El Gobierno quita hierro al caso BBVA-Villarejo (pero está preocupado)
El Ejecutivo asegura que el Banco Central Europeo no ha traslado preocupación por el caso del BBVA con Villarejo pero afirman que se trata de un tema serio
El Gobierno asegura que el Banco Central Europeo (BCE) no ha transmitido por el momento preocupación sobre el supuesto espionaje del BBVA encargado al excomisario José Manuel Villarejo.
Aún así, el Ejecutivo de Sánchez ha reconocido que está haciendo un seguimiento del asunto, que puede tener una perspectiva penal, según las fuentes consultadas por Efe. Estas reconocen que la situación no beneficia en modo alguno a la reputación del banco.
Sin embargo, el mercado no ha castigado al banco de momento, aunque HSBC sí ha bajado la perspectiva del BBVA. La portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, señaló en la rueda de prensa del último Consejo de Ministros que el Ejecutivo está haciendo su propio análisis sobre el caso.
Nadia Calviño asegura desconocer presión alguna del BCE para desalojar a Francisco González como presidente de honor del BBVA
Además, la ministra de Economía, Nadia Calviño, asegura desconocer presión alguna del BCE para desalojar a Francisco González, ex presidente del BBVA y ahora presidente de honor de sus cargos en la entidad. «No me consta ninguna presión», defiende en declaraciones a los medios.
No obstante, sobre si el Ejecutivo está preocupado, reconoce que «cualquier acto, cualquier situación que pueda dañar la reputación de una institución financiera es un tema serio«. «Pero se trata de un asunto que está encauzado desde el punto de vista penal y es ahí donde se dirimirán la posibles responsabilidades», afirma.
Anticorrupción investiga al BBVA
El excomisario Villarejo controló en 2004 unas 15.000 llamadas de periodistas y empresarios, entre ellos el entonces presidente de Sacyr, Luis del Rivero, el industrial Juan Abelló y el jefe de la Oficina Económica de José Luis Rodríguez Zapatero, Miguel Sebastián. BBVA se encontraba en medio de una operación hostil liderada por Sacyr para adquirir parte de su negocio.
De hecho, la Fiscalía Anticorrupción tiene en su poder documentación en la que constan una serie de pinchazos y operaciones de seguimiento que sitúan el inicio de las relaciones entre BBVA y Cenyt en 2004, la empresa de Villarejo.
La operación del excomisario, conocida como «Trampa», estuvo financiada por el BBVA con el pago de al menos 517.600 euros. Esa actuación puede ser constitutiva de delito si las pruebas llegan a demostrar que parte del encargo consistió en realizar escuchas telefónicas a determinadas personas, incluidos miembros del Gobierno.
Así, la información relacionada con el rastreo de miles de llamadas se ha incluido dentro del procedimiento abierto contra Villarejo (Operación Tándem) que se instruye desde hace tiempo en la Audiencia Nacional.