El ladrillo atenaza al Sabadell
El banco catalán provisiona más de 1.000 millones en 2011, lo que disminuye el beneficio un 39%. Pide prestados 4.000 millones al BCE
El tocho sigue girando facturas a Banc Sabadell, y ya van cuatro: en 2011 la entidad catalana volvió a sacrificar buena parte de los beneficios para generar provisiones por valor de 1.034 millones de euros (240 millones de ellos extraordinarios). Se trata del montante más elevado desde el estallido de la crisis financiera en 2008.
El presidente, Josep Oliu, sigue cubriéndose las espaldas a futuro aunque su consejero delegado, Jaume Guardiola, afirma que los activos inmobiliarios “son de calidad”. Por ello, se ha conseguido reducir la cartera, según su tesis. El Sabadell apunta 527 millones en ventas y cubre el 29% de su ladrillo.
El banco considera que aún queda crisis por delante, así que su cúpula prefiere reservar hasta el 39% del beneficio para reforzar el balance. Esta vez las dotaciones han subido más de 80 millones de euros respecto al ejercicio 2010 y han menguado el resultado hasta los 231,9 millones de euros.
El 2011, además, no ha contado con ninguna operación con envergadura suficiente como para generar un volumen de plusvalías que permita mejorar las notas del Sabadell. El año pasado apenas se generaron seis millones en ese capítulo (-98%)
El esfuerzo hecho durante los últimos ejercicios no sería, a pesar de acumular más de 3.734,4 millones, los últimos. Algunas casas de análisis calculan que el Sabadell aún deberá provisionar 3.000 millones de euros más.
“No habrá repercusión especial”, asegura Oliu, a pesar de los hipotéticos requerimientos y aunque en 2012 se integrará el Banco CAM (el negocio financiero de la Caja de Ahorros del Mediterráneo). En los próximos 12 meses deberá hacer frente a prácticamente 11.000 millones en vencimientos. De ellos, 7.000 corresponden a la franquicia alicantina.
Préstamo del BCE
En línea con este calendario, el Sabadell acudió a la última subasta del Banco Central Europeo (BCE). Logró una posición de liquidez transitoria gracias a los 4.000 millones concedidos en la barra libre de diciembre –a devolver en tres años– para anticipar la cobertura de los vencimientos de 2012. El Sabadell compró deuda soberana europea con parte de este crédito.
Esta inyección se ha posicionado como deuda en el balance según el director financiero Tomàs Varela. Con un “no hacemos públicos planes sobre decisiones de financiación” ha zanjado la posibilidad de que el Sabadell vuelva a acudir el emisor para lograr liquidez durante 2012.
‘Blackout’
La presentación de los resultados de 2011 se ha celebrado en pleno proceso de ampliación de capital. Así que, según la normativa, los ejecutivos del Sabadell no han podido contestar a las preguntas cuya respuesta contuviera una valoración positiva de la entidad.
“No es momento para responder”, se ha desmarcado Oliu de las preguntas sobre si el núcleo duro de accionistas, entre ellas parte de las grandes fortunas catalanas, suscribirán la emisión.
Blackout, a modo de pasapalabra legal, ha permitido a Oliu y Guardiola mantener silencio sobre, por ejemplo, los procesos de desinversión industrial en la CAM u otras cuestiones clave sobre la evolución del negocio del Sabadell. «Tendremos mucho trabajo», se ha limitado a decir Oliu.
Sobre el banco alicantino sólo un dato: “pronto no deberán preocuparse por sus cuentas, a mediados de 2013 habrán desaparecido al integrarse con las del Sabadell”.