El consumo de mascarillas no desciende dos meses después de su ‘fin’ en las calles
Los fabricantes reconocen que la demanda se ha mantenido estable por la reticencia de los españoles a quitarse la mascarilla y el impacto de la quinta ola
Dos meses después de que el Gobierno de Pedro Sánchez acordase eliminar la obligación de llevar la mascarilla al aire libre, los fabricantes españoles de material sanitario han logrado mantener el pulso en el mercado. La reticencia de los ciudadanos a pasear por la calle sin llevarla puesta ha salvado a las empresas de una drástica pérdida de ingresos.
El presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Mascarillas, Batas y Epis (OESP), Francisco Sánchez, ha explicado a Economía Digital que la demanda de estos productos de protección se ha mantenido estable con respecto a los niveles anteriores al 26 de junio, cuando el Consejo de Ministros rebajó sus restricciones.
«A pesar de que ya no es obligatoria, la gente sigue llevando mascarilla«, ha celebrado.
La asociación, que concentra a 16 de las empresas nacionales de fabricación de material sanitario, calcula que la producción de mascarillas quirúrgicas se ha mantenido en un volumen cercano a los 150 millones de unidades mensuales, algo equivalente a otros momentos de la pandemia. La organización representa casi el 50% del sector en España.
A las precauciones de la población, hay que sumar el temor por la evolución de la pandemia. La quinta oleada de contagios y la expansión de la cepa delta han activado en los últimos meses todos los sistemas de alerta. «Cuando los datos no son buenos, la gente se protege más. Hay un grado de incertidumbre», ha admitido Sánchez.
España mantiene todavía a 13 comunidades autónomas en una situación de riesgo extremo para la salud pública con una incidencia acumulada superior a los 250 casos positivos por cada 100.000 habitantes. Aunque la tendencia es positiva, las cifras de presión sanitaria se encuentran en niveles equivalentes a las anteriores oleadas.
El encarecimiento del transporte internacional sonríe a los fabricantes españoles
Más allá de aspectos sanitarios, los fabricantes nacionales de material sanitario también han notado cómo la demanda se ha visto impulsada en las últimas semanas por la crisis que atraviesa el sector internacional del transporte. La pandemia de coronavirus ha acrecentado los problemas de suministros industriales procedentes del Sudeste Asiático.
El Índice de Contenedores de Carga de Shanghái (SCFI), que se toma como referencia en el sector, alcanzó la pasada semana los 9.613 dólares en las principales rutas internacionales, lo que representa un incremento del 360% con respecto al valor de hace un año. Detrás de este encarecimiento hay medidas como el cierre de puertos clave en China por rebrotes de Covid-19 entre sus trabajadores.
«El contenedor de China es muy caro. Ahora, empieza a ser interesante comprar mascarillas en España», ha admitido Sánchez.
El presidente de la Asociación de Fabricantes de Mascarillas ha explicado que este cambio en el mercado internacional ha permitido a las compañías españolas ser algo más competitivas, ya que hasta ahora no podían hacer frente a los bajos niveles de precio que ofrecían las grandes empresas asiáticas.