El futuro de las acciones europeas depende de China
Todos los ojos de la UE miran a Beijing y al desarrollo de la guerra comercial, que serán claves para evitar el debilitamiento de la zona euro
Las noticias y decisiones que se anuncien desde Beijing marcarán el futuro económico de la Unión Europea (UE) en 2019, coinciden los analistas. También serán relevantes para la zona euro los movimientos en Washington y Londres, pero la mayor injerencia vendrá de China, un tema que analiza en profundidad mEDium, el anuario de Economía Digital que estará a la venta en enero sólo en las mejores librerías españolas.
Europa es vulnerable a una prolongada guerra comercial, lo que debilita el crecimiento mundial y, al entrar en 2019, también a cualquier señal que confirme que la economía de EEUU está disminuyendo, algo en lo que China también tendrá palabra, informa Financial Times en un análisis sobre las previsiones económicas de la UE para 2019.
La importancia de China en la economía europea de 2019
Esta semana, el Banco Central Europeo (BCE) puso fin a su programa de compra de deuda de más de 2,5 billones de euros adquiridos en bonos soberanos y corporativos para avivar la economía europea y recuperar la inflación. Pero, a la vez, revisó «ligeramente a la baja» las perspectivas de crecimiento para la zona euro.
«Si bien es un momento histórico, el hecho de que el BCE también haya moderado su perspectiva de crecimiento e inflación para 2019 debería ser de mayor interés para los inversores», explica Michael Mackenzie de Financial Times. Ahora, el BCE prevé que el PIB real crezca un 1,9% en 2018, un 1,7% en 2019 y 2020, y un 1,5% en 2021.
Esto lleva a la conclusión de que la inflación está cayendo y los signos de una recuperación sostenible son lejanos aún. «Con Europa restringida por las normas presupuestarias y las tasas de interés aún negativas, hay poco margen de maniobra si la economía se debilita desde aquí», agregó Mackenzie.
Mientras la UE continúa con la lucha por su política monetaria para todos, la zona euro necesita más que nunca de la demanda externa para compensar sus propias deficiencias. Europa sin duda celebraría un eventual punto final de la guerra comercial de EEUU y China, así como cualquier signo de avance de la economía china.
«Ambos son resultados posibles en 2019, pero no se puede confiar en ninguno», continúa el análisis. La amenaza de que la reserva federal de EEUU ponga una pausa a su política de subida de tipos podría acabar con la debilidad del euro, que beneficia especialmente a los exportadores que aumentan el valor de sus ganancias en el extranjero.
Lindsey Bell, del Centro de Investigación y Análisis Financiero (CFRA), cree que posiblemente la debilidad en la zona euro se verá aliementada por «la incertidumbre política y la falta de reformas estructurales en países como Italia y Francia». El brexit y la posibilidad de que no haya acuerdo para la salida del Reino Unido tampoco ayudan.
Pero Ethan Harris, consultor de Bank of America Merrill Lynch, tiene fe en Europa, no porque algunos de estos problemas se vayan a resolver pronto, sino por lo que pueda pasar en Beijing. «China parece lista, dispuesta y capaz de revertir su desaceleración del crecimiento con una dieta constante de estímulos», comentó Harris.