El consumo llevará a Cataluña a crecer el 2,7% en 2015
La Cambra asegura que el crecimiento económico se consolida aunque sin cambiar el modelo productivo
La economía española, y con ella la catalana, está creciendo. Los gobiernos y los organismos internacionales lo corroboran. Pero crece más de lo inicialmente esperado, porque se ha producido lo que los economistas llaman el círculo virtuoso.
La Cambra de Comerç ha elaborado el informe del primer trimestre de 2015 y la previsión es que la economía catalana crezca el 2,7% en 2015, y, lo que es más importante, el 3% en 2016, mostrando una tendencia al alza, que podría asegurar la creación de miles de puestos de trabajo.
¿Pero cómo se traduce ese crecimiento? El presidente de la Cambra, Miquel Valls, y el responsable de estudios económicos, Joan Ramon Rovira, han constatado que el elemento central será el consumo. «Se mantiene como motor de la recuperación», según Rovira, teniendo en cuenta que actualmente ya representa el 55% del PIB catalán.
La inversión, puestos de trabajo y el consumo
El «círculo virtuoso» estaría a punto de consolidarse. Según la Cambra, de hecho, «ya se ha cerrado». La idea es que tras la crisis, la recuperación se inició con un aumento en las exportaciones -–necesario para no incidir más en la negativa balanza por cuenta corriente a la que se había llegado, hasta alcanzar el 10% de déficit exterior en 2007–. Le siguió la inversión, y ahora «se ha trasladado al mercado de trabajo y, finalmente, al consumo».
Una de las ideas que se ha consolidado es que el crecimiento económico que ofrecen los datos macroeconómicos no llega al ciudadano de a pie. Pero sin él seguro que nadie se podrá beneficiar. Es decir, si aumenta el consumo, ello es una señal, a juicio de la Cambra, de que ha comenzado a calar en el conjunto de la sociedad catalana.
Cataluña no se distancia de España. Las dos economías siguen una evolución similar. El problema, en los dos casos, es que el patrón del modelo productivo se mantiene.
La hostelería tiene más ocupados que en 2008
La ocupación crece en todos los sectores, pero especialmente en la hostelería, que ya supera en un 7% el número de ocupados que se tenía en 2008. También crece en el resto de servicios, que se acercan a los niveles de antes de la crisis. En la construcción todavía es un 62% inferior, y en la industria –esto es un mal síntoma, es un 26% inferior al 2008.
¿Pero de qué depende todo ésto? Rovira incide en que el conjunto de la economía española, como la europea, está pendiente de diversos factores. Por ahora, la depreciación del euro respecto al dólar ha sido muy positiva. También el descenso en el barril del petróleo. Por ello, tanto las exportaciones de bienes como el turismo se están beneficiando en gran medida. «Y eso, aunque ahora no se vislumbra, podría cambiar», según Rovira.
Pero en estos momentos, los datos son claros. El crecimiento se consolida.