El drama de los ‘millennials’: 11 gráficos que ilustran la temporalidad y el desempleo de los jóvenes en España
Todos los problemas estructurales del mercado laboral, los jóvenes los sufren al cuadrado.
Son los hijos de la crisis, se les conoce como la generación mejor preparada de la historia y, sin embargo, es la más vulnerable. La que, por primera vez en mucho tiempo, vive peor que sus padres.
Los jóvenes españoles nacidos entre los años 80 y los 2000 ya llevan dos crisis a cuestas. Cuando parecía que salían a flote tras el shock de 2008, la ola del COVID-19 les ha vuelto a hundir. A día de hoy siguen siendo las principales víctimas del mercado laboral.
Desempleo, precariedad, inestabilidad… Todos los problemas estructurales del mercado de trabajo, los jóvenes los sufren al cuadrado.
Prueba de ello, España es líder europeo en paro y temporalidad juvenil, el 66% de los jóvenes que trabajan tienen un contrato temporal, y uno de cada tres contratos dura menos de una semana.
Y de aquellos polvos, estos lodos… Con estas cifras, no es de extrañar que los jóvenes ni siquiera alcancen el sueño de emanciparse: el 64,5% de los menores de 34 años vive aún con sus padres.
El gran drama de la vivienda en España tiene a los jóvenes como protagonistas, porque sin empleo, encadenando contratos temporales o con salarios bajos es imposible hacer frente al pago de un alquiler, e impensable la compra: los menores de 30 años tienen que destinar el 94% de su sueldo al pago de la vivienda, cuando en 2008 destinaban el 55,8%.
En Business Insider España hemos preparado una radiografía con 11 gráficos que ilustran la temporalidad y el desempleo de los millennials en España:
1. España, líder europeo en paro juvenil
De los 27 países que tiene la Unión Europea, España es el que tiene más jóvenes en paro.
Casi el 40% de los menores de 24 años están en situación de desempleo, frente al 35% de Grecia o el 29,4% de Italia, y muy lejos de Alemania, el país europeo con menor tasa de paro joven, apenas un 7%.
De hecho, aunque el gráfico sólo muestra la tasa de paro en los 19 países de la eurozona, España también lidera el ránking de paro juvenil de los 27 estados comunitarios.
Si hablamos de desempleo de jóvenes de entre 24 y 29 años, la cosa mejora, pero muy sutilmente. España es el cuarto país europeo con mayor tasa de paro, por detrás de Grecia, Montenegro y Macedonia del Norte.
2. Hay menos jóvenes en paro que nunca
Pero no todo son malas noticias. Ahora mismo en España hay menos jóvenes en paro que nunca.
Al terminar 2021 había 222.594 jóvenes en situación de desempleo en España. Es la cifra más baja de la historia, y refleja que el calor de la recuperación económica también ha llegado a los menores de 25, incluso a pesar de la pandemia.
En 2019, justo antes de la irrupción del COVID-19, había más de 246.000 jóvenes en paro. A día de hoy hay casi 24.000 jóvenes menos en paro. El dato también bate el mínimo histórico de 2006, cuando España se encontraba en pleno boom inmobiliario y el desempleo tocaba suelo.
3. Medio millón de ninis
Ahora mismo hay 486.000 ninis en España. Casi medio millón de jóvenes que ni estudian ni trabajan, el 11,2% de los menores de 25 años, según un informe de Asempleo.
De nuevo, es una de las tasas más altas en la Unión Europea, explica el informe. ¿Por qué hay tantos jóvenes en España que ni estudian ni trabajan? Una de las principales razones tiene que ver con el abandono escolar.
España es el país europeo con mayor tasa de abandono escolar (16%), muy por encima de la media de la UE (8,4%). «Los jóvenes sin estudios tienen muchas probabilidades de quedarse en el paro o en la inactividad», señalan desde Asempleo.
En el año de la pandemia, el número de ninis estuvo a punto de tocar máximos no vistos desde la última gran crisis, pero en 2021 ha vuelto a caer, y mucho. «Esta reducción viene explicada por el incremento en la probabilidad de encontrar empleo para los jóvenes», apunta el documento.
4. Dos de cada tres jóvenes tiene contrato temporal
Conseguir empleo es una carrera de obstáculos para los jóvenes. Pero no termina ahí. Quien al fin consigue firmar un contrato empieza una nueva: lograr pasar de temporal a fijo.
España es el segundo país europeo con mayor temporalidad en el empleo juvenil, sólo detrás de Montenegro. Dos de cada tres jóvenes menores de 24 años tienen un contrato temporal, el 66,4% del total, según datos de Eurostat.
5. Sólo el 13% de los contratos firmados en 2021 eran indefinidos
El temporal es el contrato estrella para los jóvenes, y el indefinido, una rara avis. En 2021, el 87% de los nuevos contratos firmados por trabajadores de entre 20 y 29 años eran temporales, frente a sólo un 13% de indefinidos.
