El brexit y sus principales efectos a corto plazo
Con la salida de Reino Unido de la UE, se van a producir varios cambios en las relaciones comerciales, la libre circulación o los derechos pesqueros
Reino Unido ya no forma parte de la Unión Europea. Tras 3 años y medio de negociaciones, acuerdos fallidos, polémicas, prórrogas y desencuentros, el brexit se ha materializado finalmente a las 23 horas del 31 de enero, aunque lo cierto es que muchos de los frentes siguen abiertos y deberán concretarse en un plazo mucho más exigente que hasta ahora, tal y como han criticado varios líderes comunitarios.
De hecho, la gran mayoría de cambios que conllevará el brexit no se producirán de forma inmediata, sino a finales de este año. Tras la salida oficial de Reino Unido, se ha iniciado un periodo de transición de 11 meses en el que las autoridades europeas y el Gobierno británico deberán negociar su futura relación comercial, además de varias cuestiones que han quedado sin resolver hasta ahora.
De este modo, la lista de consecuencias inmediatas del brexit es mucho más corta que la de aquellas que deberán esperar en 2021. En concreto, el abandono de los 73 eurodiputados británicos del Parlamento Europeo, su sustitución por representantes de los 27 y la reducción del número de escaños en Estasburgo, de 751 a 705, son de los pocos cambios inmediatos del brexit que ya han entrado en vigor.
La mayoría de cambios que conllevará el brexit no se producirán de forma inmediata, sino a finales de este año, pero son innumerables
La otra consecuencia inmediata es el cambio en las relaciones entre Bruselas y Londres. Hasta ahora, ambas partes han estado centradas en la negociación y posterior aprobación del Acuerdo de Salida, que fijaba las condiciones del divorcio británico de la UE. Así, el tratado comercial que debe regir las relaciones bilaterales en ese terreno una vez que concluya la prórroga ha quedado postergado, junto a otros temas clave que ahora será necesario consensuar.
Por eso, una vez que se ha materializado el brexit, ahora comienza el periodo más decisivo desde el referéndum de 2016. De hecho, todavía podría producirse el temido escenario de un Brexit sin acuerdo en caso de que la UE y Reino Unido no consigan llegar a un consenso antes de 2021, un plazo que ha sido criticado desde Bruselas por ser demasiado escaso para conseguir un acuerdo.
Estas son algunas de las cuestiones que Reino Unido y la UE tendrán que resolver en los próximos 11 meses para aclarar el futuro tras el brexit a ambos lados del Canal de la Mancha.
¿Qué sucederá con los españoles que residen en Reino Unido?
El Acuerdo de Salida establece que, una vez concluya el periodo de transición, los derechos de los británicos residentes en suelo europeo y de los comunitarios en Reino Unido no cambiarán, es decir, podrán trabajar o estudiar legalmente y hacer uso de los servicios sanitarios y sociales. Además, los españoles que ya residan en Reino Unido tendrán derecho a que sus parientes más cercanos se reúnan con ellos.
Para permanecer en Reino Unido con todos los derechos a partir de 2021, será necesario contar con el estatus de asentado, siempre que se hayan acumulado al menos 5 años de residencia, dado que en caso contrario deberán acceder a la condición de preasentado, que exige residir al menos 6 meses consecutivos al año en Reino Unido y no permite abandonar el país durante más de 2 años.
Sin embargo, la situación no está tan clara para aquellos europeos que lleguen a Reino Unido después del periodo de transición. Así, el Gobierno británico está estudiando adelantar 2 años, a 2021, la imposición de nuevas restricciones a inmigración comunitaria, según adelantó recientemente The Sunday Telegraph. No obstante, esta cuestión formará parte de las negociaciones que comenzarán entre la UE y Reino Unido a partir de marzo, por lo que todo está por decidir.
¿Cambiarán las relaciones comerciales?
A partir de marzo, Bruselas y Londres buscarán cerrar un tratado de libre comercio que defina sus futuras relaciones en este terreno. Para ello, cuentan apenas con 10 meses, pese a que han necesitado 3 años para consensuar las condiciones del brexit. Esto supone que los negociadores comunitarios y británicos deben cerrar el tratado antes de diciembre de 2020 para evitar, de nuevo, el riesgo de un brexit sin acuerdo.
Así, si no se consigue un acuerdo comercial en diciembre, las relaciones entre ambas partes pasarían a regirse por las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Esto significa, en la práctica, que Reino Unido se convertiría en un tercer país respecto a los 27 socios de la UE y podría suponer la entrada en vigor de nuevos aranceles o de barreras comerciales.
Otros países, como EEUU, podrían aprovechar esta situación para negociar un acuerdo comercial con Reino Unido, una posibilidad con la que se lleva especulando desde el referéndum de 2016. En caso de que el Gobierno británico no consiga un consenso con la UE, podría mirar al otro lado del Atlántico en busca de socios comerciales para romper su potencial aislamiento comercial del Viejo Continente.
