El G20 acuerda el impuesto mínimo de al menos un 15% a las multinacionales
Los ministros de Finanzas reunidos en el G20 en Venecia han respaldado el acuerdo de la OCDE de fijar un tipo mínimo de al menos el 15% a las multinacionales y han dado de margen hasta octubre a los países discrepantes
Respaldo de los ministros de Finanzas del G20 en Venecia al acuerdo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) para consensuar un nuevo sistema tributario a escala global que fije en el Impuesto de Sociedades un tipo mínimo de al menos un 15% para las multinacionales y que estas tributen allí donde operen aunque no tengan presencia física.
El ministro alemán de Finanzas, Olaf Scholz, ha sido quien ha confirmado la aprobación este sábado en Venecia de un “histórico acuerdo sobre una arquitectura tributaria internacional más estable y más justa”, que establece un impuesto global de “al menos el 15%” sobre las ganancias de las multinacionales,
Fuentes cercanas a la negociación explicaron a Economía Digital que en la reunión de los ministros en el G20 se ha acordado también lanzar un llamamiento a los países reticentes como Estonia, Hungría o Irlanda dándoles de margen hasta octubre para se sumen a la declaración, suscrita hasta la fecha por 131 de los 139 miembros delgtrupo de trabajo de la OCDE que aglutina a los países más avanzados y emergentes.
Los puntos clave del acuerdo
El pasado 1 de julio, 130 países y jurisdicciones de los 139 que forman parte del llamado marco inclusivo de la OCDE suscribieron un compromiso “histórico” para fijar un tipo mínimo del 15% a empresas con una facturación de al menos 750 millones de euros.
El consenso respaldado ahora por la mayoría del G20 contempla aplicar una nueva fiscalidad a las multinacionales con nuevas reglas para evitar que se establezcan en paraísos fiscales y rehuyan de pagar impuestos, de forma que se reasignen los beneficios de las empresas mltinacionales de mayor tamaño, sobre todo de las digitales (como Google, Amazon, Facebook o Apple), a los países en los que operan, aunque no tengan presencia física.
Asimismo, se establecerá un Impuesto de Sociedades de «al menos un 15%» a las compañías que facturen más de 750 millones de euros al año. Esto supone que el gravamen a escala global afectaría a algo menos de 10.000 grandes compañías en todo el mundo. No obstante, algunos países como Argentina piden elevar el impuesto al 21%.
Los cálculos de la OCDE estiman que una tasa mínima efectiva del 115% generaría unos ingresos adicionales de 150.000 millones de dólares al año (127.000 millones de euros). En el caso de España, un tipo mínimo del 15% aportaría 700 millones de euros a las arcas públicas, mientras que si el tipo fuese del 21% los ingresos ascenderían a 5.400 millones de euros más, según cálculos de Gestha.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha hecho hincapié estos días que la orientación internacional de la fiscalidad “avala y da la razón” a las iniciativas del Gobierno, como la de fijar un tipo mínimo en Sociedades y su defensa de una fiscalidad “progresiva”.
España respalda el acuerdo «sin precedentes» para un sistema «más justo»
España ha respaldado en el G20 el histórico acuerdo alcanzado en el marco de la OCDE. La nueva vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha puesto en valor el acuerdo alcanzado tras años de negociaciones y un trabajo «muy activo» por parte de España en el marco multilateral para alcanzar un acuerdo.
“Este es un acuerdo sin precedentes para tratar de establecer un sistema más justo y sólido a nivel global, adaptado al siglo XXI. Es un acuerdo histórico, pero no es el final del camino, es el principio de un proceso en el que debemos seguir trabajando a nivel global y europeo”, ha afirmado la vicepresidenta Calviño tras la reunión.
El Ministerio de Asuntos Económicos ha destacado que este acuerdo político abre un proceso de negociación para cerrar elementos técnicos y permitir que más países puedan sumarse antes de la reunión de jefes de Gobierno del G-20 en octubre en Roma.
Recuperación y cooperación multilateral
En la reunión, los ministros han tratado, además, la situación de la economía global y la respuesta dada a la crisis, subrayando el papel de las medidas de apoyo para evitar daños estructurales y preservar el tejido productivo y la estabilidad financiera. Los ministros han puesto el acento en la necesidad de seguir trabajando para asegurar que la recuperación sea sostenible e inclusiva.
Se ha discutido también sobre la importancia de las políticas estructurales que permitan aumentar la productividad, como la digitalización, la conectividad, y las infraestructuras, así como la necesidad de introducir una estrategia global común para avanzar en la lucha contra el cambio climático y establecer los incentivos adecuados de manera coordinada, así como mantener los esfuerzos de cooperación en el ámbito sanitario, especialmente en los países en desarrollo.
Los países se han comprometido a seguir manteniendo una política expansiva para apoyar la recuperación, evitando cualquier retirada prematura de medidas de apoyo a trabajadores y empresas, preservando al mismo tiempo la estabilidad financiera y la sostenibilidad fiscal a largo plazo.
Apoyo a países vulnerables
Al hilo del trabajo impulsado en las asambleas de primavera del FMI y del Banco Mundial, en las que se lograron diversos acuerdos para liberar recursos en favor de los países de renta baja y apoyarles a superar los efectos de la pandemia, los ministros han seguido trabajando para reforzar el apoyo financiero a los países más vulnerables.
En ese sentido, el G-20 dio la bienvenida al acuerdo en el directorio del FMI para la emisión extraordinaria de derechos especiales de giro por valor de 650.000 millones de dólares (550.000 millones de euros). España ha sido muy activa en refuerzo de los instrumentos financieros para los países más vulnerables, con el apoyo de iniciativas como la ampliación de la suspensión del servicio de deuda (DSSI) de derechos especiales de giro (DEG) aprobada finalmente el viernes pasado.
De hecho, la vicepresidenta Calviño ha reiterado durante la reunión la propuesta de España de aplicar estas medidas de apoyo también a los países de renta media especialmente afectados por la pandemia y con problemas de desigualdades y pobreza especialmente agudos. Asimismo, ha subrayado el importante papel que han desempeñado las instituciones multilaterales en dar una respuesta fuerte y coordinada a la crisis y la necesidad de seguir reforzando esta cooperación multilateral.
Finanzas sostenibles
Por otra parte, también ha sido clave en la reunión la acción climática en el ámbito de las finanzas. Los ministros se han comprometido a abordar, en la cumbre del mes de octubre, una hoja de ruta para promover las finanzas sostenibles, según ha detallado el Ministerio.
España apoya la inclusión de la política medioambiental en la agenda global del G20 y respalda la movilización de recursos para promover la transición verde y la resiliencia frente al cambio climático, con mecanismos como el precio del carbono o los impuestos medioambientales.