El mayor banco virtual del mundo comienza a resquebrajarse
Con apenas 1.300 empleados, LendingClub ha aprobado 2.000 millones de dólares en créditos en el último trimestre. Pero los vicios de la vieja banca precipitan su desplome
Pocas empresas pueden ser tan eficientes en el mundo como LendingClub, una entidad virtual que ha prestado en el último trimestre casi 2.000 millones de dólares. Nadie duda de que es la mayor empresa fintech (entidad financiera con base tecnológica) del mundo. Ha sido citada por todos los grandes medios estadounidenses como el gran ejemplo de la banca.
Con base tecnológica, máxima eficiencia y un esquema de intereses que favorece tanto a prestamistas como a solicitantes de crédito, era la gran esperanza de la industria.
LendingClub mantiene una reducida plantilla que hacen parecer a cualquier banco un modelo de empresa mastodóntico y a punto de expirar. Tiene unos 1.300 empleados. BBVA, uno de los mayores bancos de España, cuenta con unos 136.000 empleados.
Préstamos entre particulares
LendingClub ha montado un sistema de préstamos entre particulares. Por un lado, busca prestamistas que quieran ganar un 7% de rentabilidad prestando dinero y, por el otro, clientes que deseen recibir créditos por debajo de los intereses de las costosas tarjetas de crédito en Estados Unidos que pueden llegar a alcanzar hasta el 15%. Sólo en el último trimestre ha aprobado 2.000 millones de dólares en créditos.
Para calcular los ratios de morosidad y, por tanto, calificar las carteras de riesgos, LendingClub utiliza la llamada big data, es decir datos de todo tipo. Con un esquema hasta ahora sólo operativo en Estados Unidos, el banco virtual acaba de anunciar que también su ingreso en el negocio de los créditos para coches en ese país. El sistema parece muy beneficioso para quienes solicitan crédito pero levanta dudas de la fiabilidad entre los prestamistas.
Buena parte de los consumidores sobreendeudados utilizan los préstamos peer-to-peer para renegociar los créditos. Pero la duda precisamente ha surgido por el empeoramiento de la calidad de esos préstamos, que no están garantizados. Si el beneficiario no paga, la empresa asume los pagos al prestamista, pero en caso de quiebra de la empresa, los créditos quedan en el limbo.
La compañía ha anunciado el despido del 12% de su fuerza de trabajo y una reestructuración para ganar de nuevo la confianza perdida de los prestamistas y los mercados. Desde el descubrimiento de los créditos dudosos, ha perdido más del 40% del valor en bolsa. La gran esperanza de la nueva banca mundial sigue desplomándose.