El mal inicio de año merma la confianza de los consumidores

El 2021 no ha empezado con buen pie, ni en la crisis sanitaria ni en la económica, lo que ha mermado la confianza de los consumidores. En un contexto en el que España se ha visto inundada por la tercera ola de coronavirus y con nuevas restricciones que lastran la actividad, las esperanzas flojean. Por lo tanto, el índice de Confianza del Consumidor (ICC) ha registrado en enero una caída de 7,4 puntos respecto al mes anterior, situándose en los 55,7 puntos.  

Así lo reflejan los datos publicados por el CIS este viernes, que muestran cómo, después de que en diciembre se produjera un repunte, de nuevo la confianza vuelve a caer. En cualquier caso, el indicador continúa muy por debajo de los 100 puntos que marcan el umbral entre la percepción positiva y negativa.

También han descendido las expectativas de futuro, que se situaron en 78,6 puntos, 13,4 puntos menos, ante las perspectivas de evolución de la economía y el mercado de trabajo, que cayeron 17,7 y 14,9 puntos, respectivamente. Respecto a la situación de los hogares, las expectativas empeoraron en 7,6 puntos.

La valoración de la situación actual relacionada con el mercado de trabajo, concluida de las 2.834 entrevistas realizadas por el CIS entre el 18 y el 26 de enero, es de 32,9 puntos, 1,4 menos que en mes anterior. En el caso de la situación de los hogares, la visión actual permanece sin cambios.

En estos momentos, tanto el ICC como la valoración de la situación actual y las expectativas tienen valores muy similares a los obtenidos en 2012 y 2013 y también a los que se dieron en 2008 y 2009, que son los valores más bajos de la serie hasta el momento

El pesimismo también se ha apoderado des las expectativas de consumo y ahorro del índice de Confianza de los Consumidores, que también disminuye por el aumento de la inflación y de los tipos de interés.

El Banco de España retrasa la recuperación al segundo semestre

Los datos de la confianza de los consumidores se han conocido tan solo un día después de que el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce, asegurara que las previsiones del organismo retrasan la recuperación de la economía al segundo semestre.

Según el directivo, el nuevo frenazo de la actividad durante el primer mes de 2021 por las restricciones es lo que ha provocado una revisión a la baja de las estimaciones de crecimiento en la primera mitad del año.

“El inicio de año está siendo algo más débil de lo que podíamos esperar los analistas hace unos meses”, apuntó Arce durante su participación en una jornada sobre el papel de los bancos en la gestión de las ayudas para mitigar el efecto de la crisis.

“Esta situación -continuó-está dando lugar a un reequilibrio del análisis de riesgos a la baja, por lo tanto la mala evolución de la enfermedad en los primeros compases de año nos lleva a a ser más pesimistas a corto plazo”.