El ingreso mínimo vital solo llega a una de cada cuatro personas
La prestación tiene una cobertura en Cataluña del 7,1 %, mientras que en otras comunidades autónomas alcanza el 27 %, como es el caso de Navarra
El ingreso mínimo vital únicamente se concede a una de cada cuatro personas que lo solicitan, según un comunicado de la Asociación de Directores y Gerentes en Servicios Sociales.
A pesar de que desde diciembre de 2021 se han incorporado 330.000 personas y en los últimos tres meses se ha incluido a un mayor número de personas que en el período de 9 meses de marzo a diciembre de 2021, pasando de una media de unos 30.000 perceptores nuevos cada mes a 110.000 en los últimos 3 meses, el subsidio aún no alcanza las cifras previstas.
Concretamente, el ingreso mínimo vital únicamente llega al 46 % de las personas beneficiarias previstas. De hecho, aún falta incluir a más de 1.200.000 para alcanzar el objetivo previsto de 2.300.000 personas. Asimismo, el mes de marzo se concedieron 428.043 prestaciones, lo que supone la mitad de lo que el Gobierno había previsto.
Además, solo el 12,08 % de la ciudadanía que está bajo el umbral de la pobreza percibe esta prestación. De las más de 1,7 millones solicitudes presentadas, el subsidio llega a 428.000 hogares y 1.064.609 personas, de las cuales 456.000 son menores.
Asimismo, la cobertura de la prestación por comunidades autónomas es desigual. Mientras que en territorios como Cataluña o Canarias únicamente alcanza el 7,1 % y el 7,5 % respectivamente, en comunidades como Navarra o Ceuta y Melilla se sitúa en 27 y el 25 % respectivamente.
Implantación lenta
En el comunicado, la Asociación de Directores y Gerentes en Servicios Sociales, ha lamentado que el Gobierno no haya cumplido «ni siquiera con la mitad del objetivo que se planteó de que en unos meses llegaría el ingreso mínimo vital a las 800.000 familias que malviven en la pobreza extrema en nuestro país«.
Si bien reconoce que ha «aumentado el ritmo de concesiones» y, también, que «ha favorecido la incorporación de nuevos perceptores», califica el proceso para solicitar el subsidio de «laberinto burocrático» y lamenta que se esté implantando «a un ritmo mucho más lento de lo previsto».
También reclama al Gobierno «nuevos cambios que ayuden a llegar al objetivo previsto» en la aprobación de la ley del Ingreso Mínimo Vital.
En un contexto marcado por «la mayor crisis de refugiados de los últimos años», considera que el Ministerio de Inclusión debería permitir que las personas con cualquier tipo de protección internacional o asilo puedan percibir la prestación des de su llegada a España.
De manera que, en estos casos, no sea necesario cumplir con el requisito de tener residencia legal desde un año antes a la formalización de la solicitud para el ingreso mínimo vital.