El euríbor sube: ¿sale más a cuenta hipoteca fija o variable?
El euríbor encadena tres subidas consecutivas y el miedo a nuevos aumentos hace que muchos hipotecados no sepan si decantarse por un interés fijo o variable
El euríbor a 12 meses cerró el mes de noviembre con la tercer subida mensual consecutiva, aunque solo por unas décimas, hasta llegar a las -0,272%, frente al -0,304% de octubre y muy lejos del mínimo histórico de agosto (el -0,356%).
Es un dato de importancia en el tanto esta es la referencia a la que están ligadas la inmensa mayoría de las hipotecas variables que se firman en España.
Aunque aún cotiza en negativo, el miedo a nuevos aumentos hace que muchos futuros hipotecados no sepan si es mejor decantarse por un interés fijo o por uno variable.
En medio de toda esta incertidumbre, el comparador financiero HelpMyCash.com ha previsto diversos escenarios y ha calculado qué opción saldría más a cuenta dependiendo de la evolución de este índice y de las preferencias de cada cliente.
Si el plazo es corto, es mejor ligarse al euríbor
En el futuro más inmediato, pese a sus últimas subidas, casi todas las previsiones apuntan a que el euríbor se mantendrá relativamente estable durante los próximos cinco años.
El Departamento de Análisis de Bankinter, por ejemplo, considera que este índice cerrará este año sobre el -0,30% y registrará unos valores del -0,10% y del -0,05% para 2020 y 2021, respectivamente.
En consecuencia, los analistas de HelpMyCash.com afirman que contratar una hipoteca variable podría ser una mejor opción si se devolviera el dinero en unos 10 o 15 años como mucho.
En estos casos, la mayor parte de los intereses se pagaría durante el primer lustro, con un euríbor situado previsiblemente cerca del 0%. Por lo tanto, el total para abonar por este concepto sería reducido aunque este índice cotizara al alza en la segunda mitad de la vida del préstamo.
Desde el comparador, eso sí, señalan que no está de más calcular a cuánto ascenderían las cuotas de la hipoteca si el euríbor experimentara un ascenso en los últimos años del plazo.
De este modo, el cliente puede saber si sería capaz de hacer frente a esas mensualidades sin sobreendeudarse (no debería dedicar más del 35% de sus ingresos a abonarlas).
A largo plazo, dependerá del perfil del cliente
La cosa cambia, sin embargo, con un plazo de reembolso de 20 o de 30 años.
En ese caso, todo dependería de la evolución del euríbor: con un escenario a la japonesa (de estancamiento económico) o de crecimiento muy moderado, el tipo variable saldría más a cuenta, mientras que con uno de crecimiento más acelerado o incluso de burbuja financiera, el interés fijo sería una opción más rentable.
Como es imposible prever qué ocurrirá a tan largo plazo, desde HelpMyCash.com recomiendan tomar la decisión en función de las preferencias de cada uno.
Por ejemplo, para los clientes que prefieran pagar unas cuotas baratas desde el principio, el tipo variable puede ser una mejor opción. Y para los que valoran más la estabilidad de una mensualidad constante, el interés fijo puede ser más conveniente.
Es importante, sin embargo, conocer los inconvenientes de cada opción. Al decantarse por un tipo variable, las cuotas pueden encarecerse si el euríbor sube, así que hay que asegurarse de poder pagarlas en caso de que eso suceda.
Y si se prefiere un interés fijo, hay que saber que las mensualidades serán más caras a corto plazo y que también podrían serlo a la larga si este índice se mantuviera más o menos estable.
¿Saldría a cuenta pasarse al tipo fijo en el futuro?
¿Y qué hay de los que se hipotequen a tipo variable y quieran pasarse al fijo cuando el euríbor suba?
La nueva ley hipotecaria, en vigor desde el 16 de junio de 2019, abarata esta operación al establecer una comisión máxima por el cambio del 0,15%, que puede cobrarse únicamente si el préstamo tiene tres años de vida o menos. Esta medida, además, se aplica en las hipotecas firmadas antes de la fecha mencionada.
Esta opción, no obstante, tiene un inconveniente. Y es que según HelpMyCash.com, si el euríbor subiera, los bancos probablemente aumentarían también sus tipos fijos, así que los intereses constantes que ofrecerían serían más altos que los que pueden encontrarse ahora.
La modificación, por lo tanto, únicamente serviría para cubrirse las espaldas ante nuevos aumentos de este índice. Además, si el euríbor bajara, hacer el camino inverso (pasarse del fijo al variable) saldría más caro.
En caso de querer empezar con una hipoteca variable para pasarla al fijo si el euríbor sube, desde el comparador aconsejan contratar el producto con un banco que no cobre comisiones por modificar el interés (de novación o de subrogación).
La mayoría de las entidades tradicionales sí aplican este tipo de compensaciones, pero las firmas online como ING o Hipotecas.com no suelen incluirlas en sus contratos.
Aunque suba el euríbor, las hipotecas siguen bajando
Pese a la subida del euríbor en noviembre, las hipotecas a las que les toca revisión bajarán, ya que como se revisan anualmente, hay que comparar el euríbor con el del mismo mes del año pasado. Por ello, una familia tipo con una hipoteca de 150.000 euros a 20 años —con un diferencial de euríbor más un punto— se ahorrará 96,6 euros al año, lo que supone pagar 8 euros menos al mes.
Para un crédito en las mismas condiciones de 200.000 euros, la hipoteca bajará en 129 euros en el año y el ahorro mensual en este caso será de 10,75 euros. Se trata de dos simulaciones tipo pero existen tantas opciones como casos reales. Lo que se repetirá en todos los casos es que el hipotecado sale ganando si le toca revisión con el euríbor de noviembre.