El consejo del Popular sabía que el banco era «inviable»
El consejo de administración de Banco Popular reconoció en su última reunión previa a la venta que era una entidad inviable e insolvente
Banco Popular sabía que era inviable y carecía de solvencia. Así lo indica el acta del último consejo de administración de la entidad financiera antes de la venta al Santander. En la reunión, celebrada el 6 de junio de 2017, el banco sostuvo que era » previsible que una vez concluida la valoración de activos en las cuentas del primer semestre se produjera un «incumplimiento significativo» de las ratios de solvencia y afirmó que «el Popular tiene la consideración legal de inviable”
Los responsables del banco constataron que la ratio de cobertura de liquidez (LCR) era del 24%, muy por debajo del mínimo legal del 80% y todavía más del 140% que había alcanzado el Popular en mayo de 2017. El último presidente del Popular antes de que lo adquiriera el Santander, Emilio Saracho, reconoció que habían fracasado las medidas tomadas por el banco para evitar esta baja cobertura de liquidez, como el intento de venta de inmuebles, créditos, filiales y otros negocios.
Falta de capital del Popular
Por otro lado, el Popular era consciente de que le faltaba capital. Saracho aseguró en la última reunión antes del rescate que existía una minusvaloración del valor de los activos inmobiliarios de 1.600 millones y que hacían falta 1.525 millones de euros en nuevas provisiones. Estas medidas habrían reducido la ratio de capital al 6,54% el 30 de junio, por debajo del mínimo legal del 10%, según publica este martes El País.
Banco Popular intentó sin éxito vender inmuebles, créditos y filiales para aumentar la ratio de cobertura de liquidez
Esta relación habría podido alcanzar incluso el 4,15%, según calculó el entonces presidente de la entidad, “tras incorporar las estimaciones preliminares que los inspectores del BCE están analizando sobre la cartera y han transmitido verbalmente a la entidad, llegando a un total de 2.250 millones hasta el entorno de 3.000 millones”.
Con todos estos datos sobre la mesa, el consejo aprobó comunicar la inviabilidad del banco al Banco Central Europeo, a la CNMV, a la Junta Única de Resolución, al Banco de España y al Ministerio de Economía. También pesaron en esta situación, según el consejo, las noticias aparecidas en prensa sobre la salud financiera del grupo, «con los consiguientes efectos sobre la liquidez”.