Dentro de los temporales, el 32% eran por obra o servicio, una modalidad que desaparecerá a partir de julio por los cambios de la nueva reforma laboral. No obstante, el contrato temporal más popular es el Eventual por circunstancias de la producción, que firman el 58% de los jóvenes en situación de temporalidad.
6. La temporalidad se ceba con los jóvenes: 1 de cada 3 contratos dura menos de una semana
En noviembre de 2021, los menores de 24 años firmaron cerca de 320.600 contratos. Uno de cada 3 contratos (32,14%) duraron menos de una semana. Este gráfico es la imagen más dura de la temporalidad extrema que sufren los jóvenes en España.
Según los últimos datos del SEPE, correspondientes a noviembre de 2021, la duración media de los contratos en España está en 52 días.
En el caso de los jóvenes, en cambio, la duración media está en 47 días para los menores de 24 años, frente a los 117 días de los mayores de 59 años.
Esto se debe, en parte, a que cuanta más antigüedad tiene un trabajador, más dinero cuesta despedirle, por lo que, a la hora de hacer ajustes, es más barato tirar de aquellos empleados que lleven menos tiempo en la empresa.
7. Brecha salarial: Los menores de 35 cobran casi la mitad que los mayores de 45
A la hora de hablar de salarios, los jóvenes se llevan la peor parte. Los menores de 35 cobran 815 euros al mes menos que los trabajadores de más de 45 años. Casi la mitad.
Los datos del INE sobre salarios evidencian la brecha salarial que sufren los jóvenes: Mientras que el salario medio bruto de los mayores de 45 años se situó en 2.280 euros al mes en 2020, los menores de 35 cobran de media 1.465 euros mensuales, 815 euros al mes menos.
La diferencia es todavía mayor si sólo se tiene en cuenta a los menores de 25 años: éstos cobran 1.207 euros al mes, más de 1.000 euros de diferencia respecto a los 2.280 que ganan los mayores de 45.
En promedio, «un empleado fijo cobra un 40% más que uno temporal», explica Gonzalo Bernardos, profesor Titular de Economía de la Universidad de Barcelona. Es como si existiera una doble escala salarial: una para indefinidos, y otra para el resto.
8. Los jóvenes cobran hoy menos que en 2006
Aunque al observar este gráfico pueda parecer que el salario de los jóvenes hoy es más alto que hace catorce años, lo cierto es que, en 2020, cobran menos hoy que en 2006.
Según los datos del INE, a cierre de 2020 los menores de 24 años cobraban 1.207 euros brutos al mes, bastante menos que los 1.724 euros brutos de la siguiente franja, de 25 a 34 años.
En 2006, los menores de 24 cobraban 1.084 euros, por lo que a primera vista da la sensación de que los salarios han subido. El problema es que lo han hecho menos que la inflación.
Desde 2006, el IPC acumula una subida del 16,7%. Si los salarios de los jóvenes hubieran aumentado al mismo ritmo, hoy cobrarían 1.257 euros brutos al mes. Los jóvenes, por tanto, han perdido poder adquisitivo.
En ambas subidas, sin embargo, puede haber influido el aumento del salario mínimo hasta los 950 euros al mes, aprobado por el Gobierno en 2020.
9. El 53% de los menores de 24 años está sobrecualificado
La mayoría de los empleados jóvenes trabajan en puestos por debajo de su cualificación, según datos de Asempleo.
«Este año estamos viendo como el número de trabajadores que ocupa puestos que no se adecúan a sus capacidades y a su formación, está aumentando», explican en el informe.
10. Una situación de precariedad extrema
Todos los gráficos anteriores pueden resumirse en una palabra: precariedad.
Desempleo, bajos salarios, inestabilidad en los contratos, pocas posibilidades de promoción y otras carencias laborales, como tener una jornada parcial involuntaria, hacer horas extra no remuneradas o estar sobrecualificado son las variables que miden la precariedad en el empleo, y los jóvenes las sufren todas.
Es el colectivo que afronta las peores condiciones laborales relativas, sufren niveles de precariedad insoportablemente altos», señala CCOO en un estudio sobre precariedad laboral.
11. También hay brecha de género entre los jóvenes
Ser joven y mujer todavía hoy es formar parte de un colectivo doblemente vulnerable. La brecha de género también existe entre los jóvenes, y por ejemplo se observa con la tasa de paro.
Las mujeres jóvenes sin niveles de educación superior sufren más que los hombres los problemas del desempleo.
La tasa de paro entre mujeres menores de 24 años sin estudios universitarios o superiores roza el 30%, frente a un 23% en el caso de los hombres.
Conforme avanza la edad, esta brecha parece reducirse, pero sigue ahí. El desempleo entre las jóvenes de entre 25 y 29 años se sitúa en un 20,3%, frente a un 18,5% de paro entre hombres menores de 29.
Noticia original: Business Insider
Autora: Inma Benedito