal online.
Otros datos para conocer la relevancia del evento los aportan los asistentes. La edición de 2019 cerró sus puertas el 28 de febrero tras batir un nuevo récord de participación, con 109.000 ejecutivos, unos 2.000 más que en 2018. Los asistentes llegaron desde 200 países distintos y el número de empresas participantes se situó en las 2.300.
El impacto económico positivo del MWC siempre ha sido utilizado por los organizadores como argumento para seguir apoyando la feria. En 2020, John Hoffman, consejero delegado de la GSMA, aseguró la presentación de la edición, que posteriormente se cancelaría, que el Mobile había generado en Barcelona alrededor de 5.300 millones de euros y 128.200 empleos temporales desde su primer año en la capital catalana (2006).
La amenaza: seis cancelaciones en una semana
Queda tiempo para saber cuál será el desenlace. Lo cierto es que en apenas cinco días ha aumentado la sensación de que el Mobile de 2021 correrá la misma suerte que el de 2020.
El detonante ha sido el efecto dominó que se ha generado con la decisión de empresas expositoras, en su mayoría de Europa y Estados Unidos, que se han bajado de la edición programada para el verano (del 28 de junio al 1 de julio), porque creen que la situación epidemiológica no lo permitirá todavía.
En esta lista aparecen desde esta semana Nokia, Ericsson, Facebook, Oracle, British Telecom y Sony. Curiosamente todas ellas ya anularon su participación en 2020 antes incluso de que la propia GSMA se decidiera a no celebrar el MWC. Las fuentes consultadas insisten en que se seguirán conociendo más decisiones de este tipo durante las próximas semanas.
La preocupación por el coronavirus en Barcelona también es compartida por otros sectores. El investigador Salvador Macip expresó sus dudas esta semana en una entrevista en el programa radiofónico Versió RAC1. «Las decisiones deberían tomarse en función del porcentaje de gente que tengamos vacunada. Y en junio o julio no creo que lo tengamos en España», explicó.
En la prensa internacional también señalan la falta de idoneidad para celebrar un evento de estas magnitudes. The Verge explicó en un artículo que los organizadores insistían en la celebración de «un posible evento de supercontagiadores de coronavirus en Barcelona». El medio estadounidense del grupo Vox Media hacía alusión a que las grandes reuniones y eventos, especialmente cuando están relacionados con viajes internacionales, pueden ser un «caldo de cultivo para las infecciones».