Esta posibilidad está presente en los planes de las empresas españolas implantadas en Reino Unido. Así, como recoge un informe de KPMG, un 55% de las empresas consultadas prevé tener que enfrentarse a nuevos aranceles y un 49% teme cambios regulatorios.
¿Será necesario usar pasaporte para viajar a Reino Unido?
Hasta el 31 de diciembre de 2020, los españoles y el resto de ciudadanos comunitarios no necesitarán su pasaporte para entrar en Reino Unido y podrán acreditar su identidad con su DNI. Sin embargo, esa situación podría cambiar a partir de esa fecha, dado que es uno de los temas que deberán negociar próximamente los representantes europeos y británicos.
Existe una excepción para esa norma, dado que los españoles que estén registrados como residentes en Reino Unido podrán seguir usando su DNI al menos hasta 2025. Mientras, los viajeros en suelo británico podrán seguir recibiendo la atención de la sanidad pública británica con su tarjeta europea, al menos hasta 2021, mientras que los residentes deberán inscribirse en el NHS, el servicio público de salud de Reino Unido.
¿Se mantendrá el roaming gratuito en Reino Unido?
Como todas las demás cuestiones sujetas a negociación entre Bruselas y Londres, el futuro del roaming gratuito en Reino Unido es una incógnita. A pesar de que esta medida también está vigente en países no comunitarios como Islandia o Noruega y de que la mayoría de operadores en suelo británico son europeos, no está garantizado que Reino Unido siga formando parte del roaming gratuito que aprobó la UE en 2017.
Sin embargo, en caso de que no haya acuerdo entre ambas partes, las operadoras de telefonía podrían optar por aplicar un roaming gratuito unilateralmente, como el que actualmente ya ofrecen algunas compañías para países extracomunitarios como Turquía o EEUU.
¿Podrán pescar en caladeros británicos los barcos españoles?
Los derechos pesqueros podrían convertirse en el próximo gran escollo para un acuerdo entre Reino Unido y la UE. Recientemente, la Comisión Europea reclamaba en un documento interno que «los derechos recíprocos de acceso a caladeros y recursos de pesca ya existentes deben mantenerse», al tiempo que exigía incluir este tema en la negociación comercial.
Sin embargo, el primer ministro británico, Boris Johnson, se negó a ello, señalando que Reino Unido ha «dejado claro que, en el momento que abandonemos la Unión Europea, recuperaremos el control de nuestras aguas territoriales dedicadas a la pesca». Esto significa que los barcos pesqueros franceses, irlandeses, holandeses y españoles que faenan en sus aguas podrían perder el derecho de acceder a ellas en 11 meses si no hay un acuerdo.
Las consecuencias de la pérdida de acceso a los caladeros británicos serían desastrosas, según la Confederación Española de Pesca (Cepesca), que calculó que en esas aguas se consiguen 9.000 toneladas de pescado, menos de un 10% del total. Sin embargo, Cepesca prevé que el brexit afecte a «unos 113 buques y a 1.700 tripulantes», aunque eleva los puestos de trabajo en riesgo hasta los 8.500, teniendo en cuenta los empleos que la pesca genera en tierra.
¿Las universidades británicas seguirán formando parte del programa Erasmus+?
Salvo un acuerdo al respecto en los próximos meses, los estudiantes británicos no podrán participar en el programa Erasmus+ a partir del curso 2021-2022 y, del mismo modo, los europeos perderán la posibilidad de cursar parte de sus estudios en las universidades británicas. Del mismo modo, los españoles que quieran estudiar toda su carrera en una universidad británica deberán matricularse antes de 2021 y solicitar el estatus de asentado no permanente.
Mientras, Reino Unido seguirá reconociendo las cualificaciones profesionales y universitarias a los ciudadanos de la UE, residentes o inmigrantes, aunque solo hasta el final del periodo de transición. Para gozar de ese reconocimiento a partir de 2021, deberán solicitarlo expresamente al departamento británico de Educación.
¿Qué sucederá con Gibraltar?
La cuestión de Gibraltar ha generado desencuentros diplomáticos desde hace décadas entre Reino Unido y España, con la UE ejerciendo como mediadora en este contencioso. Esta situación cambia ahora radicalmente y Gibraltar pasará a formar parte de los asuntos sobre los que las autoridades europeas y británicas deben llegar a un acuerdo.
El Gobierno español ha solicitado desde 2017 contar con derecho a veto en las negociaciones con Reino Unido en todos los temas relacionados con el Peñón, una condición a la que Bruselas ha accedido en principio, aunque sin plasmarlo en sus acuerdos con Londres. La atípica situación de la colonia, enclavada entre la Península Ibérica y el estrecho que lleva su nombre, hace de su frontera un punto de fricción a tener en cuenta a ambos lados de la valla.
Gibraltar votó mayoritariamente en contra del brexit y las autoridades del Peñón han mostrado su disposición a mantener el statu quo fronterizo, pero la decisión definitiva correrá a cargo de los negociadores comunitarios y británicos durante los próximos meses.
Noticia Original: Business Insider Autor: Alberto R. Aguiar